sábado, 12 de noviembre de 2016

LA SOMBRA DE LA LIBÉLULA

-Una regresión al pasado (Saturno, dios del tiempo)-
-Una regresión de homotoxicosis cuerpo/mente-
-Una liberación somato-psíco-emocional-
-Una experiencia práctica de transmutación y destino-
-Una experiencia escorpiana de muerte y en la casa V-
-Una "causalidad" y coincidencia como una catedral- 
  
Símbolo de Saturno

"dedicado a mi madre, e.p.d., en una mañana como hoy, 12/11/2016,
mientras yo estaba haciendo una meditación,
ella ha aparecido sonriente y me ha dado un abrazo y un beso,
yo la he sentido en toda plenitud, para ella, allí donde esté" ...

En este preciso tiempo, en mi actual revolución lunar, y hoy con la Luna en el signo de Aries, hay una cuadratura de Urano (lo repentino e inesperado), en mi casa XI (el amor recibido), y Marte y Plutón en mi casa VIII (la muerte y el más allá).

 3 noviembre 2012

LA SOMBRA DE LA LIBÉLULA 

Ha llegado la noche y de nuevo en casa, después de una caminata no demasiado larga, pero no he podido dejar de darle vueltas durante un par de horas, mientras que caminaba, a lo que me ha sucedido esta tarde antes de salir de casa … Eran las 16,05 h. de esta tarde cuando he cerrado el ordenador, donde estaba escribiendo unas cosas, y la última era cambiar unos parámetros de todo lo que he estado escribiendo, en estos últimos años, por lo cual he tenido que hacer varios reajustes, porque ya debo estar por más de las 1.000 páginas. He tenido que regresar a lo que escribí, durante el tiempo en que vivió mi madre conmigo, y así cuando he llegado a leer lo que fueron sus últimos días, ya no he podido dejar de sentir un enorme desasosiego dentro de mí, y es algo que me ha removido de nuevo todo el tema de su muerte, del más allá y del más acá … He sentido un pequeño terremoto emocional, que se ha movido en algún lugar de mi cerebro, y que al mismo tiempo, entiendo, que ha tenido una repercusión en la zona de Escorpio, que ayer se me removió de una forma muy concreta.

Ayer estuve con un amigo masajista y para que intentará soltarme un pequeño bloqueo, que yo mismo estaba sintiendo desde hacía varios días, a nivel de la articulación coxofemoral izquierda. Una mínima sensación de que algo estaba escondido ahí, pero que yo no había podido liberar, con los ejercicios que hago normalmente a diario, y por lo cual decidí que él intentara hacerlo, y lo pudo hacer. Lo realmente llamativo fue, que yo notaba la molestia en el lado izquierdo, y sin embargo, cuando él comenzó a mover también la articulación coxofemoral derecha, yo volví a sentir el mismo tipo de dolor, algo que antes no había notado para nada y que yo ignoraba por completo.

No me extrañó, pues hay multitud de pequeños bloqueos musculares, que no duelen para nada, y que van saliendo en la medida en que uno se ejercita, y algo que últimamente he hecho poco, porque todavía no he comenzado a hacer las grandes excursiones por la montaña, que son las que me mantienen siempre la flexibilidad de la mitad inferior de mi cuerpo. Estas articulaciones son justamente la unión del hueso coxal con el fémur, por tanto, a nivel de la Astrología Médica, se corresponden con la unión del signo de Escorpio y del signo de Sagitario, lo que quiere decir, que si no hay suficiente flexibilidad física, tampoco la hay a nivel psíquico, y lo cual quiere decir que hay información ignorada y almacenada, en la mente inconsciente, y que al liberarse puede ascender a la mente consciente.

Hasta aquí todo más o menos normal, porque es un tema bastante fácil de entender, cuando se trabaja la polaridad cuerpo-mente. El bloqueo se liberó ayer, pude sentirlo después cuando salí a caminar, pues ya no notaba molestia alguna, lo cual me congratuló mucho, pues ver el efecto de un trabajo siempre es gratificante para mí y para la persona que lo hizo … Anoche yo estaba esperando que se moviera algo y así ha sucedido, ha sido una noche tormentosa y parece que el sistema nervioso ha movido algunos hilos, y así la información ha seguido su curso, ya que al liberar el músculo cerrado, se libera también el nervio congestionado. Otra vez esta mañana he amanecido con una inflamación en mi sistema nervioso central, en la zona del lóbulo occipital y los temporales del cerebro, y que a lo largo del día ha cedido totalmente tomando vitaminas del grupo B y magnesio. Parece ser que el tránsito actual del Sol, que hace una conjunción con mi Saturno y mi Luna de nacimiento, sigue haciendo su trabajo, y aunque es un trabajo en el que estoy colaborando yo también, por supuesto no rehuyo para nada este asunto y no lo bloqueo de nuevo, como pude hacer muchos años atrás de mi vida y más en concreto en los años de la infancia, y aunque sé también que proviene del momento de mi nacimiento.
 

 
La casualidad y la causalidad

Lo que más me ha llamado la atención ha sido precisamente, cuando estaba leyendo el capítulo escrito de la muerte de mi madre, eran las 16,05 h. de la tarde cuando ya he decidido cerrar el ordenador, porque ya no podía más de la angustia que sentía, ya después me he tumbado en el sofá, simplemente ha sido para zapear y encontrar alguna película de televisión que pudiera ser interesante. Después de teclear en todos los canales, me he detenido en una película que justo acababa de comenzar, y donde aparecían unos médicos en un hospital, no sabía más del tema, ni yo sabía de qué se trataba, aparecía Kevin Costner, haciendo su papel de médico y aquí me he quedado para verla, pues siempre se puede aprender algo más en los asuntos de medicina. A los pocos minutos he podido darme cuenta, de que ya había visto la película anteriormente, y aunque no recordaba de qué se trataba el argumento, pero algo que he sabido pocos minutos después, cuando han comenzado a acudir a mi memoria las diferentes escenas que iba viendo. Se trataba de la película Dragonfly, o La Sombra de la Libélula, que había visto hace unos años, pero que tampoco recordaba mucho más, ni cómo seguía ni cómo acababa, así que he decidido volver a verla, los otros canales no me interesaban y aquí me he quedado y hasta que después de casi dos horas ha terminado.

El argumento es muy simple, se trata del jefe de urgencias de un hospital de Chicago, y a quien de nada le sirve su experiencia profesional cuando fallece trágicamente su esposa, que también es médico … La esposa se encontraba en misión cuando falleció en un accidente de autobús, en las montañas de Venezuela. Pasados 6 meses de la muerte su cuerpo continuaba sin aparecer, y mientras que su marido era incapaz de superar el dolor por su pérdida. En ese tiempo comienza a captar ciertas señales que parecen indicar que ella quiere comunicarse con él, se trata de una forma abstracta que se le empieza a aparecer en todo lo que le rodea, y la cual quiere indicarle que debe mirar, más allá de lo que tiene ante los ojos, si él quiere encontrar la respuesta a sus preguntas. Esa forma es similar a una libélula (dragonfly).

Un argumento muy interesante, porque es un tema que me apasiona y por muchas cosas, que me han sucedido a lo largo de la vida, y porque en estos días yo estoy viviendo cierta “forma de muerte”, como me sucede cada año cuando llegan los días de Difuntos y de Todos los Santos, y porque estoy muy hipersensible a este tema ya que el tránsito solar incide, y directísimamente, sobre el tema más difícil que tengo en mi carta astral … Es una película que trata, básicamente, sobre las comunicaciones que recibe el médico desde el más allá, su esposa quiere comunicarle algo muy importante, que se descubre al acabar la película. Durante un tiempo él recibe avisos y comentarios, a través de los niños del hospital y que pasan por trances de muerte, avisos que no puede entender y que al final le llevan a buscar el sitio donde murió su esposa. Después de un viaje a la jungla venezolana, y de estar también a punto de morir ahogado en el mismo río, descubre que los indios estaban cuidando a un bebé, su hijo, que después le entregan. Parece ser que la mujer murió allí estando embarazada, ya después de ser rescatada por los indígenas, ¡¡pero pudieron salvar al bebé!! y éste es el aviso que su esposa le quería mandar desde el más allá, ¡¡que él debía acudir en busca de su hijo!!.

Lo más sorprendente de todo, y que me ha dejado los pelos de punta, ha sido que hace apenas un momento, he consultado los movimientos astrales que había, justamente sobre las 16 h., ya cuando había cerrado el ordenador y me había puesto a ver la película, y me encuentro con lo siguiente. A las 16,12 h. se estaba produciendo la conjunción, exacta, del Sol a 11º37' del signo de Escorpio, en mi casa V, con el punto medio exacto entre mi Saturno y Luna natales, es decir, el punto culminante al que se llega después de que comenzó hace 3 días, pues ahora le faltan 3 días más para que termine. Me he quedado de piedra, cuando he confirmado la hora exacta, ya que a esto no se le puede llamar solamente una "casualidad", es también una"causalidad" enorme, al estar viendo una película sobre una muerte y una comunicación con el más allá, en el exacto momento en que se produce el tránsito, y además teniendo en cuenta que se juntan todos los ingredientes, que se relacionan, precisamente, con el momento de mi nacimiento, y de acuerdo con lo que significa esta posición en mi carta natal. 

El signo de Escorpio está relacionado con el nacimiento, con la muerte y el más allá. El planeta Saturno está relacionado con el padre, y un karma con un nacimiento muy penoso y controlado. La Luna relacionada con la madre y el niño está relacionado con la casa V … ¡No falta ni un solo ingrediente de este cóctel!, el nacimiento de un niño, en un parto o cesárea, y a vida o muerte, que al nacer se ve abandonado por su madre, que estaba muerta, y un padre ausente que en ese momento estaba a miles de kilómetros de allí, un bebé atendido por personas extrañas, que le salvan y que le cuidan, ¡y hasta que su padre le encuentra! … Después de esto me surgen de nuevo un montón de preguntas, la primera es: “¿cómo es posible, que, lo que he estado viendo en esa película, se corresponda con un nacimiento similar al mío, y que revivo en un momento del tiempo, exacto, a la conjunción que antes yo hablaba?” … 

Está claro que en mi caso no murió mi madre cuando yo nací, ni tampoco nací en la selva, ni mi padre estaba a miles de kilómetros, y sin embargo, mi padre no estuvo presente en el parto, mi madre debió quedar medio inconsciente después de un parto agotador, al tener que controlar el nacimiento, porque necesitó de 2 horas para llegar al hospital donde nací, y donde también me sentí abandonado en lo que debía ser una selva, o un caos de algún tipo, por todo lo que yo sé. Todo esto son ingredientes muy suficientes para provocar una angustia vital, en el momento de nacer, y estoy convencido de que todavía no se ha liberado totalmente.

No sé si es especular demasiado, pero me resulta, tremendísimamente muy casual, que haya coincidido en ver esta película en el momento cumbre de las 16 h. y pocos minutos, porque, si yo hubiera seguido con el ordenador, lo que era mi intención, y si no hubiera leído el tema de la muerte de mi madre, ¡yo no habría visto esta película y habría seguido escribiendo! … Tampoco yo tenía intención de estar en casa hoy, y mucho menos ver la televisión a las 16 h. de la tarde, porque pensaba hacer una buena excursión por la montaña y para buscar setas, pero el día ha amanecido muy nublado y con riesgo de lluvia, por lo cual yo había decidido no salir.

Después de todo esto me sigo preguntando: “¿hasta qué punto está escrito todo lo que vivimos en este mundo?”, … ¡¡pues no dejo de asombrarme cada día más!!. Cuando me paro a hacer los cálculos exactos, me encuentro con unas coincidencias tan brutales, que ni yo mismo las puedo creer y mucho menos las puedo contar a otras personas, a quienes no tienen ni idea de lo que estoy hablando. Por esto escribo algunas, y tal vez para que mi querido Piticlín sea de nuevo mi confidente más fiel, el que nunca me ha traicionado, y el que siempre está frente a mí cuando yo necesito contar algo.

Texto del libro "Tres hermanos y un juicio" - Diario de un karma familiar (III) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Recomendado leer, si te interesa el tema: Vivencias de muerte y más allá -- Las regresiones al pasado

Si quieres leer otras experiencias relacionadas con regresiones, puedes pinchar el enlace siguiente y las encontrarás: bienvenida y enlaces directos

El viejo reloj de Sol de Saturno, el que marca los tiempos del destino

4 comentarios:

Carmen dijo...

Muchas cosas hay que no se pueden comprender con la razón y afortunadamente es así, es la señal de que existe algo más que no todos percibimos, yo sé que mucha gente sí lo puede hacer. Me ha gustado lo que cuentas, deja mucho que pensar, te pasan unas coincidencias muy curiosas. Es difícil entender estas cosas astrológicas, imagino que los expertos tendrán su explicación, para otros es complicadísimo entenderlo. Buenos días ¿has desayunado?

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, ya he desayunado, ya ves que pasan cosas que no se entienden bien, yo estoy seguro de que nos pasan a muchos y no nos damos cuenta. Hoy tenemos la Luna en Cáncer y ayer también, son días de mucha sensibilidad emocional. Ya cierro esto, es el tiempo de mis meditaciones, voy a reunirme con mi alfombra preferida. Ya veremos qué sucede hoy. Buenos días también para ti.

Anónimo dijo...

Interesantísimo el tema del que se habla, interesantísimas las coincidencias, que no son "casuales" por supuesto, sino que son "causales", no es fácil de entender esto para la gente en general, es muy difícil de aceptar que nuestra vida forma parte de una telaraña de acontecimientos que se unen y se separan, que se separan y que se unen, dependiendo de los hilos del destino..... Un tema apasionante para quien quiera encontrar la respuesta a las sincronicidades y coincidencias de la vida. Interesantísima su experiencia. Un gran saludo desde Palma.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Muy cierto, las sincronicidades de la vida, preparadas por la vida, para que la vida continúe, para que la vida siga haciendo su trabajo, ayudarnos a reencontrarnos con el pasado perdido, con el pasado olvidado, con el pasado en el presente continuo. Gracias por el comentario.