Ave María Purísima.
Pues eso, saluditos tengamos todos, os los desea el Abad Pelotines del Copón, desde el Convento de Clausura de las Águilas, antes el Nido de las Águilas y más adelante lo será otra vez ... Aquí estamos todos leyendo un libro y mareando la perdiz, no nos dejan salir del Convento y todos estamos en nuestras celdas respectivas, rezando para que se acabe pronto la cuestión del virus coronado, por suerte tenemos cannabis sativa en nuestro huerto y tendremos para fumar durante la cuarentena.
En prevención, los monjes de este convento ya nos hemos quitado la corona de espinas, y sí, ... ya no queremos ser víctimas de nadie más y mucho menos del virus coronado, ahora cada cual se ha puesto su corona de rey, reyes seremos durante la cuarentena y mientras tanto nos tocaremos las narices y los pelotos.No queremos entrar en pánico y no entraremos, esto lo quieren los poderes fácticos que dirigen este mundo a su antojo, en la medida que la gente se deja, pero nosotros no nos dejamos dar por detrás ni por delante.
Si alguien necesita confesión, ningún problema hay, hemos abierto nuestro confesionario telemático, haremos turnos de confesión, no serán necesarias las mascarillas, y después os daremos el perdón y la absolución de vuestros pecados, pero con vuestra promesa de que cumpliréis la penitencia, que a cada cual le corresponda, y aunque realmente ya no nos fiamos de nadie, porque después del perdón hacéis lo que os pasa por los chonchos, y no dejáis ni 1 € en caja.
Inmóvil en su jaula,
el león llora coléricas lágrimas de rubí.
Dominus vobiscum.
Quae est quod Deus velit.
Amén.
