sábado, 10 de septiembre de 2016

ÉRASE UN LEÓN Y UN ESCORPIÓN





No me falles, no me mates, ...
porque entonces te fallas y te matas tú también.


EL LEÓN Y EL ESCORPIÓN


Érase una vez, en un mundo imaginativo,
doce especies distintas de ambos sexos, femenino y masculino.
Y al igual que en los signos del Zodiaco,
las relaciones distintas entre ellos, era lo más acertado.

En este complejo mundo, existía un pequeño ser,
que por su simple apariencia, asustaba sin querer,
pues muchos no veían en él su gran corazón,
sino su temido y peculiar aguijón.

Este pequeño ser, de sexo femenino,
de aspecto más bien poco atractivo,
no entendía el porqué se fijaban solo en su aguijón.
Y cuando la miraban, decían: “¡Oh, es un Escorpión!” …

A ella no le importaba demasiado, pues aun siendo Escorpión,
de buenos amigos y amigas, tenía un montón.
Pero eso no le llenaba de plena ilusión,
por eso, seguía esperando, al que fuese su gran amor.

Muchos la llegaron, sin duda alguna, a cortejar,
de distintas apariencias, sin que le llegaran a gustar.
Pues ninguno de ellos dieron la talla,
que dentro de su gran imaginación, ella guardaba.

Un día, en uno de sus largos paseos,
mirando entre las hierbas, pudo ver a lo lejos,
un animal enorme y de larga melena, el cual llamó su atención,
por tan elegante y llamativa presencia.

Ni corta ni perezosa, a él se acercó,
y tras presentarse, él también se presentó: “Soy un León” …
Mantuvieron una larga y estrecha conversación,
y sin darse cuenta, entre los dos, una amistad surgió.

Ella ilusionada, a sus amigos fue y les contó:
He conocido a alguien, un buen amigo, y es un León” …
Éstos, asombrados y con gran preocupación, así le aconsejaron:
Olvídate de él, pues te romperá el corazón” …

Ella, enojada por tal consejo, les pidió una explicación.
Y uno de ellos, el más sabio y también León,
así con estas palabras, muy pausadas, le contestó:

Mal carácter es el que alberga en los dos,
y aunque su fuerza sea mayor, más peligroso es tu mortífero aguijón.
Ten cuidado pequeña amiga, pues muy difícilmente él te mostrará su corazón,
ya que como buen León, bien guardado lo tiene dentro de su gran armazón.
Y si el tuyo se rompiera … solo te quedará tu vengativo aguijón” …

Sin terciar una sola palabra, y con la mirada agachada,
ésta marchó, pensando en esa respuesta complicada.
Al anochecer, al cobijo de las estrellas, no se dejaba de preguntar …
¿Será verdad o sólo me habrán querido asustar?” …

Al llegar los primeros rayos de sol, de todo esto se olvidó,
y con su tozudez decidió seguir, viendo a su gran amigo el León.
En uno de esos encuentros se miraron, y poco a poco más se acercaron,
y sin dejar de mirar sus ojos marrones, ella su corazón le entregó.

Tan sólo en esa ocasión, vivió su gran ilusión,
pues pasaron los días sin que lo volviera a ver, sin más explicación.
¿Cuál sería el motivo de tan triste separación? …
¿Es que no fueron felices en tan mágica unión? …

Triste y sin consuelo, la pequeña Escorpión perdió su corazón.
Y así a quien se le acercaba, asustaba con su venenoso aguijón.
Sus amigos trataron por todos los medios, poderla consolar,
pero ella orgullosa, no se dejaba, ni quería escuchar.

Una mañana frente al río, ésta lo quería cruzar,
pero le asustaba, pues sabía que se podía ahogar.
Buscaba una solución, para poder cruzarlo,
y marchar de allí y así, todo aquello olvidarlo.

Con qué mala suerte, su amigo el León volvió,
y para ayudarla a cruzarlo, él se prestó.
La pequeña Escorpión, algo insegura, al final aceptó,
y mientras ambos cruzaban el río, ella su aguijón hundió.

¿Por qué has hecho esto?” … Herido de muerte le preguntó el León.
Pensaba que éramos amigos, y ahora moriremos los dos” …
Y la pequeña Escorpión, con lágrimas en los ojos, le contestó:
No lo he podido evitar. Ha sido mi instinto. Y sin mi corazón,
lo único que me queda es mi destructivo aguijón” …

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(una hermosísima alegoría que hace años alguien escribió y me regaló)


No me falles, no me mates ...
porque entonces te fallas y te matas tú también.

Otro final de lo que acabas de leer: El cuento del León y el Escorpión
 
Recomendado leer: El amor de corazón y de aguijón

Puede gustarte leer:

Para leer otras entradas de este blog, entre las cuales hay relacionadas con la astrología y otros temas, puedes pinchar aquí: bienvenida y enlaces directos

viernes, 2 de septiembre de 2016

LEY DE POLARIDAD Y CONTABILIDAD

-LA POLARIDAD O LA DUALIDAD-
-LA UNIDAD Y LA SEPARACIÓN-
-EL BIEN Y EL MAL, O EL CIELO Y EL INFIERNO-

-LAS CUENTAS, EL DEBE Y EL HABER, ... ¿Y EL SALDO? ...-
-EL ACTIVO Y EL PASIVO DE LA CONTABILIDAD-
-EL BALANCE DE PÉRDIDAS Y GANANCIAS-

(dedicado especialmente a los contables, administrativos, financieros y similares)

Dice la Ley o Principio Hermético de la Polaridad:

“TODO ES DUAL; TODO TIENE DOS POLOS; ... TODO TIENE SU PAR DE OPUESTOS; ... LOS SEMEJANTES Y LOS ANTAGÓNICOS SON LO MISMO; LOS OPUESTOS SON IDÉNTICOS EN NATURALEZA, PERO DIFERENTES EN GRADO; LOS EXTREMOS SE TOCAN; TODAS LAS VERDADES SON SEMI-VERDADES; ... TODAS LAS PARADOJAS PUEDEN RECONCILIARSE”

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1 + 1 = 2     2 - 1 = 1     1 + 0 = 1     1 - 1 = 0

28 septiembre 2014

LEY DE POLARIDAD Y CONTABILIDAD
-La contabilidad material y emocional-
-La contabilidad del Cielo y del Infierno-
-La contabilidad del Amor y del miedo-
-La contabilidad del ego y del Yo verdadero-
  
De niños nos decían: “si eres bueno irás al Cielo, pero si eres malo irás al Infierno”, … y así casi todos hemos sido “domesticados”, para ser lo que pretendía la religión y la sociedad, o sea para convertirnos en dóciles borregos, mientras que otros se aprovechaban de esto para someternos a cualquier tipo de abuso, y así hemos seguido algunos durante parte de la vida, y hasta que no ha quedado más remedio que girar la tortilla, para ser seres completos, somos buenos y malos al mismo tiempo. El problema es que muchas veces somos buenos con los demás, pero malos con nosotros mismos, por tanto aquí la dualidad sigue campando, y por lo tanto la contabilidad sigue creando sus partidas en el “debe” y en el “haber”, de cada una de las cuentas, hasta que llega el momento de hacer balance de pérdidas y ganancias, entonces es cuando te das cuenta de lo que has perdido y de lo que no has ganado, mientras tanto alguien ha salido beneficiado de esto, ya que para que unos ganen, otros deben perder. Yo no quiero ganar y tampoco quiero perder, quiero encontrar siempre ese fiel de la balanza, en el cual los dos platillos pesan igual, y por tanto cada cuenta de la contabilidad, queda perfectamente saldada y sin deudas de ningún tipo. 

El ser humano se ha inventado su propio sistema de contabilidad, y esto lo saben muy bien los contables que tuvieron que estudiarlo, el ser humano nunca puede inventar nada, en el mundo exterior, que no sea a sí mismo, quiero decir que el sistema de contabilidad, el que puede llevar cualquier empresa, es similar al sistema de contabilidad de nuestro cerebro, y por algo tenemos dos hemisferios cerebrales, el hemisferio izquierdo que se corresponde con el lado masculino o activo, y por tanto con el “debe” de la contabilidad, y el hemisferio derecho que se corresponde con el lado femenino o pasivo, y por tanto con el “haber” de la contabilidad. Cualquier contable sabe, que cada vez que se produce un movimiento mercantil, tanto se produce un asiento en el “debe” de una cuenta, como un asiento en el “haber” de otra cuenta, esto no puede ser de otra forma, la dualidad también existe en la contabilidad, lo mismo que existe en el cerebro humano. Ningún asiento puede quedar cojo, debe ser doble, y no puede ser de otra manera, la suma de los saldos deudores de todas las cuentas del sistema contable, debe ser exactamente igual a la suma de los saldos acreedores de todas las cuentas, del mismo modo el activo de los balances debe ser también igual al pasivo. Ahora es más fácil con ordenadores, pero antes los contables se volvían locos intentando cuadrar las cuentas y los balances, cualquier céntimo perdido podía provocar un descuadre que había que encontrar como fuera.

La contabilidad de la materia del mundo físico

Si ingresamos un dinero en el banco, quiere decir que ha salido de caja, por tanto en el “debe” de la cuenta bancaria se produce un asiento deudor, al mismo tiempo se produce en el “haber” de caja un asiento acreedor, por supuesto por la misma cantidad exacta, y no puede ser de otra forma, pues en el caso de que no coincida, lógicamente la contabilidad descuadra y por lo tanto los balances … De la misma manera sucede con cada uno de los movimientos mercantiles, si se vende a un cliente, se adeudará en su cuenta, y al mismo tiempo se producirá un asiento en el haber de la cuenta de ventas. Así se puede decir que se producen multitud de asientos dobles y en cada uno de los movimientos de esta empresa, y por supuesto también sería igual en el caso de movimientos en la contabilidad, personal e individual de cada persona, es lo mismo, aunque por supuesto en una escala muy inferior y menos complicada. Al final ya de todo esto, cuando llega el momento de hacer el balance de pérdidas y ganancias, y dependiendo de las compras y de las ventas, además de todos los gastos que ha ocasionado la actividad mercantil, se produce una ganancia o una pérdida, es la cuenta de resultados que después incrementará el activo o el pasivo, de la empresa o persona en cuestión, por tanto un aumento o disminución patrimonial.

La contabilidad de las emociones del mundo anímico

Algo muy similar sucede con los diferentes estados anímicos de las personas, como es adentro también es afuera, así que nuestro cerebro va contabilizando cada una de las emociones y cada uno de nuestros actos, es como si tuviéramos abiertas un montón de cuentas de contabilidad, y que van registrando cada una de las cosas que hacemos en la vida, hasta que llega el momento en que debemos hacer nuestro personal balance de pérdidas y ganancias, o por así llamarlo de otro modo, sería nuestro propio y personal “juicio final” … Nos decía la religión cristiana, que al morir seremos juzgados por Dios, de acuerdo a los actos buenos y malos que hubiéramos vivido en esta vida, y el premio o el castigo sería el Cielo o sería el Infierno, y es decir, lo mismo que la contabilidad, puede ser un beneficio o puede ser una pérdida, es una manera de compararlo, si hemos sabido llevar una gestión correcta en la empresa mercantil, tendremos beneficios, pero, si ha sido mala tendremos pérdidas … Dicho de otra forma, si hemos sido “buenos” en nuestra experiencia en la Tierra, tendremos el Cielo, y si hemos sidos “malos” tendremos el Infierno, es esto lo que nos decían y es algo que todavía mucha gente cree que es así, y aunque yo pienso que no es exactamente así, pero al mismo tiempo considero que es así.

La paradoja y la dualidad del Cielo y del Infierno

La diferencia que yo veo con todo esto es, que mientras somos “buenos” ya estamos creando el Cielo en nuestro propio interior, de la misma forma que si somos “malos” también ya estaremos creando el Infierno en nuestro propio interior, no es necesario esperar el momento de la muerte para vivirlo. De acuerdo con la Ley de Polaridad, y de acuerdo con el Plan de Contabilidad, todo es dual, y por tanto no estamos creando exclusivamente nuestro propio Cielo, al ser “buenos”, y sino que también estamos creando nuestro propio Infierno, al ser “buenos”. Lo mismo se podría decir del caso contrario, si somos “malos” estamos creando el Infierno en nuestro interior, pero en el mismo momento estamos también creando nuestro Cielo. Yo no lo puedo explicar de otra manera, pero es así, cualquiera puede darse cuenta de ello, cada vez que hemos sido “buenos”, también hemos sido “malos”, pero tan solo hemos visto la mitad de la acción, y es aquélla que en cada momento hemos preferido ver, de manera que la opuesta ha quedado abonada en el “haber” de la cuenta correspondiente, esperando el momento de ser saldada. No puede ser de otra manera, y por lo tanto, si en un tiempo de la vida hemos sido “buenos”, en otro momento deberemos ser “malos”, no puede ser de otra forma, y si no lo somos en esta vida, está claro, al menos para mí, que deberá ser cobrado o pagado en otra próxima vida, y es decir, adeudado o abonado, así lo veo yo, aunque cada uno puede verlo como mejor prefiera verlo o como mejor le interese verlo.

Para no entrar ya en el juego de este galimatías o embrollo de opuestos, al menos entre el lado divino y el diabólico, el lado bueno y el lado malo, está claro que no podemos ser ni buenos ni malos, sino solo “ser”, para mí hay una forma de “ser” que no es buena ni mala, y simplemente es la que debe “ser”, para que no se produzca una acción dual, y por lo tanto un asiento doble en la contabilidad, que algún día se deberá saldar. Tampoco lo sé explicar de otra forma, es algo así como estar en el centro de esta cruel polaridad, la divina y diabólica, por llamarla de alguna manera, la polaridad arriba-abajo, y para mí tan solo hay una, y es estar en el centro de ambas polaridades, a partir de ahí ya no se puede crear nunca un asiento doble. Con esto quiero decir que para “ser”, desde nuestro propio centro personal, muchas veces debemos actuar en ciertas situaciones, que pueden ser llamadas “buenas” o “malas”, pero que solamente se pueden vivir mientras estamos inmersos en la polaridad, ¡¡no así cuando estamos en el centro!!, y para mí el único centro posible es el de la auto-estima o el amor a uno mismo, ¿cuantísimas veces hemos hecho algo por miedo a la supervivencia, y no por amor a nosotros mismos?, … pienso que aquí está el quid de la cuestión.

El Juicio Final o Balance de Pérdidas y Ganancias

Cada vez que hacemos algo, y por algún miedo a la supervivencia, ya estamos creando un falso Cielo en nuestro interior, y creeremos que hemos hecho lo “bueno”, pero realmente hemos sido “malos” con nosotros mismos, al no haberlo hecho por amor, sino por miedo. Partiendo de esto, entiendo que el único modo de no crear esta doble polaridad, o estos asientos contables dobles, es vivir la vida siempre por amor a uno mismo, nunca por miedo a la supervivencia, pues de ser así estamos creando nuestro Infierno personal, que algún día del futuro nos pedirá la cuenta de resultados, o balance de pérdidas y ganancias, o el dictamen del “Juicio Final” delante de Dios y delante de cada uno de nosotros mismos. Esto entiendo que es más primordial, el balance que hagamos delante de nosotros mismos, este balance que nos hace ver que hemos vivido la Vida por amor y no por miedo, o por miedo y no por amor. Mientras se viven las experiencias vitales, marcadas por el miedo a la Vida, está claro para mí, que estaremos viviendo en el mundo de la polaridad, y por lo tanto de la contabilidad de nuestro cerebro, y para esto está el cerebro, para registrar todos y cada uno de los actos que vivimos en esta vida en la Tierra, y esto suponiendo que realmente existan otras vidas posteriores o anteriores, aquí yo no quiero reconocer que sea exactamente así, pero muy posiblemente debe de ser así, y entiendo que no puede ser de otra forma.

Yo pienso, que al llegar el momento de la muerte, nos quedamos con muchas cosas pendientes de resolver, cosas que hubiéramos querido hacer y no hicimos, y cosas que hubiéramos querido decir y no dijimos, y cosas que hicimos y después nos damos cuenta de que no hicimos, de la mejor manera, pero tampoco lo supimos hacer de otra, sin embargo, en el momento de morir, yo pienso que nos viene esta especie de “Juicio Final” … Dicen que en el momento de la muerte nos pasa toda la vida por delante, es una especie de película de todo lo que hicimos, yo no sé muy bien cómo debe ser, pero es lo que suelen decir las personas que han estado al borde de la muerte, Yo entiendo, que en ese momento podemos arrepentirnos de no haberlo hecho de la mejor forma, y yo entiendo, que nos damos cuenta de que no hemos vivido la Vida por amor a nosotros mismos, sino por miedo a la supervivencia, o por el miedo a lo que pudiera suceder si no actuábamos de esa manera … A partir de aquí, entiendo, que ese arrepentimiento viene por reconocer que ha primado el miedo sobre el amor, ésta es mi manera de verlo, y aunque cada uno puede verlo como mejor prefiera. 

"Quien dice las verdades pierde las amistades" ...

Esto me hace recordar la visión que tuvo la Luz de la Alhambra, cuando hace ya un par de años vio a mi madre, ya difunta, apesadumbrada, triste y con mucha pena, por no haberlo sabido hacer mejor ni de otra manera. Yo pienso que mi madre actuó en muchas ocasiones por miedo a la supervivencia, por esto prefirió callar en muchas situaciones que debería haber hablado, y es algo que también me ha sucedido a mí y que le sucede también a muchísimas personas, y por no decir a todos o a la gran mayoría. El problema es siempre el mismo, si dices las verdades, pierdes las amistades, lo decía mi madre y tenía cierta parte de razón, la pregunta sería: “¿me callo las verdades para no quedarme solo?”, … “¿qué sería prioritario?”, … si me callo por miedo estaré creando el Infierno en mí, pero si hablo estaré creando el Infierno en la relación con el otro, y por lo tanto, de una forma o de otra se crea el Infierno. Si digo mi verdad estaré creando el Cielo en mí y el Infierno en el otro, salvo que ese otro sea capaz de asimilar la verdad y entonces estará creando el Cielo en sí mismo, ¿o no?. El problema es que la Verdad siempre suele doler a quien la escucha, pero solo a través del dolor se puede transmutar la experiencia, pues aquello que no somos capaces, de entender en la mente, solamente podemos asimilarlo a través del dolor emocional, y el dolor emocional que no se quiere sentir, tan solo se puede sentir a través del dolor físico. 

Las verdades duelen pero no ofenden, dicho de otra forma, las verdades duelen al ego pero no ofenden al alma, y no puede ser de otra forma, mientras tengamos esta personalidad egoica, y por lo tanto un orgullo más o menos elevado, nos dolerá que nos digan determinadas cosas que no nos gusta oír, pero es lo que es, aunque no nos guste. Y mientras tanto seguiremos intentando aclararnos con el conflicto del perdón, a nosotros mismos y a los demás.

✺✺✺

Ya no escribo más hoy, ha dejado de llover, apenas ha llovido un poquitín para mojar la tierra y limpiar el polvo de los árboles, y esto que nos tenían muy asustados ante grandes tormentas, pero no ha sido así, como siempre, han vuelto a equivocarse, y mientras tanto nos han tenido con un cierto miedo a la supervivencia, o al menos en mi caso ha sido tal cual, ya que no me he movido de casa en unas cuantas horas, ahora ya es el momento de olvidarse del miedo y actuar por amor a mí mismo … Todavía podría llover más tarde y cumplirse los pronósticos del tiempo, pero ha llegado el momento de salir afuera y de olvidarse del miedo a la supervivencia. Me doy cuenta de que últimamente no escribo tanto como antes lo hacía, la verdad es que no he tenido ningunas ganas de hacerlo, también es verdad que al ser verano no se pasan tantas horas en la casa, pero esto es solo media verdad, la otra media es que el ánimo no ha estado para escribir, ahora ya tengo la verdad completa, las dos medias verdades, para no engañarme.

Texto del libro "Tres hermanos y un juicio" - Diario de un karma familiar (III) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Recomendado leer, más sobre la Ley de Polaridad: 
Vacaciones de la mano derecha

Si quieres conocer algo más sobre el Hermetismo: 

Si quieres leer algo más sobre las leyes herméticas u otros temas, aquí: 
El Portitxol (Palma de Mallorca/España)
   
No podría existir el viento del Norte sin el viento del Sur,
ni podría existir el viento del Este sin el viento del Oeste. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

EL JUEGO INICIÁTICO DE LA OCA


REGLAS DEL JUEGO DE LA OCA

http://www.juegodelaoca.com

  • Inicio de la Partida: Si al tirar los dados la suma de ambos es 9, puede suceder:
    1. Los dados son 5 y 4. Se salta a la casilla 53 (Dados)
    2. Los dados son 3 y 6. Se salta a la casilla 26 (Dados)
  • Oca: Casillas 5, 9, 14, 18, 23, 27, 32, 36, 41, 45, 50, 54 y 59. Si se cae en una de estas casillas, se puede avanzar hasta la siguiente casilla en la que hay una oca y volver a tirar.
  • Puente: Casilla 6 y 12. Si se cae en estas casillas se salta a la casilla 19 (la Posada) y se pierde un turno. En algunos tableros, solo figura como puente la casilla 6.
  • Posada: Casilla 19. Si se cae en esta casilla se pierde un turno.
  • Pozo: Casilla 31. Si se cae en esta casilla, NO se puede volver a jugar hasta que no caiga otro jugador en esa casilla.
  • Laberinto: Casilla 42. Si se cae en esta casilla, se está obligado a retroceder a la casilla 30.
  • Cárcel: Casilla 56. Si se cae en esta casilla, hay que permanecer hasta que caiga allí otro jugador y lo rescate.
  • Dados: Casillas 26 y 53. Si se cae en estas casillas, se suma la marcación de la casilla de los dados (26 o 53) y se avanza tanto como resulte.
  • Calavera: Casilla 58. Si se cae en esta casilla, hay que volver a la Casilla 1, vuelve a iniciar el Camino.
  • A partir de la casilla 60: Se juega solo con 1 dado.
  • Entrar al Jardín de la Oca: Es necesario sacar los puntos justos para entrar, en caso de exceso se retroceden tantas casillas como puntos sobrantes.

EL JUEGO INICIÁTICO DE LA OCA

Todos hemos jugado en nuestra infancia al juego de la oca, pero ahora lo escribo en minúscula, porque era un juego para niños, pero le sucede algo parecido al juego del escondite, que todos hemos jugado de niños, que también lo tengo que escribir en minúsculas, y no tan solo porque éramos pequeños sino porque era un juego imaginario. La diferencia con la edad adulta es que seguimos jugando ambos juegos, el Juego del Escondite es uno de ellos, en este caso lo escribo en mayúsculas, porque son letras grandes, como nosotros que ya somos grandes. Es un Juego para primero escondernos de nosotros mismos, para después buscarnos a nosotros mismos, y por último para encontrarnos con nosotros mismos … Éste es un Juego, que sin ser conscientes, todos jugamos en la Vida, aunque unos en la primera parte, otros están ya en la segunda, y los menos están en la tercera y última parte.

Con el juego de la oca sucede algo similar, cuando somos niños lo jugamos, sin ser conscientes de su significado real, pues es una especie de analogía al verdadero y real Juego de la Oca, que nos vemos obligados a jugar, cuando ya somos grandes o adultos, por esto lo escribo con letras mayúsculas. La cuestión es la misma, somos inconscientes de que lo estamos jugando, cuando somos adultos, pero nosotros lo estamos jugando inconscientemente. El Juego de la Oca contiene ciertos misterios ocultos, a la percepción normal de la gente, es un Juego antiquísimo, tan antiguo que ya lo jugaban nuestros primeros antepasados … Es un Juego iniciático, con una serie de casillas numeradas y con diferentes cosas, ocas, puentes, pozos y otros, que indican el camino a seguir y hasta el final, cuando se llega a la última casilla, pero está claro que no es un camino fácil en absoluto, muchas veces retrocedemos, otras veces caemos en el pozo, y otras veces seguimos avanzando, y en fin, que puede resultar también interminable y eterno.

El Juego de la Oca es una analogía, es una metáfora de la Vida terrenal, se trata de una representación del juego interno, que cada uno de nosotros lleva dentro de sí mismo y el cual nos vemos obligados a jugar, en el transcurso de nuestro paso, por este planeta llamado Tierra … El juego de la oca infantil tiene su movimiento a través de los números, que salen en el dado, pero son dispuestos por el cubilete, un dado que parece pudiera ser el resultado del azar, pero yo no creo en el azar, todo está determinado por las distintas Leyes Universales. Lo mismo nos sucede a nivel interno, nosotros tenemos una serie de movimientos, que no son producto del azar, y sino de las distintas Leyes Herméticas que rigen este Universo, en este caso más en concreto, es por la Ley de Causa y de Efecto.


Las diferentes casillas del Juego indican siempre pruebas a superar, son las mismas que cada uno debe superar dentro de sí mismo, que al mismo tiempo se ven reflejadas en el mundo exterior de la materia, ésta es la Ley de Correspondencia, “como es adentro es afuera”. Cuando llega el momento que se acaba el Juego, es porque hemos llegado al conocimiento supremo, es decir al conocimiento de nosotros mismos, ya que al conocerse a uno mismo, se supone, que nos ha llegado también el momento de conocer todo lo demás … Ya lo dijo alguien en algún momento: “conócete a ti mismo y conocerás el entorno que te rodea, al Universo y a Dios”

El juego de la oca, debido a su disposición, a dibujos, números y otros, tiene una gran similitud con un laberinto, pues esto es la vida, un laberinto, de manera que hay que aprender a salir de él, cuando llega el momento, y nunca antes ni después, ya que siempre hay una Mano Invisible que tira el dado del cubilete, y por tanto es ella quien decide cuándo y cómo se llega, y aunque en el fondo sea nuestro propio inconsciente, quien dirige las acciones del cubilete, pero bueno, es también una forma metafórica de explicarlo. El Juego de la Oca tiene, como sucede con todo en este mundo, doble sentido y doble finalidad, y no hay 1 sin 2, por un lado es un juego, pero por el otro lado es una forma, de ocultar el conocimiento mágico y los misterios de la Vida, para quien no está preparado a comprenderlos, hasta que llega el tiempo que pueda estar preparado para levantar el telón y descubrir el tesoro. Esto es la Ley de Polaridad, todas las verdades solo son medias verdades, por lo tanto ambas son necesarias para tener una visión completa de una realidad total.

Siguiendo con esta comparación, del Juego de la Oca, sucede algo muy simple, tal como dice la Ley de Generación, hay un tiempo de actividad y otro de pasividad, y un tiempo para que actúe nuestro lado masculino o activo, y otro tiempo para que actúe nuestro lado femenino o pasivo. Esto quiere decir que hay un tiempo en el cual nos movemos, y mientras que los otros están en la espera de su momento, y así después les toca a ellos, mientras que a nosotros nos tocará la espera o pasividad durante ese tiempo. No puede ser de otra forma, no podemos jugar todos al mismo tiempo, el cubilete actúa para cada uno, pero uno detrás del otro, es la Ley del Ritmo, el péndulo del reloj va de uno al otro … Solamente queda la actuación de la Ley de Vibración, todo se mueve y todo vibra, de manera que la vibración será distinta para cada uno de los jugadores del Juego de la Oca, unos sacarán un número del dado mayor que otros, por lo tanto tendrán la posibilidad de acabar antes el Juego. La cuestión es que esta vibración estará determinada, por la misma vibración interna que cada uno haya adquirido, a lo largo de su vida, cuanto más haya tenido experiencias de la Vida, más alta será su vibración y más rápido su recorrido final.


Texto del libro "Tres hermanos y dos herencias" - Diario de un karma familiar (II) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Recomendado leer, puedes pinchar aquí: El Juego astrológico de la Oca

Puede interesarte leer: Las 7 Leyes o Principios Herméticos

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El Pozo de la Oca, o pozo de la casa VIII, donde caes y algunas veces no sales
Una correspondencia o semejanza con el pozo de nuestro inconsciente personal