domingo, 12 de febrero de 2017

EL PRECIO DEL VICTIMISMO SE PAGA

El pago o contraprestación entre salvador y víctima
El pago o contraprestación entre médico o naturópata y enfermo
El pago o contraprestación entre psicólogo o astrólogo y cliente
El triángulo salvador-víctima-verdugo o perseguidor,
o el porqué yo considero que debe existir el pago o contraprestación 

-dedicado a quienes piensen que debe ser gratuito-
-dedicado a quienes no se valoran ni saben hacerlo, y además desvalorizan a otros-
-dedicado a las víctimas que inconscientemente buscan su verdugo-

Símbolo de Neptuno o Poseidón

Salvador de los demás, víctima de uno mismo.
Víctima de los demás, verdugo de sí mismo.
Si no quieres acabar siendo víctima, mejor no te conviertas en salvador.

Si no quieres ser verdugo, mejor no quieras ser salvador o víctima.
 Si quieres seguir siendo víctima, busca un salvador externo.
Si quieres dejar de ser víctima, busca tu salvador interno.

Si quieres dejar de ser salvador, busca tu víctima interna.
La víctima que no se valora, necesita compensarlo buscando otra víctima.


EL PRECIO DEL VICTIMISMO SE PAGA

(lo mismo que el salvador también paga su precio)
Jesucristo lo pagó con la crucifixión por sus verdugos,
¿o acaso tú prefieres que aparezca el verdugo?, ...
para ajusticiar al salvador y a la víctima ...

Está claro que todos necesitamos de la ayuda de los demás, en algún momento de la vida, está claro que no siempre tenemos el conocimiento suficiente para hacerlo, sin ayuda de otros, esto sucede en muchísimas ocasiones, por ejemplo sucede cuando un enfermo (una víctima) busca a un médico, un psicólogo o similar (un salvador), pero en esto ya suele haber un gran problema. Generalmente los médicos están incluidos en un sistema de la seguridad social, ya por tanto no se pagan, lo paga el seguro, que por supuesto nosotros hemos estado pagando antes, pero en un caso así no se puede valorar el correcto trabajo de un profesional, inclusive aunque se trate de un médico o psicólogo de pago. La gente espera que el médico (salvador o rescatador) haga todo, y mientras tanto el enfermo nada especial quiere hacer por sí mismo, y todos esperan que las pastillitas solucionen su problema, pero nunca es así, las pastillitas nunca pueden solucionar algo, que debería hacer el propio enfermo o víctima.

Siempre somos víctimas de nosotros mismos, esto lo primero, y por tanto nosotros deberíamos salvarnos, no buscar a alguien que lo haga. Si hemos enfermado por una pésima alimentación o una pésima relación con nuestra mente y nuestro cuerpo, pienso que es fácil entender, que uno debería ser el salvador de sí mismo, es decir su propio médico, aunque para esto necesite de la orientación y ayuda de un médico, o un psicólogo o similar, pero nunca se debería dejar en sus manos la responsabilidad que nos corresponde. De la misma manera que el profesional médico o salvador, no debería nunca hacerse responsable de la salud de sus enfermos o víctimas. 

Cada uno de nosotros debe ser responsable de su propia salud, y tanto si nos atiende un médico del seguro como de pago, y tanto si nos atiende un médico como un naturópata, y tanto si somos atendidos por quien sea, haciendo por nosotros mismos todo lo que sea necesario hacer, tanto en la dieta como en los comportamientos psicoemocionales y físicos. Un buen profesional de la salud nunca debe pagar los errores o "pecados" de sus enfermos, son los enfermos quienes los deben pagar, para así aprender y no repetirlos en el futuro.

Mal médico sería aquél que no sabe explicar esto a sus enfermos, y también mal enfermo sería aquél que no es capaz de hacer por sí mismo, creo que se puede entender. De la misma forma, en todos los actos humanos, en los cuales hay un servicio, deben ser pagados, sea en dinero o sea en especies, pero nunca deben ser gratuitos para nadie, yo no creo en la medicina gratuita, yo creo que hace mucho daño a la gente, los convierte en dependientes, y los convierte en más víctimas de lo que son. Partiendo de esto, el día que el enfermo o víctima se da cuenta, de que se ha hecho mucho daño, y que el profesional médico no se lo ha hecho ver, pues pasa lo que debe pasar, que la víctima se convierte en verdugo, acusador o perseguidor de ese médico o el similar, que no supo evitar el triángulo salvador-víctima-verdugo, del mismo modo que también el médico salvador se convierte en verdugo, de su enfermo víctima, al ver que no ha sido capaz de hacer todo lo que debía hacer por él, cuando había sido prevenido y recetado por el médico. Por supuesto en una medida más o menos mayor, de acuerdo con la Ley de Vibración.

Partiendo de todo esto, entiendo que todo intercambio entre dos personas, entre un salvador y una víctima en concreto, debe ser mediante el pago de los servicios, sea dinero, sea en especie, o sea en trabajo, pero nunca debería ser gratuito, pues de hacerse, así nunca es valorado como corresponde. Así pues, malo para el profesional salvador y malo para el enfermo víctima, ya que así continuarán ambos haciendo su papel en el triángulo fatídico de Karpman, serán salvadores, víctimas y verdugos por toda la eternidad de los tiempos, en este Teatro de la Vida, en el cual a veces interpretamos un papel u otro, hasta que descubrimos los efectos nefastos del triángulo. 

El problema es que la gente en general no suele entenderlo, está claro, ¿cómo puede entender esto quien es víctima de sí mismo?, … ¿cómo puede entender esto quien todavía no se ha dado cuenta, de que no existen enfermedades, sino enfermos?, … ¿cómo puede entender esto quien no se ha dado cuenta, de que él mismo se ha provocado sus propios males, de que él mismo ha sido su propio verdugo? … Ya lo dice la Ley de Causa y Efecto, "toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa", … y realmente la casualidad no existe, todo es “causalidad”, y el camino que estamos recorriendo ahora, lo hemos trazado antes sembrando las causas, ahora es tiempo de recoger los propios efectos, de recoger lo que hemos sembrado.

Texto del libro "Tres hermanos y un final" - Diario de un karma familiar (IV) - El Juego del Escondite (el encuentro). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

P.S.: Como todo en la vida, nada es absoluto, todo es relativo, y no se puede medir a todos con el mismo rasero, algunas veces hay condicionantes que se deben tener en cuenta, para no cobrar por estos servicios o ayudas a la gente, que realmente no puede pagar, pero, si la víctima o enfermo, tiene dinero para sus caprichos o vivir bien, también debe tener dinero para pagar a otros, sean médicos, o psicólogos, o astrólogos, o enfermeros, o asistentes, o lo que sea, pues también tienen derecho a tener sus caprichos y a vivir bien, ¿verdad?, ... y sobre todo también tienen derecho a comer y vestir.

Has de saber, que si no te valoras, y por tanto te desvalorizas, aunque no te des cuenta de esto, necesitarás compensarlo buscando alguien a quien desvalorizar, es para compensarlo, tal vez lo harás con tus hijos o con otros, y así de oca a oca continuarás con el karma familiar, el que recibiste de tu padre, o de las personas que te desvalorizaron en tu infancia o juventud, ¿lo entiendes? ...

✽✽✽✽✽✽✽✽ 

Si quieres leer el texto completo, relacionado con el arquetipo del salvador-víctima-verdugo, puedes pinchar aquí: salvadores, víctimas y verdugos


Aquí encontrarás las entradas del blog, separadas por temas: enlaces directos

Procesión de Semana Santa
 El Salvador y Víctima Jesucristo crucificado por sus verdugos

8 comentarios:

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

En una ocasión, de las miles y millones que pasa lo mismo, hubo un trabajador que hizo una hora extra en su trabajo, el jefe le hizo quedarse para atender a un cliente, había una venta que le reportaría un gran beneficio, pero después el jefe no se lo agradeció y tampoco le pagó esa hora extra ... Este trabajador se sintió muy molesto por ello, pero se calló por miedo al jefe, y así para salvar una venta al jefe, se convirtió en salvador y víctima del jefe (y en víctima y verdugo de sí mismo).

Al salir de su trabajo fue a su casa, pero se encontró que su mujer y su hijo ya habían comido, y que su comida estaba fría ... Molesto como estaba con el jefe (y con él mismo), quiso pagarlo con su esposa, quiso compensarlo con su esposa, se convirtió en el verdugo de su esposa, con gritos porque la comida estaba fría ... La esposa se calló para salvar el matrimonio, y así se convirtió en víctima de su esposo (y de ella misma) y en salvadora del matrimonio (y verdugo de sí misma), pero cargaba un enojo acojonante, y para compensarlo lo pagó con su hijo, se convirtió en la verdugo de su hijo, y sin ningún motivo, no le dejó ver la película de la tele y le mandó a su dormitorio a estudiar.

El hijo se vio víctima de su madre, pero no se atrevió a decirle nada, para salvar la paga del fin de semana, y se convirtió en el salvador y víctima de su madre (y en víctima y verdugo de si mismo), pero para compensarlo fue a darle una patada al perro, quiso descargar su rabia, compensar su victimismo y convertirse en el verdugo del perro.

El perro, mucho más listo y valiente que el padre, la madre y el hijo juntos, cuando vio que iba a darle una patada, le mostró sus dientes de tal manera y con tanta agresividad, que el hijo no se atrevió a darle una patada, salió corriendo y se metió en su habitación a estudiar.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Yo también tengo una historia que contar. Hace una serie de años tuve dos clientas, no se conocían entre ellas, cada una vino por su lado. Cada una tenía un problema de salud específico, nada grave que no tuviera remedio, el problema era diferente pero su actitud era la misma, el victimismo, el pobre de mi, y además estaban pobres de dinero, eso decían ellas, que su economía estaba bajo mínimos y les era difícil pagar mis honorarios.

Yo, tan tonto como era antes, ahora ya no lo soy, les solucioné su problema de salud en poco tiempo y además no les cobré por ello. Y ellas, cada una por su lado y en tiempos diferentes pero muy cercanos, se fueron de vacaciones durante una semana a Marruecos, a comer cus cus y otras delicias moras. Esto me contaron al regresar, pero ninguna me invitó a ir yo también de viaje, tuvieron dinero para lo que quisieron ... Y colorín colorado, esta historia real se acabó.

Carmen dijo...

¡¡se fueron a comer cus cus y otras delicias moras!!, me has hecho reír y sí, hay gente que sabe hacerlo muy bien, vivir a costa de los demás, haciéndose las víctimas y esperando encontrar a su salvador, al pardillo de turno como dices que fuiste, en fin, ¿cuándo nos vamos a Marruecos de vacaciones????. Ya me lo dirás.
Me ha gustado la historia de la familia y el perro, hay mucho que pensar en esto, es como el juego de la oca, el que no te gusta jugar, de verdugo a verdugo, de víctima a víctima, de salvador a salvador y tiro porque me toca. Saluditos. Salam aleikum.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

aleikum salam leila. Es para reír y ya va bien. Yo les pagué una parte del viaje, al no cobrarles, como un pardillo y un "pardal" como dicen aquí. Lo de la familia no he querido que fuera numerosa, ya te puedes imaginar si fueran una docena de hijos, nos daban las uvas de fin de año. Lo del viaje lo dejo aquí y así voy practicando el idioma, jijiji. يمكنك شراء تذاكرالسفر والبقاءفي رياض، مع حديقة ومليون نجم

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Paso aquí un comentario recibido por iPhone:
Buenos dias Rey, Leido. Tienes razón, no debo salvarle el culo a tanta gente,al final seré yo el dado por culo.

Respuesta: Posí, vas aprendiendo a no tener almorranas en el culo, que las tengan los demás, si les gusta. Sarna con gusto no pica.
El Conde de Monteculo.

Anónimo dijo...

El salvador siempre acaba convirtiéndose en víctima de la persona que ha querido salvar. excepto el perro de la historia que he leído más arriba, hay que aprender a no continuar con esta rueda sin fin. El día que la rueda se detiene se acaba el juego. JA

Anónimo dijo...

En este mundo todo tiene su precio y debe ser así, mucha gente piensa que las cuestiones de salud deben ser gratuitas, estamos acostumbrados a que lo pague la Seguridad Social, aunque lo hayamos pagado antes con nuestros impuestos. Cuando alguien acude a un profesional que no está en el seguro, debe pagar, no se puede ir de víctima por el mundo y esperar que te atiendan gratis. Todos tenemos derecho a comer y a vivir, y nadie tiene el derecho de vivir sobre nosotros. Hay algo que yo sé muy bien, cuando un enfermo acude a un naturópata que no lo cubre su seguro, es porque su médico del seguro no ha sabido solucionar su problema. Nos enfermamos por nuestra propia culpa, nadie más la tiene, y todos debemos pagar nuestras culpas. Cuando nos vemos obligados a pagar un médico, SIEMPRE NOS CUIDAMOS MÁS, PARA NO ENFERMAR Y DESPUÉS PAGAR. Voto por lo que usted ha escrito. Las víctimas que no quieren reconocerse como tales, siempre buscan alguien a quien victimizar, así lo compensan y no lo ven en sí mismos. Un saludo.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Buen comentario que agradezco, ... me ha gustado ·"nos enfermamos por nuestra propia culpa y todos debemos pagar nuestras culpas". Si hubiéramos de pagar estoy seguro de que nos cuidaríamos más. Un saludo.