Un día, doce individuos decidieron celebrar un gran baile, era un baile de Carnaval ... Cada uno debía ir acompañado de "su propia sombra", todos querían desfogarse y mostrarse su verdadera imagen con los disfraces, querían dar rienda suelta a sus instintos más primarios, a aquéllos que ellos no se habían atrevido a mostrar y a vivir en su aburrida y monótona vida, y tan marcada por la imagen que se veían obligados a mostrar, ante el resto de los mortales. Cada uno de ellos debía elegir el disfraz con el que pensaba presentarse y en la espera de que llegara el día señalado.
Era llegado ya el mes de febrero y estaban en el límite de esos 40 días de ayuno y de abstinencia, que les marcaba la religión durante el tiempo de la Cuaresma, y así pues todos ellos comenzaron a llegar al escenario del gran baile de Carnaval, y donde también debía presentarse una orquesta que se había contratado, era el Baile de Carnaval del Zodiaco.
El Círculo Zodiacal y sus doce mesas (casas) |
EL BAILE DE CARNAVAL DEL ZODIACO
(el mundo de los disfraces y de las sombras)
♈ ♉ ♊ ♋ ♌ ♍ ♎ ♏ ♐ ♑ ♒ ♓
(el mundo de los disfraces y de las sombras)
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El baile se celebraba en un gran espacio circular, similar al Círculo Zodiacal, se trataba de un círculo dividido en doce partes, que alguien llamaba "mesas", y en las cuales cada uno de ellos tenía su lugar específico donde situarse, para que así ellos pudieran verse frente a frente, y encontrarse después en el centro, mientras que "la sombra" de cada uno les seguía a su lado ... El círculo, como en todos los círculos, tenía 360º, y pues de tener 180º no podría haber sido un círculo, ¿verdad? ... pues bien, cada uno de ellos debía llegar allí con "su sombra", ya no había espacio para nadie más y por lo tanto no se podía admitir a nadie más que a ellos.
Cada uno de nuestros personajes tenía su espacio reservado y ninguno podía invadir el espacio de los demás, ¡era una de las reglas del baile de Carnaval! ... Como sucede en todas partes, entre ellos había siempre conflictos, cada uno se ponía en los extremos, era difícil ponerles de acuerdo y por ello cada pareja debía situarse en una mesa opuesta, y lo cual significa la oposición que había entre cada uno de ellos ... Lo más interesante de esto, es que, mientras que cada personaje estuviera en los extremos, era imposible que pudieran encontrarse en el centro del círculo de baile, así pues no tenían más remedio que ir saliendo del espacio reservado, de "su mesa", para así juntarse en el centro y con los demás, era la única solución, salvo que cada uno se pusiera a bailar en solitario en su espacio reservado, pero eso sí, solamente tenían la posibilidad de bailar con "su sombra", con su lado desconocido.
Cada una de estas mesas estaba numerada, específicamente para cada uno de ellos, y entre la mesa I y la mesa XII, estaban situadas en la zona exterior de ese escenario de baile, o Círculo Zodiacal, y cada espacio indicaba una mejor o peor armonía para bailar, con otro personaje, de distinta mesa, pero al mismo son, y es decir, sin pisarse los pies y bailando la misma música. Creo que se puede entender, o tal vez no se puede, sería muy complicado que uno bailara un vals y el otro se pusiera a bailar bachata o música ye-ye, y para esto habían contratado una orquesta, para bailar al son que marcara para todos y no para el ritmo que cada uno quisiera bailar.
✱✱✱
El primero en llegar fue Aries, él tenía reservada la mesa I, era un luchador nato, con gran ímpetu y agresividad, como siempre sucede él quiso ser el primero en todo, siempre quería ir por delante de los demás, no consentía estar en medio ni ser el último, llegó acompañado de su impaciente sombra, disfrazado de carnero y con unos cuernos enrollados alrededor de su cabeza. Él debía encontrarse allí con su opuesto Libra, era su pareja en el baile de Carnaval, y así él llegó con una impaciencia enorme, ¡ya estaba pidiendo que comenzara la función! y sin antes esperar a que llegaran los demás. El director del escenario le colocó en su lugar mientras él no paraba de rumiar hierbas campestres y que comenzara ya.
Después llegó Tauro, él tenía reservada la mesa II, él era mucho más tranquilo y paciente, no tenía prisa por encontrarse con su pareja, le daba cierto temor y así pensó que cuanto más tarde mejor, llegó disfrazado de toro y acompañado de su terca sombra, con un par de enormes cuernos y dispuesto a embestir al primero que le molestara, y moviendo la cola para intentar espantar a una mosca. Debía encontrarse con su opuesto y complementario Escorpio, era su pareja en el baile y por esto no tenía prisa, le gustaba disfrutar de los placeres terrenales, vivir y comer bien, era muy sibarita, amante de los buenos manjares y de las buenas fondas, y cuanto más tarde llegara la muerte mejor.
El tercero fue Géminis, tenía reservada la mesa III, pero como
a veces le sucede llegó casi en pelotas, solamente iba vestido con una
toalla que tapaba sus partes pudorosas, se había pasado todo el día
queriendo decidir qué disfraz ponerse y al final no lo supo. Llegó
también acompañado de su indecisa sombra, medio en pelotas también, y por supuesto,
y con quien no se hablaba desde hacía mucho tiempo. Era muy difícil la comunicación, él tenía dos caras y según
el momento sacaba una o la otra, y no había manera de que se pusieran de
acuerdo, siempre cambiando de opinión, ahora esto y después lo otro,
ahora sí y después no, ahora quiero y después no. Debía encontrarse con Sagitario.
El siguiente en llegar fue Cáncer, tenía reservada la mesa IV, tan modosito como siempre, tan tímido él que llegó disfrazado con su propia casa, con su caparazón de cangrejo, por si fuera necesario refugiarse en él y esconderse de los demás, y moviendo sus pinzas continuamente, como queriendo advertir a los otros de que no se acercaran demasiado. Llegó también acompañado de su sensible sombra, y allí él debía encontrarse con su opuesto y complementario Capricornio, estaba prohibida la entrada en el baile a otros personajes y no pudo ir acompañado de su madre ni de su abuela ... No tenía más alternativa que enfrentarse en solitario con el mundo y bailar al son de la música que sonara.
Llegó el turno de Leo, tan presumido y juguetón como siempre, había dejado su castillo y tenía reservada la mesa V, llegó disfrazado de león, rugiendo como él suele hacer en situaciones con otros individuos, para prevenirles de su llegada y de que no debían situarse por encima de él, pues no lo permite porque es el rey y quería ser el director de la orquesta del baile de Carnaval, y él quería que sonara su música preferida. Llevaba la melena suelta, no quiso hacerse una coleta, pues en su infancia le habían dicho que una coleta era cosa de niñas. Le acompañaba también su orgullosa y humilde sombra, era obligatorio para todos y allí él debía encontrarse con su opuesto y complementario Acuario.
A continuación llegó Virgo, tan inocente y virgen, ¡pero medio despelotada para dejar de serlo!, con un disfraz que más bien eran tres margaritas, se había estado pensando tanto, en cómo vestirse y ayudar a su vecina con una receta de cocina, que al final no tuvo tiempo de comprarse un disfraz para el baile. Tampoco tuvo tiempo de preparar el botiquín y no pudo llevar consigo sus medicinas, ni la de antes ni la de después, ya se me entiende ... Se le situó en la mesa VI y desde allí debía encontrarse con su opuesto y complementario Piscis, se había olvidado del flotador y tenía un cierto miedo de hundirse en las aguas de su pareja, no estaba segura de poder sobrevivir.
Como si fuera a un baile en el mercado llegó Libra, y con sus balanzas colgando de sus brazos y temblando, temía que no estuvieran bien equilibradas y diera la imagen y el pesaje equivocado a los demás, y más en concreto a su pareja Aries, temía que la embistiera al verla o en algún momento del baile. La acompañaron hasta la mesa VII y allí se situó, en la espera de que comenzara todo el tinglado montado, mientras tanto seguía con sus platillos temblando y también pensando que quizás podrían llamarla para que los tocara en la orquesta, mal asunto para ella porque se podría quedar compuesta y sin novio, pero pensando también que estaría bien arrearle a su pareja con los platillos.
Arrastrándose por el suelo apareció Escorpio, ya moviendo el aguijón de su cola de escorpión, para que todos le vieran bien y se asustaran, pensando ya de quién vengarse y clavárselo, y para ver si se iba con él al infierno. Ya estaba pensando en cómo él debía manipular a su pareja, para que bailara aunque no le gustara el ritmo, y en dónde clavarle su aguijón, pues su pareja Tauro es muy grande y hay muchos lugares donde hacerlo. Le condujeron hasta su mesa VIII y allí él debía esperar con su vengativa sombra, y además debía pensar mientras tanto en cómo boicotear el baile, porque si no le gustaba tenía la intención de hacerlo, aunque jodiera a los demás y aunque él se quedara también sin fiesta.
Trotando al galope llegó Sagitario y con su disfraz preferido de centauro, mitad hombre y mitad caballo, con su arco preparado para lanzar flechas a quien más le apeteciera, aunque sabía que su pareja Géminis, tan dubitativo siempre, ya le estaba esperando. Él necesitaba una aventura, se adentraba en un espacio nuevo para él y quería conocerlo a fondo, observando primero a los demás personajes. Se le condujo a su espacio, a la mesa IX reservada para él, donde además había un farolillo, de los que gusta usar, cuando todo se queda a oscuras y no ve lo que tiene ante las narices, aunque también iba acompañado de su oscura sombra, tan oscura que no la podía ver.
Moviendo la colita y parpadeando de continuo llegó Capricornio, disfrazado de cabra y con dos cuernos enormes, por lo cual más bien era un disfraz de cabrón, pero le ayudaban a verse un poco más alto aunque perdiera su imagen más real, se pensó que le podrían agradar a su pareja Cáncer, la cual había llegado antes y le estaba esperando. Tan cauteloso fue, que no se olvidó de verificar antes si le acompañaba su inseparable y reservada sombra. Le acompañaron hasta su mesa X y allí debía esperar, pero no le gustó mucho, prefería que estuviera más alta, a él le gusta estar en lo más alto y consideró esto como un insulto, sin embargo no pudo hacer nada por evitarlo y allí se colocó.
Más despelotado llegó Acuario y cargando con su cántaro y rebosando de agua, tapándole los bolingos y mojando el suelo, con el miedo que sintieron los demás al verlo, pues podría ser posible que resbalaran y el baile no se celebrara. Así se habría salido con la suya, quería ser libre de hacer en cada momento lo que más le apeteciera, en fin, había que darle una oportunidad y esperar a que se secara. Le acompañaron hasta su mesa reservada y era la mesa XI, antes había llegado con su déspota sombra, ¡bien dispuesta a manifestarse si le dejaban!, y mientras tanto allí se situó, pensando en que se encontraría con su pareja Leo, y además de que éste podría entorpecerle e impedir sus planes durante el baile.
Y por fin llegó Piscis, y tan perdido como siempre no supo encontrar el camino, confuso como iba dio un resbalón y se cayó al mar, cuando lo rescataron, junto a su sombra, resultó que ambos se habían convertido en peces, ya eran dos y cada uno quería ir en direcciones contrarias, no se ponían de acuerdo entre ellos, uno quería ir al baile y el otro no quería ir, y así, tuvieron que meterlos dentro de una pecera y llevarlos hasta el escenario del baile ... Mal asunto para su pareja Virgo, pues cuando ella vio esto casi le da un infarto, y no sabía cómo hacer para bailar con los dos peces ... Dado que Piscis fue el último, pues le colocaron en la mesa XII, no habían más y podía comenzar el baile de Carnaval.
✱✱✱✱✱
Todos estaban situados en su lugar, solamente faltaba la llegada de la orquesta y ya estaban hasta las narices de esperar, además de que habían sido tan gilipollas que la habían pagado por adelantado, así pues poco a poco los ánimos se fueron caldeando, puteados como se sentían por tal estafa ... Géminis, el encargado de las telecomunicaciones, telefoneó al director de la orquesta, pero no pudo hablar con él, salió una voz que le decía: "el teléfono al que llama está desconectado o fuera de cobertura", ... y esto le enfadó muchísimo, tanto que con altas voces pidió consejo a su pareja Sagitario, tan sabio él y tan harto cómo se puso, por las disonantes voces de su pareja, pues le lanzó una flecha que se clavó en un brazo, y después invadió su espacio y le coceó con sus patas traseras, haciendo que las toallas volaran por las aires y que sus bolingos también se quedaran al aire.
Aries estaba muy impaciente y sacó toda su rabia contra su pareja Libra, quien no tenia toda la culpa, pues la culpa era de todos y de él también, pero quiso pagarlo con ella y casi la mata, pues la embistió invadiendo su espacio y los platillos de su balanza saltaron por los aires. Tauro, tan paciente como fue siempre, comenzó a patear el suelo, soltar pedos y estaba dispuesto a embestir a su pareja, a Escorpio, quien no sabía con quién debía vengarse, pues la orquesta estaba ausente, y quería clavarle el aguijón al toro. Cáncer, tan modosito él, pues en esta ocasión no se encerró dentro de su caparazón, él quería desahogarse de alguna forma y con sus pinzas estaba chinchando a su pareja Capricornio, quien muy cabreado se hartó del cangrejo, invadió su espacio y le embistió estrellándolo contra el suelo, y casi haciendo añicos su caparazón.
Leo, que estaba viendo todo esto, con cierta distancia, pues comenzó a rugir de tal manera que todos se quedaron asustados, pero lo pagó su pareja Acuario, pues del susto se le cayó el cántaro al suelo y se rompió, dejando también al aire sus bolingos, el pobre se quedó sin agua y mojó todo el suelo del escenario, no podía recogerla pero le tiró los pedazos a Leo sobre su cabeza, despeinando su melena. Virgo, al borde del infarto otra vez, por todo lo que estaba sucediendo, se levantó de su lugar y pegó un patinazo, se le cayeron las tres margaritas y se quedo en pelota viva, mientras que su pareja Piscis, aún dentro de la pecera y junto a su pez sombra, comenzó a reírse de ella, y así pues ella no tuvo otra opción, para desahogarse, que coger la pecera y estrellarla contra el suelo, ... hubo cristales por todas partes y los peces intentando sobrevivir ante tanto alboroto, uno se quedó y el otro se largó.
Después de esto, ¡¡ya todos contra todos!!, todos invadiendo el espacio de los demás, mojándose por el agua del suelo, resbalando y dando patinazos y culazos, cortándose con los cristales de la pecera, unos sangrando por las patas y otros sacando espuma por la boca, más de uno rompiéndose el culo con las caídas, y culpándose mutuamente por lo sucedido, por haber sido todos tan gilipollas de pagar a la orquesta por adelantado. Leo mordió el culo de Virgo y mientras ella le tiraba de la melena, Libra se paseó tocando los platillos de la balanza y con la cabeza de Géminis en medio, Tauro embestía con sus cuernos a Sagitario, quien no paraba de lanzar flechas contra los demás, principalmente las dirigía hacia sus posaderas, excepto a Escorpio, quien las tenía pequeñitas y a quien no logró alcanzar, pero que clavaba su aguijón a todo quisqui, y sobre todo a su pareja Tauro.
Acuario, despelotado como había quedado, debido a la rotura del cántaro, pues se animó y se fue tras Virgo, y ya sin sus tres margaritas, ella corriendo para que no la alcanzara también pegó un patinazo y fue a caer frente a Géminis, quien antes había perdido la toalla, y tampoco se lo pensó mucho, en esta ocasión decidió muy rápidamente lo que debía hacer, pero no lo escribo por ser una materia reservada para adultos ... Acuario se sintió muy frustrado, y poniéndose una margarita de Virgo en sus partes, se fue en busca de Escorpio, quien de inmediato le clavó su temido aguijón en un lugar muy delicado ... A Capricornio ya no le importaba su imagen, comenzó a embestir a todos, a uno tras del otro, ya no le importaba lo que dijeran de él, mientras que Cáncer, tan modosito él, se escondió en el interior de su caparazón de cangrejo, mal asunto para él porque Tauro le pasó por encima y lo destrozó, y mientras que Escorpio le saltó encima y le siguió clavando su aguijón envenenado.
Piscis era el más sufrido de todos, ya transformado en un pez poco podía hacer y todos le pisoteaban, mientras que su pez sombra había huido antes, pero para esto había nacido, para ser la víctima de los demás ... Dicen que no hay mal que por bien no venga, ... habían ido todos para celebrar un baile muy especial, y para desahogarse de su aburrida y monótona vida, ellos habían ido para dar rienda suelta a los instintos primarios que guardaban, habían ido para sacar su verdadera imagen con los disfraces, y todos lo consiguieron, no hizo falta que llegara la orquesta ni que se celebrara el baile de Carnaval ... ¡¡No hay mal que por bien no venga!! ... Todo gracias a la ausencia de la orquesta, pues si la orquesta hubiera llegado a tocar, igual para todos, hubieran bailado al mismo son y ritmo, pero no hubieran podido aparecer "sus sombras", los disfraces las hubieran ocultado.
Texto del libro "Tres hermanos y un final" - Diario de un karma familiar (IV) - El Juego del Escondite (el encuentro). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.
Como ahora estamos en tiempos de Carnaval, y aunque no lo estemos, aquí dejo un vídeo con música que puede quitar el mal gusto del final, además de seis hermosas señoritas, son la mitad de los doce personajes del baile del Zodiaco, han sido las supervivientes de la guerra, y es lógico, ¡¡solo podían quedar seis!!, ... ya no hace falta que cada oveja baile con su pareja.😲
Feliz Carnaval,
los mejores están en Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria,
en las Islas Canarias (España) 😉
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9 comentarios:
También los carnavales de Barranqulla en Colombia y los de Cádiz en España son de los mejores del mundo mundial, no me olvido, antes de que se monte otra guerra. Saluditos a los colombianos y a los gaditanos, a los canarios ya se los he desmostrado antes.
¡¡"materia reservada para adultos"!!, yo soy adulto, podrías decirme qué pasó entre Géminis y Virgo???? Creo que le puede interesar a otros más, no dices si también estaba la sombra de Géminis, así debían ser tres. Gracias, me has hecho reír un rato.
Efectivamente, eran tres, hicieron un trio los gemelos y la virgen, te contaré lo que hicieron, se pasaron por todas las mesas de los demás, ya que estaban desocupadas, y se bebieron todos los cubatas que pudieron y acabaron borrachos, ¿acaso te imaginabas otra cosa? ... Saluditos.
Què lindo !!!! A mì tambièn me ha hecho reìr un rato , me encantò . Nativa.
Pues a reír todos, ya está bien de tanto llanto, el toro y el escorpión se lo pasaron en grande. Saluditos.
Yo creo que todos nos imaginábamos otra cosa, pero en fin, ya sabemos que hay mentes calenturientas que se imaginan lo que quieren, cada uno según su manera de ser, pero también podría haber sido que se fueran juntos a un sauna. J.A.
Bonita historia o mejor dicho alegoria. Menuda fiesta se montaron estos. Yo también estoy ahí, soy de los que se quedó en pelotas.
Pero no nos dicen que hiciste después de quedarte en porretas. Me alegra que te haya gustado. Gracias por comentar.
Carnaval Carnaval
Carnaval te quiero
La la la la la la la
Bailaremos sin parar
En el mundo entero .....
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