viernes, 12 de mayo de 2017

LA FRONTERA, LÍMITES Y TERRITORIO

Astrología Humanista, 
casa II o Tauro, ♉ (lo mío, mi espacio, mi territorio)
casa VIII o Escorpio, ♏ (lo tuyo, tu espacio, tu territorio)
y casa XII o Piscis. ♓ (la penitencia, el perdón y la disolución)

Parte de una entrada anterior, el conflicto del perdón (I) 

EL CÍRCULO ZODIACAL

LA FRONTERA, LÍMITES Y TERRITORIO
 
Yo escribiría muy largo sobre el significado de los signos y casas que he citado, pero no será en este momento, ahora mi intención es simplificarlo al máximo, para ver la respuesta que puedo encontrar, relacionada con el perdón, una respuesta que me ayude a aclarar las ideas y que me ayude a sacar mis conclusiones finales, las mías, pues cada uno deberá sacar las suyas propias. Incluyo la casa XII de Piscis, porque es la casa del perdón, es la casa de "la gracia de Dios", y también del Purgatorio, es la casa del final del camino, de la unión de polaridades, por haber encontrado y disuelto "la polaridad perdida", la que habíamos escondido en algún remoto lugar de nuestra mente y de nuestro cuerpo, una polaridad perdida que el cuerpo había somatizado anteriormente, y a través de la casa opuesta, la casa VI. Si te interesa conocer mejor esto puedes pinchar aquí: La casa VI y la XII (cuerpo-mente).

Partiendo de esto, el perdón siempre llegará cuando se ha unido la polaridad perdida con la polaridad conocida, automáticamente debe nacer "el perdón de los pecados", por "la gracia de Dios", o dicho en un lenguaje más terrenal, nos perdonamos a nosotros mismos los errores cometidos, después de haber cumplido con "la penitencia", la que nos habíamos impuesto a nosotros mismos, consciente o inconscientemente, la que nos correspondía por el error que habíamos cometido. No siempre es así, muchas veces mantenemos la idea de ser "puros y santos", para ocultar la impureza propia, y por lo tanto se va por el mundo ocultándolo con cierta soberbia espiritual, o dando una imagen de "santos" que no somos, hay que ser muy sincero con uno mismo y no autoengañarse, todo forma parte de la misma casa XII de Piscis, además de otras cosas. Puedes leer el significado de esta casa y otras en "Las doce casas de la Tierra", como reflejo que son de los doce signos zodiacales.

Las fronteras, los límites del territorio y del espacio (el tuyo y el mío)

Las casas II o signo de Tauro, y la casa VIII o signo de Escorpio, son casas opuestas en el círculo zodiacal, lo mismo que son las otras, ambas tienen que ver con "el espacio de cada uno, con el territorio, con el valor de lo que somos y poseemos". La casa II o Tauro es la casa de uno mismo, mientras que la casa VIII o Escorpio es la casa del otro, la casa II es lo mío y la casa VIII es lo tuyo. Al ser opuestas quiere decir que en toda nuestra vida estarán con la necesidad de encontrar, ese punto en el cual "se debe respetar la frontera o el límite", para que no haya invasión, robo, violación, agravio o pecado alguno, de uno contra el otro o del otro contra uno. A partir del momento en el cual, no se respeta la frontera, surge el conflicto, y esto lo vemos también en las fronteras de muchos países del mundo, y por supuesto cada día en la vida personal de cada uno de nosotros y de otras personas.

La casa VIII o Escorpio es el pozo de nuestro inconsciente, de manera que si hemos dejado que alguien nos atacara, nos robara, nos violara, nos calumniara o nos agraviara, sin haber dado una respuesta o una reacción, pues lo almacenará principalmente en forma de resentimiento, y el cual quedará ahí escondido hasta que salga por medio de una venganza contra el otro, o contra uno mismo también, o hasta que se repare el daño causado por "el pecador", sea uno o sea el otro. La cuestión es, bajo mi entender, que si no se resuelve ese conflicto de frontera o territorio, quedará ahí pendiente hasta que algún día pueda salir a través del perdón de la casa XII, pero para esto habremos de pasar la penitencia que nos corresponda, es decir, un tiempo en el cual estaremos en aislamiento del mundo. Puede ser en una prisión cumpliendo una condena, puede ser en un sanatorio u hospital debido a un proceso de enfermedad más o menos grave, puede ser en un monasterio o en una ermita, haciendo vida de anacoreta o de clausura y expiación, o puede ser en cualquier otro lugar, que nos permita "disolver el bloqueo de la reacción", es decir, la no respuesta ante una invasión, calumnia, agravio, robo, violación o lo que sea.

Hay que tener en cuenta, que la casa VIII es el lugar donde se vivencian las tormentas emocionales, las cuales son necesarias también pero que muchas veces reprimimos, y hay que tener en cuenta, que es la casa donde se produce la transmutación y la alquimia, con dolor siempre, es el dolor del nacimiento y de la muerte, lo mismo que de todo proceso que ahí vivenciamos. Es una casa de agua y por tanto emocional, una casa donde se pueden enterrar o desenterrar emociones y sentimientos, que no nos place sentir, pero que también forman parte de cada uno de nosotros, unas emociones que cada uno ha creado por y para sí mismo, con lo cual merecen el mismo amor y respeto que las emociones placenteras. La oruga debe transformarse en mariposa, tras pasar la fase del capullo, y el escorpión debe transformarse en águila, tras pasar la fase de serpiente arrastrándose por el suelo.
 

Nota: Las otras casas de la astrología también tienen su frontera y sus límites, pero no son de espacio o territorio, tienen que ver con otros asuntos, pero todas nos enseñan que siempre hay un punto medio, y además una línea muy fina que las separa, y es un punto y una línea que no se deberían traspasar nunca, pero que todos traspasamos en muchísimas ocasiones y sin darnos cuenta, y con lo cual caemos en múltiples conflictos con los demás, los cuales algún día se deberán resolver y perdonar, o no perdonar, depende de cada uno.

Reservados los derechos de autor. D.F. Nomemientas Gavilán.

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