viernes, 2 de diciembre de 2016

QUIRÓN AL ATAQUE DE 4 CENTAUROS

Oh, mi desventurado amigo,
arroja lejos tu cólera e intenta liberarte de todo sufrimiento,
lo que te atormenta, Prometeo,
es la recompensa ineludible para quien habla con demasiado orgullo.

Aún no estás dispuesto a ser humilde ni a doblegarte ante el dolor;
deseas añadir nuevos sufrimientos a los que ya tienes.
Eres mucho mejor consejero para los demás que para ti mismo.

Palabras de Océano (suegro de Quirón). “Prometeo encadenado”. Esquilo. 
 
Símbolo de Quirón

-Una experiencia práctica quironiana en la casa VIII (el espacio y el respeto)-
-Una vivencia del héroe, la víctima y el verdugo (Neptuno y Quirón)-
-Una experiencia sanadora de las heridas de Quirón, con "centauros"-
-Un atropello de grupitos "dosymedio" (Quirón en Acuario)-
-Un atropello de "centauros" (mitad hombres y mitad caballos)-

... ¡¡¡¡ y "se montó el Belén"!!!!, ...
a la sombra de las montañas de la Ermita de Belén-

QUIRÓN AL ATAQUE DE 4 CENTAUROS

31 agosto 2012

Hace pocos días, tuve de nuevo un atropello de caballos y caballistas, es algo parecido a lo que sucedió hace un par de años, cuando hacía una caminata por los caminos del Monte Tomir, pero en esta ocasión ha sido en un lugar distinto, en el camino que une Son Bauló con Son Serra de Marina, en la Bahía de Alcudia … En un camino, de arena en algunos tramos y de piedra y polvo en otros, y que bordea el litoral atravesando varias playas, y que apenas tiene un par de metros de amplitud en algunos tramos, y que principalmente al atardecer es utilizado por varios grupos de caballistas, que hacen este recorrido. Se trata siempre de turistas, que alquilan los caballos y que son guiados por uno de los “vaqueros”, del rancho que está situado en Can Picafort, y justo al lado de la playa de Son Bauló. El lugar es hermoso y silencioso, el bosque de pinos y sabinas que lo bordea es de una gran belleza, el camino no puede ser transitado por coches, pues solo lo hacen algunos caminantes como yo, o quien se atreve a hacerlo en bicicleta.

La cuestión es que me había ido a caminar por allá, había dejado el coche aparcado en la playa de Son Bauló, eran como las 3 h. de la tarde, y con mi mochila me fui caminando junto al mar y por este mismo camino, en dirección a la playa de Son Real, justo unos pocos kilómetros antes de Son Serra de Marina. La tarde estaba muy calurosa, hacía demasiado calor para andar tanto, y así que me quedé sentado, bajo la sombra de una sabina, ya no quise llegar hasta el final del trayecto, porque el agua se me estaba acabando … El motivo de la caminata era el de siempre, moverme y no quedarme parado, descargar y en lo posible toda la rabia que siento por lo que está pasando, tomar el sol un rato y darme un baño en la playa, y poco más se puede hacer allí porque es un lugar totalmente deshabitado, no hay hoteles, no hay casas, no hay más, tan solo está el Cementerio de los Fenicios, que enterraban allí a sus muertos, y la gente que se atrevía a llegar con alguna barca o caminando como hacía yo.

El baño que me di a las 7 h. de la tarde fue lo mejor del día, después de tanto calor me quedé como nuevo, y tan nuevo me quedé, que parecía que estaba flotando en una nube, ya no había sudor, ya no había porquería, y el viento que soplaba era de lo mejor, aunque lo hacía desde tierra y en dirección al mar, y era bastante caliente pero muy soportable por la hora que era. Ya era tiempo de regresar al coche, el día se terminaba y había que regresar al Puerto de Pollensa, mientras tanto iba yo pensando, en que no sería necesario que me duchara al llegar a casa, y podría sentir el olor del agua marina en mi piel.

Así inicié el camino de regreso por ese sendero litoral, atravesando diferentes playitas de arena, que hacían que se me hundieran los pies, y caminando en otros tramos sobre la misma roca, yo como siempre hago iba descalzo, para que los pies lo pudieran aprovechar bien … Faltaba muy poco para llegar a la última playita, que hay antes del torrente de Son Bauló, cuando a la vuelta de un recodo, ya me vi venir un grupito de caballistas que iban a paso lento, ya que los caballos no podían trotar sobre la arena. Se trataba de 4 caballos que, en cuanto pusieron la pata sobre el camino de roca y polvo, comenzaron a ir al galope y a levantar una polvareda impresionante. Cuando los vi quise ponerme en el lado izquierdo del camino, para que pasaran sin echarme el polvo encima, pero no me dio tiempo, porque al momento ya los tenía sobre mí, ¡¡y echándome toda la polvareda encima!!.

Fue tal mi cabreo en aquel momento, que cuando el guía pasaba le dije: “¡¡¡venga polvo, venga polvo, me cago en la puta!!!”, … el hombre gordo hizo una mueca de risa, y no sé si burlándose de mí o porque le hizo gracia, ¡¡pero a mí no me hizo ninguna gracia que me llenaran de polvo!!, después de lo limpio que yo iba y del baño que acababa de darme, así que cogí un gran puñado de polvo y se lo tiré encima de ellos, aunque solamente le dio al cuarto caballo. Mientras tanto, no se pararon para nada, ni para pedirme disculpas, pero el cabreo que yo llevaba era inmenso, y ellos siguieron al galope en dirección contraria a la que yo llevaba, ¡¡y yo me tuve que joder!!.

Al poco tiempo, ya cuando yo estaba a punto de atravesar el torrente de Son Bauló, me giré de nuevo y allí estaban los 4 caballos que ya regresaban, 1 guía gordo y las 3 amazonas montadas en sus caballos, que no iban demasiado rápido, porque estaban sobre la arena, y mientras que yo ya había comenzado a caminar sobre otro camino de roca y polvo. Cuando les vi, comencé a coger varias piedras, que guardé en mi regazo y en espera de que llegaran a mi altura, algo que ellos estaban viendo que yo hacía, porque estoy segurísimo de que me reconocieron cuando ya iban llegando.

Todos cabalgaban muy lentos cuando llegaron a mi altura, el guía me adelantaba, y mientras lo hacía, yo les grité desde lo más profundo de mi vientre: “¡¡¡¡si me echan polvo otra vez, les tiro piedras!!!!”, … y realmente estaba yo dispuesto a hacerlo, volví a repetir de manera muy fuerte: “¡¡¡si me echan polvo, les tiro piedras encima y además llamo a la Guardia Civil!!!” … El hombre dijo algo que no entendí, las 3 amazonas estaban ya echando a los caballos hacia atrás, porque me veían con las piedras en las manos, estaban asustadas y no sabían qué hacer. El guía gordo les hizo señas a las 3 turistas, para que pasaran muy despacio junto a mí, y así lo hicieron, y no levantaron polvo para nada, lo hacían muy despacio, y tuve la oportunidad de decirles: “¡así es, despacio, muy despacio!”, … y además, les añadí: “¡langsam!”, … en alemán, y suponiendo que fueran turistas alemanas, que tal vez no lo eran, tendría que habérselo dicho también en inglés, que es más comprensible para todo el mundo, pero en ese momento estaba yo más pendiente, ¡¡del polvo del camino y de las piedras que yo llevaba en las manos!!, unas piedras que podrían haber provocado un grave altercado, mucho más gordo que el polvo que antes yo había sufrido.

Mientras tanto, otras personas que estaban por allí de paseo, disfrutaban del espectáculo, y yo también lo hacía, viéndoles ir tan despacito y con tanto respeto sobre mi persona, ¡¡¡pero todos temiendo que les tirara las piedras encima!!!. La verdad es que después tiré las piedras al suelo, no hizo falta tirárselas sobre ellos y yo me quedé muy bien, aunque recordando el atropello que yo sufrí, también por parte de otros caballistas y en el Monte Tomir … Después de esto, estuve pensando en presentar una denuncia contra ellos, pero como hago siempre, no lo hice, ¿y para qué complicarse la vida?, … solo espero volver por allí otro día y volver a encontrarme al mismo guía caballista, ¡¡y porque llevaré preparada una gran bolsa de polvo, para echársela encima de él en cuanto le vea pasar!!. 

Una nueva experiencia quironiana, del héroe Quirón, y del salvador, víctima y verdugo, y con un nuevo grupito, el guía gordo y las 3 turistas, quienes se llevaron un susto, y además se llevaron el recuerdo a su país, me imagino que no le dieron propina al guía. Yo me quedé muy bien, me puse en mi lugar, pero me quedé con las ganas de lanzarles las piedras, no a los caballos, pues los pobres no tenìan culpa de nada, lo tenia el guía gordo, y quien sabiendo la polvareda que se estaba levantando en la primera ocasión, debería haber dejado de trotar con su caballo, y para que yo no me llenara de polvo, pero no lo hizo, y ya lo dicen, "donde las dan las toman" … Yo no necesito montarme en el culo de un caballo, para sentirme “superior” a nadie, ni situarme sobre un pedestal, tampoco lo necesito, pero parece que hay gente que lo necesita, para aprovechar y hacer lo que les da la gana, sin respeto alguno por los demás, "grupitos" que se juntan y así se sienten más fuertes.

Texto del libro "Tres hermanos y un juicio" - Diario de un karma familiar (III) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Puede interesarte: El salvador y héroe Quirón -- Quirón y la caballería montada -- La Astrología Humanista

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Costa de Son Real y Sierra de Levante - Bahía de Alcudia/Mallorca/España

4 comentarios:

Mazinger ZX dijo...

A pesar de todo te lo pasaste pipa, no dices si te duchaste después, jajaja. Estoy estudiando tránsitos de Quirón, para entenderlo mejor, la historia que escribiste sobre "la caballería montada" es espectacular por la coincidencia tan exacta, pero aquí no lo dices. ¿puedes decirme en qué día sucedió esto, para ver qué sucedía con Quirón? Gracias. Saludos ... sin levantar polvo, por si acaso.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Veo que estás chistoso, no recuerdo si me di otro baño en la playa o en la ducha. Tampoco te puedo decir el día exacto en que sucedió, eran unos días en los cuales no tenía el ordenador, yo no estaba en mi casa de Palma y no podía mirarlo en mi carta astral. Lo siento. Gracias por no levantar polvo, jijiji.

Juanca dijo...

Las historias de Quirón son siempre apasionantes, lo semejante cura lo semejante, lo igual cura lo igual, así que muy bien, yo les habría echado arena o polvo encima de ellos en la segunda ocasión. La herida solo puede ser sanada por su causa, eso dicen. Algo así como el ojo por ojo y el diente por diente. Es para pensar mucho sobre esto. En algunos lugares cortan la mano al ladrón, antes lo hacían, no sé ahora, pero pienso que realmente debería ser así, cada uno debería probar su propia medicina, quizás así aprenderían bien a no joder a los demás. Saludos.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, esto mismo pienso yo, CADA UNO DEBERÍA PROBAR SU PROPIA MEDICINA, si le parece bien joder a los demás, también le debería parecer bien ser jodido por los demás. Si le parece bien insultar a alguien, también le debería parecer bien que otro le insulte. Si echa polvo a alguien, también le debería parecer bien que otro se lo eche. Amén. Saluditos de sábado con la Luna en Leo, haciendo una oposición exacta con Venus en Acuario en este momento.