jueves, 30 de junio de 2016

EL SUEÑO DEL DEUTERONOMIO

Mi doctrina es, vive de tal modo,
que llegues a desear vivir otra vez,
éste es tu deber, porque revivirás de todas formas.    

Friedrich Nietzsche (filósofo alemán, 1844-1900)

Boina de niebla sobre Deià (Sierra de Tramontana-Mallorca/España

29 junio 2008

121.- EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

Hoy es el día de San Pedro y San Pablo, y estoy acordándome de algo insólito que me sucedió, era la noche anterior, la víspera de la fiesta y corría el año 1996 … Como cada año me sucede, cuando llega el 8º día de Cáncer, me encontraba muy sensible, emocionalmente hablando, con una necesidad imperiosa de estar solo, por esto me quedé en casa sin nadie que interrumpiera en mi soledad, y simplemente, me quedé conmigo mismo … Era una noche muy calurosa, como suelen ser en el mes de junio, y ya solamente faltaba 1 mes para cumplir mis 41 años de vida, exactamente, el próximo 27 de julio ya entraba de lleno en la cuarentena, y también en lo que mucha gente ha dado en llamar: “la crisis de los 40”. 

En la casa donde yo vivía no hacía calor por la noche, pues al estar en medio de la montaña se podía descansar muy bien, y máxime teniendo en cuenta a mi fiel guardián, a mi querido perro Negrito, quien siempre estaba vigilante de cualquier cosa que pudiera suceder. Se podía dormir muy tranquilamente, con la barrera del camino abierta y las llaves de la casa puestas, no había ningún problema ni peligro con él. Yo me quedé dormido plácidamente, y al despertarme por la mañana solamente pude recordar, que había estado soñando durante varias horas, es algo que también debía ser normal en mí y teniendo en cuenta que, en ese día, el Sol en Cáncer estaba transitando por mi casa XII, la casa de la mente inconsciente, de los sueños y la gracia de Dios, como también la llaman algunos, y además estaba haciendo un trígono exacto con mi Luna en Escorpio, el signo de la muerte y de la transmutación.

Solamente pude recordar una palabra de mis sueños: “Deuteronomio”, … nada más, ni siquiera pude recordar lo que había estado soñando, ningún otro detalle y después de que había durado varias horas. Durante esa mañana no presté más atención al sueño, y hasta que pasados unos días se me ocurrió buscar en La Biblia y leerme “El Deuteronomio”, es un libro cuya escritura se atribuye a Moisés, y que es uno de los 5 libros que se incluyen en El Pentateuco. En aquel libro se narra la historia del pueblo de Israel, en busca de la Tierra Prometida, es algo que recordaba haber leído de niño en las clases de religión cristiana que nos daban en la escuela. Una increíble aventura de aquel hombre que, durante 40 años, paseó por el desierto guiando a un montón de gente, sin saber hacía dónde iba y cargando con el Arca de la Alianza, y sin alimentos, y aunque recibían cada día “el maná llovido del cielo”, y lo que parece ser les fue suficiente para subsistir, aunque nunca he podido entender cómo fue posible esta historia.

Intrigado por comprender el significado de ese sueño, del que no recordaba nada más, descubrí lo más sorprendente de todo esto, es algo que dice el capítulo 1º de este libro, fue simplemente una frase: “Y fue, que a los 40 años, en el mes undécimo, al primero del mes, … Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos” … 

El texto del Deuteronomio es bastante largo, solo me quedé con otra frase del capítulo 8º: …“Y acordarte has, de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios, en estos 40 años en el desierto, para afligirte, por probarte, … para saber lo que estaba en tu corazón, … si habías de guardar o no, sus mandamientos”. 

Han pasado ya 12 años desde que viví ese sueño, o visión, o revelación, o lo que fuera, pero no he logrado todavía entender totalmente su significado … Un sueño de una noche de verano, el cual exactamente tuve: “¡¡cuando yo tenía 40 años, 11 meses y 1 día!!”, … y coincidiendo con el tiempo, entre la salida de Egipto y el momento en que Moisés habló a su pueblo, ya después de haber recibido los 10 Mandamientos de la Ley de Dios. Una noche de verano que se ha repetido hoy de nuevo, el tránsito del Sol sigue siendo el mismo de cada año, en la misma fecha, o sea, formando dos trígonos desde mi casa XII, hacía mi Saturno y Luna en Escorpio de la casa V. Yo no puedo entender qué pretendía la Mano Invisible de los sueños, para que así sucediera en el mismo tiempo exactísimo en que hablaba Moisés, y quien por cierto también fue otro Salvador y Héroe Quirón, guiando y salvando a miles de personas de un lado a otro. 

No es éste el primer sueño extraño que he tenido, pero tampoco sé si debo llamarles “sueños”, realmente más se parecen a visiones que muchas veces duran un corto tiempo, a veces incluso son apenas segundos, como si fueran relámpagos de tormenta, y en cambio en otras ocasiones son bastante largos. Yo pienso que los más largos son realmente sueños, y que tampoco acabo de comprender, porque en muchas ocasiones están situados en épocas que no se corresponden con la actual, tal vez son regresiones espontáneas a algún momento de otra vida anterior, y eso suponiendo que realmente hayan existido, lo cual cada vez tengo más certeza de que debe ser así. Es como si estuviera viviendo durante un largo rato situaciones con personas, que conozco en muchas ocasiones, pero que no están situados en esta época, la vestimenta lo dice así, han habido situaciones vividas en la Edad Media y en la época del antiguo Imperio Romano, además de otras que no he podido descubrir.

El sueño o visión, más raro y caótico que he tenido nunca, fue en una ocasión que vi una fecha del año 2000 y un poco más, no pude recordar nunca los dos últimos dígitos, aunque la verdad es que creo no haberlos podido ver, pero recuerdo que era un calendario … Se correspondía con una visión de un tiempo bastante apocalíptico, y con muchísimas situaciones de gran caos en la Naturaleza, y también de caos en la vida política y económica. Esto sucedió, y lo recuerdo muy bien, cuando yo tenía entre 30 y 33 años de edad, y justo en el tiempo que estaba con mi crisis existencial, cuando decidí dejar mi primera profesión y dedicarme al encuentro de mí mismo. 

Ahora se está hablando de la crisis que comienza, que yo sé que será larga, nadie puede ahora imaginar cuán complicada será, además del cambio climático que muchos niegan, pero lo cual es de sentido común, si tenemos en cuenta las barbaridades que se están cometiendo contra la Naturaleza, desde hace años y que además se ven aumentadas cada día que pasa, así cualquier cosa podría ser posible. El planeta Tierra, o la Madre Tierra, pueden volverse contra nosotros, lo mismo que el sistema político actual y el sistema financiero, y en definitiva una gran parte del sistema que los humanos tienen montado para tener organizada la sociedad en que vivimos. 

No sería la primera vez, el mundo ha cambiado el sistema en épocas diferentes, parece ser que no hay ni uno solo que sea perfecto, y entiendo que el actual tampoco lo es. Llega un momento en la vida en que todo sistema se encuentra con su límite, entonces hay que derrumbarlo para así crear otro nuevo, esto es algo similar a lo que nos sucede a los seres humanos, siempre llega el momento en que debemos derrumbar nuestra vieja estructura, para proceder a una renovación y a una reforma completas, se trata de renovarse o morir, de renacer cual Ave Fénix.

Texto del libro "Tres hermanos y una madre" - Diario de un karma familiar (I) - El Juego del Escondite (la pérdida), inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (España), y protegido por derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Si quieres conocer el libro puedes pinchar aquí. Tres hermanos y una madre

Si quieres conocer las barbaridades del ser humano: Ecología y cambio climático
Si prefieres no deprimirte más con lo anterior: Noticias para la esperanza

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Pino solitario en los montes de Galatzó (Mallorca)

"Tú, que eres joven y te crees olvidado de los dioses, sabe, que si te vuelves peor te reunirás con las almas inferiores, y que si te haces mejor te reunirás con las superiores, y que en la sucesión de vidas y muertes, te tocará padecer lo que te corresponda a manos de tus iguales. Esta es la justicia del Cielo".

(Platón, filósofo griego, siglo IV A.C.)