lunes, 28 de noviembre de 2016

EL ENGAÑO EN LAS RELACIONES

Un ejemplo de Neptuno en las casas de aire

Casa III (casa natural de Géminis): Entorno en el cual se vive, hermanos, primos, tíos, vecinos, la comunicación o la falta de comunicación en todos sus niveles (escritura y habla, teléfono, ordenador y otros similares), la comunicación con uno mismo o la incomunicación, voz interior que habla o enmudece, medios de transporte, coche, bus, bicicleta, patinete, (son otra forma de comunicación), desplazamientos cortos, mente concreta, el hemisferio cerebral izquierdo (masculino, racional, lógico y secuencial), decisiones o indecisiones, la teoría sin práctica, conocimiento o ignorancia, comunidades de todo tipo, enfrentamiento o huida, confianza o desconfianza, los gemelos, la dualidad, las dos caras, etc.

Casa VII (casa natural de Libra): Matrimonio, pareja, socios, divorcio, separación, contratos, pleitos, convenios, pactos y similares con otras personas, cooperación, convivencia, compromiso, consenso, colaboración y otros, (los que comienzan por con-), y por lógica lo contrario, con lo cual se pueden generar enemigos declarados y conocidos, la justicia o la injusticia, equilibrio o desequilibrio (la balanza), el tú y los otros, la pareja interior, la proyección y el reflejo en los otros (el espejo), etc.

Casa XI (casa natural de Acuario): Amistades, actitud hacia los amigos, relaciones sin lazos emotivos, amor que se recibe o que no se recibe, hijastros, hijos adoptivos, organizaciones o grupos de cualquier estilo, planes, proyectos y planes, esperanzas o desesperanzas, la libertad o esclavitud, expectativas o frustraciones, los ideales y utopías, rebeldía o sumisión, conciencia grupal, etc.

Símbolo astrológico de Neptuno
 
EL ENGAÑO EN LAS RELACIONES
 
Hace años que estoy pensando, reflexionando, meditando, y comiéndome el coco, sobre la gran capacidad que tenemos los “seres humanos”, para engañar a los demás y para así engañarnos a nosotros mismos, y por supuesto, también para dejarnos engañar por los otros … Repetimos los mismos comportamientos a lo largo de la vida, parece que no somos capaces de salir de ellos, o tal vez, pueda ser que no sabemos hacerlo, o tal vez, también pudiera ser que disfrutamos con ellos. La cuestión es que vivimos en un mundo, de engaños y de auto-engaños parciales o totales, y que nos hace estar alejados de nuestra propia “VERDAD”, y de la verdadera realidad de la vida … En un mundo de ilusión y mentiras, que a muchas personas les ayuda a seguir sobreviviendo, pero pagando un precio muy caro en algunos aspectos, en las relaciones con los demás, en la salud, en el sistema de creencias, en la comunicación, en los sentimientos, en la familia, en la pareja, en la vida social, en el trabajo, y en muchos o todos los sectores de la vida, y muy principalmente en la relación con nosotros mismos. Ya se sabe, de oca a oca, como en el Juego de la Oca.

Nos engañan los demás seres y nos engañamos a nosotros mismos, y engañamos a otros y nos dejamos engañar, ya desde que nacemos, y así seguimos a lo largo de toda o parte de nuestra vida, e inclusive en el momento de la muerte … Tenemos tanto miedo de salir, de este “múltiple juego del engaño”, que hacemos lo imposible para permanecer atados el mayor tiempo posible, pues resulta muy doloroso ver la realidad tal y cual es, y descubrir que la mayoría de nosotros somos una mentira más o menos grande … Cuando queremos salir de este juego, la mayoría de la gente no nos deja, nos atacan y amenazan como mejor pueden, y para que así continuemos jugando con ellos, a un juego absurdo. Es el Juego del Escondite, no se trata del juego infantil, se trata de un Juego de Dios, para perdernos, buscarnos y encontrarnos a nosotros mismos.


En las relaciones

En un momento dado de la vida nos juntamos con una persona, que dice que nos ama, pero en cuanto tiene la ocasión nos traiciona y nos deja abandonados, incumpliendo la promesa que en su momento nos hizo, así ya no estamos unidos en la enfermedad, ya no estamos unidos en la pobreza, ya no estamos unidos en la tristeza, solamente hemos estado unidos en la mitad de la vida, que nos ha interesado. Y mientras tanto, nos hemos dejado engañar y nos hemos seguido engañando, pensando que así encontraríamos la felicidad que buscábamos, cuando resulta que hemos encontrado lo contrario, hemos encontrado muchas veces, la desdicha y la infelicidad, y por no decir también una gran depresión, un cáncer, o alguna especie de locura. No hay ningún problema, y siempre se puede salir de esto, pero hay que dejar de estar perdidos, en la primera parte del Juego del Escondite, basta entrar después en la búsqueda, y al final, y con un poco de suerte y con mucha voluntad, se llega al encuentro de uno mismo, o al final del Juego preferido de Dios, el Juego que Él inventó para no aburrirse.

En alguna ocasión y algunas personas, descubrimos que quien creíamos que era nuestro padre, resulta que no lo es, pero tampoco sabemos quién lo ha sido. Algunos descubren que su madre tampoco es su madre, así descubren que realmente fueron adoptados cuando eran niños, o que fueron comprados, o que fueron fecundados “in vitro” o en vientres de alquiler, o de cualquiera otra forma, pero mientras tanto también se dejaron engañar y se engañaron a sí mismos. En un tiempo futuro cuando descubrimos estas cosas, ya puede ser demasiado tarde para salir de una crisis de identidad, que nos está llevando a cierto tipo de locura. No hay problema tampoco, ya que siempre estamos a tiempo de comenzar la búsqueda del sí mismo, el buscar quiénes somos en realidad, pero hay que salir de la primera parte del Juego del Escondite, hay que ver la vida en su total realidad, ver, aceptar y sentir las polaridades escondidas en este Juego, aquéllas que hemos utilizado para cumplir nuestra función de actores, en la Obra del Teatro de la Vida.

En un momento de la vida descubrimos que, las personas por quienes más hicimos, a veces son justamente las que nos han dado después una patada en el culo, y descubrimos que nunca nos han devuelto nada, y no piensan hacerlo … Descubrimos que nos hemos engañado, y pensando aquello: “hoy por ti y mañana por mí”, … pero tan solo han estado usándonos como si fuéramos papel higiénico. Llega el día de la verdad, y vemos que han desaparecido misteriosamente, y sin dejar rastro y sin la posibilidad de poderles decir cuatro verdades. Lo mismo sucede a la inversa cuando descubrimos que somos nosotros mismos, quienes hemos abandonado a esas personas que tanto han hecho por nosotros, pero está claro, que era más fácil seguir engañándonos y no ver la realidad. Era mejor seguir escondidos en el Juego del Escondite, para no verla, o también seguir metidos en el pozo del Juego de la Oca, allí de donde tantas veces es difícil salir.

En Internet
 
Conocemos gente a través de Internet, que nos dicen una cosa u otra, y las creemos, hasta que llega el momento en el que las conocemos personalmente, y resultan ser todo lo contrario de lo que habían dicho, descubrimos que nos habían engañado y nos habían mentido en todo aquello que más les interesaba, y así acabamos desilusionados y decepcionados de la gente … A veces, descubrimos, que nosotros tampoco les habíamos dicho toda la verdad, por tanto les habíamos engañado y se habían dejado engañar, pero seguimos jugando al mutuo engaño, hasta que con el tiempo, y tal vez, acabamos desilusionados de nosotros mismos, y tal vez pensando también en cómo suicidarnos, o en cómo matar a la otra persona. Matar a la otra persona no sirve para nada, mas que para meternos en la cárcel con una sentencia bastante larga, o quizás inclusive la pena de muerte, o quién sabe, aquí hay una gran diferencia con el Juego del Ajedrez, pienso, que no debemos matar al rey, es mejor quedarse en tablas. El problema es, que si matamos al otro, también nos estaremos matando a nosotros mismos, y no puede ser de otra forma, es Ley de Correspondencia, y así no nos llevará a ningún lugar, tan solo a un laberinto sin salida, y del cual nunca sabremos salir, y si no salimos, tampoco podremos continuar el Juego del Escondite o el Juego de la Oca.

Texto del libro "Tres hermanos y una madre" - Diario de un karma familiar (I) - El Juego del Escondite, inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (España), y protegido por derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Si quieres leer el capítulo completo lo encontrarás aquí: El cruel engaño de la Vida

Si quieres saber cómo no suicidarte puedes leer aquí: Las confesiones de un suicida

Para encontrar otras entradas de este blog: bienvenida, listado y enlaces directos 

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Suele ser así y muchísimo más. No puedes creer en nadie... No puedes confiar en los demás... No puedes esperar nada de los demás... Lo de internet es lo más asqueroso que he visto... en la distancia y el anonimato profundo la gente como yo y todos los demás decimos lo que no diríamos en persona delante de alguien... A pesar de esto internet nos ayuda también... Esto de teclear palabras está bien, no sabes quién lo leerá... no sabes si gustará... no sabes si llegará a algún lugar... no sabes si servirá de algo... no sabes, pero escribes... Después puede ser que te borren el comentario, a veces no gustan algunos. El Santo Palomo.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues como usted ha visto yo no he borrado su comentario, no está mal y es verdad lo que dice. Lo de internet es así, mucha gente se atreve con Internet pero no en persona. Gracias por comentar y puede usted escribir todo lo que quiera, con cierto respeto por supuesto, hay que saber encontrar el límite.