jueves, 5 de marzo de 2020

SÍ, LA RESPIRACIÓN "COMO CAMINO"

Una continuación de dos entradas anteriores en este blog:
 (puede interesarte leerlas antes)

El sanador y el heridor coronavirus COVID-19 (no puede haber 1 sin 2)
El sistema respiratorio y la neumonía que provoca el coronavirus
El regreso a uno mismo, al hogar externo y al Hogar Interno, de la casa IV de Cáncer
La caída de los negocios, el sistema y el aislamiento social, de la casa X de Capricornio
La reconexión y la comunicación con uno mismo, de la casa III de Géminis
El procesamiento de información de la realidad, de la casa IX de Sagitario
Es tiempo de reencontrarnos con nuestra sombra, con nuestra Luna


SÍ, LA RESPIRACIÓN "COMO CAMINO"
(Un punto de vista desde la Medicina Holística)

-dedicado a todos los compañeros de viaje, a los humanos seres, a todos los buscadores del sí mismo-
(porque tienen una gran ventaja en relación a la grandísima mayoría de seres humanos)
(porque comprenden lo que está sucediendo en este loco mundo y en esta loca Humanidad)
(lo comprendemos y lo sentimos mucho mejor, pero no evita que nos duela lo que vemos)

En un día con mi amada Luna transitando en Cáncer, y por lo tanto haciendo una oposición con los tránsitos actuales de Marte, Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio, pues yo estoy dándole vueltas y más vueltas a este virus con corona, llamado coronavirus COVID-19, que nos está machacando la existencia, obligándonos a todos, o a casi todos mejor dicho, por lo menos en los países donde ya ha aparecido y está contagiando a quien quiere. Más abajo pasaré un texto extraído de uno de mis libros favoritos, es un libro que leí hace ahora 30 años, un libro titulado "La enfermedad como camino", escrito por dos personas que son médicos, psicólogos y astrólogos ... Un libro que en su tiempo me iluminó y me enseñó muchísimo, el cual yo he recomendado muchísimas veces, y sin ir más lejos la semana pasada a una auxiliar de farmacia, y el cual vuelvo a recomendar aquí, para quien tenga real interés en comprender la relación psicosomática de la enfermedad (cuerpo, mente y espíritu).

Los escritores son Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke, estuve a punto de conocerles hace unos 20 años, cuando estuve en Alemania, en la hermosísima ciudad de Núremberg (Nürnberg), y entonces ellos enseñaban en una escuela en la ciudad de Múnich (München), no estaba muy lejos y mis amigos alemanes, en cuya casa estuve varios días, quisieron que fuéramos allí para enseñarme la ciudad y al mismo tiempo también intentar hablar con ellos. La cuestión es que no pudo ser, no recuerdo ahora el porqué y no pude conocerles, de cualquier forma, mi alemán de andar por casa no hubiera servido de mucho, pero en fin, el español de mis amigos era mejor para traducirme después ... Ya la vida se ha encargado de obligarme a buscar y a encontrar la relación cuerpo-mente-espíritu, que existe, ¡¡¡por supuestísimo que existe!!!, y aunque está claro que no es fácil de descubrir, pero ahí está para quien se atreva a buscarla ... Todo es querer buscar el autoconocimiento y mantener la mente abierta.

(foto dedicada a los Pollitos del Chucrut und Kartoffelkloss)
File:Nürnberg panorama.jpg
Altstadt von Nürnberg - Ciudad Vieja de Núremberg (Alemania)
Autor de la fotografía en Wikimedia: mb1302 (Manfred Braun)

Debido a que el ataque del coronavirus COVID-19 afecta al sistema respiratorio, y más en concreto a los pulmones, ya que provoca neumonía, pues aquí paso lo que estos dos artistas escribieron sobre la respiración, la verdad es que yo no me atrevo a hacerlo tan bien como ellos ... Hay que tener muy en cuenta, que en el caso de una infección vírica como es esto, el sistema inmunitario tiene su trabajo, para defendernos, siempre que lo tengamos en buenas condiciones, lo cual no suele ser así, debido en gran parte a los antibióticos que tiempos atrás se recetaban muy alegremente, y por otra parte al gran desamor o baja o nula autoestima que nos tenemos y que deprime el sistema inmunitario ... Quien lea esto y lo pueda comprender, se dará cuenta de que todo está muy interrelacionado, dentro de nosotros mismos, y se puede dar cuenta de que los antiguos, las antiguas religiones principalmente, ya sabían muchísimo más de lo que actualmente sabemos, en un mundo actual, en el cual la religión se pierde cada día un poco más, y un mundo en el cual el ego humano aumenta en la misma proporción.
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La Vida nos está queriendo obligar a regresar a nosotros mismos, al hogar, al externo primero, a nuestra casa, y después al Hogar Interno, al encuentro de nuestro espíritu, y así está sucediendo con estas situaciones de cuarentenas y de clausuras que nos obliga a "padecer" ... Cada día más se están clausurando multitud de eventos y clases en escuelas y en universidades (se habla de 300 millones de alumnos en 22 países), y además de otro sinfín que no han hecho más que comenzar, para prevenir la extensión de la epidemia, o tal vez ya pandemia ... Y máxime si tenemos en cuenta que, durante este mes de marzo de 2020, y también y aunque menos un par de meses después, nos llega el tiempo más crítico de caos e incertidumbre, debido a la situación astral que yo indicaba al principio, y a lo escrito el pasado mes de noviembre 2019: Eclipses y efemérides año 2020.

En Astrología, la cuestión de la respiración se corresponde con el eje de la casa III de Géminis y la casa IX de Sagitario, casas y signos opuestos y complementarios ... La casa III es la comunicación y la relación con el entorno, entre otras cosas, y es justamente lo que ahora se está viendo interrumpido debido a estas cuarentenas, aunque se sustituya por el teletrabajo de Internet y por videoconferencias. Igualmente se ven interrumpidos un mogollón de desplazamientos cortos, la movilidad, de la casa III, y de viajes largos de la casa IX, como son los viajes al extranjero y lugares lejanos ... Es como si la Vida quisiera obligarnos a restablecer la comunicación con nosotros mismos, de la casa III, y al mismo tiempo nos quisiera obligar a procesar en nuestra consciencia individual, de la casa IX, toda aquella información de nuestra realidad, que ahora está en "lista de espera interior".

Quien lea el texto del libro, que ya llega más abajo, se encontrará con algo que llama poderosamente la atención, se trata de una paradoja. Dicen los autores, que la respiración tiene que ver con la libertad y con la cohibición, dicen, que cuando a uno le cuesta respirar "suele ser señal de que teme dar por sí mismo los primeros pasos con libertad e independencia", ( ...) y que "también el proverbial ahogo que nos aqueja en circunstancias agobiantes es ansia de libertad y de espacio vital" ... !!!! ... Mucho hay que meditar sobre esto, una paradoja que me llama la atención, porque justamente lo que se está haciendo es aislar y privar de libertad a las personas contagiadas por el coronavirus, y además de la cuarentena a la que se han visto sometidos los no contagiados. Esto confirmaría que "lo igual cura lo igual", ... "lo semejante cura lo semejante", ... "similia similibus curantur" ... La herida solo puede ser sanada por su causa.

Para que una situación de bloqueo en nuestro interior, 
se libere y se sane, 
hay que reproducirla igual o semejante, en el mundo exterior.
para llorar y para liberar,
la angustia que sentimos,
lo que en su tiempo no dijimos,
lo que en su tiempo no sentimos,
lo que en su tiempo quisimos evitar llorar.
La herida solo puede ser sanada por su causa.
"Similia similibus curantur"

Este es mi parecer, que cada cual lo vea como quiera verlo, no faltaría más, para eso tenemos nuestro libre albedrío, y por eso podemos elegir a qué señor servir, si al ego o al espíritu, o si a Dios o al Diablo tal como se decía antes ... Yo sigo pensando, que en esta epidemia o pandemia del coronavirus Covid-19, la Vida y nuestro inconsciente pretenden obligarnos a retornar a nosotros mismos, a nuestros planos emocional y espiritual, a nuestro dios desconocido, a nuestro Hogar Interno, de la casa IV, y además de restablecer la conexión y la comunicación con uno mismo, de la casa III, que tan en detrimento está ya que la gente en general se pasa la vida conectada al dios Internet, ... y por ello nos hace "padecer" el aislamiento en nuestra casa y el aislamiento social, y lo cual realmente es el propio ser humano quien está dictando las normas para ello, ya tras haberse provocado la aparición y el efecto de un virus quironiano (sanador y heridor al mismo tiempo).

Y como suelo añadir muchas veces, porque todos tenemos el derecho y la obligación de discernir por nosotros mismos, con ambos hemisferios cerebrales, el derecho (intuitivo, analógico y emocional), y con el izquierdo (lógico y racional), pues aquí dejo uno de los textos de Gautama Buda que más me gustan. La lectura es como la comida, masticamos la comida para asimilarla mejor en nuestro sistema digestivo, y también hemos de reflexionar la lectura, para procesarla mejor en nuestro cerebro, o mejor dicho, en nuestros cerebros, y tanto los 2 hemisferios cerebrales, y como los 3 cerebros que todos nosotros tenemos, el reptiliano o animal, el límbico o emocional y la corteza cerebral de los pensamientos, y es el tres en uno, o la Santísima Trinidad del cerebro humano, ... pensar, sentir y hacer en coherencia y al unísono, ... y lo cual no siempre suele ser así, pues muchísimas veces cada uno va por su lado y está en guerra con los otros, e igual que muchos de nosotros están en guerra consigo mismos, no hay coherencia dentro sino el caos.

"No creáis nada, por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen, creedlo después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia".

Puede interesarte: Visión alternativa de la pandemia - La venganza del virus coronado - El sanador y el heridor COVID-19 - El heridor y el herido Covid-19 - El estado de alarma del COVID-19


La relación consigo mismo, entre el amado amante y el amante amado

SÍ, LA RESPIRACIÓN "COMO CAMINO"
Respiración o aliento = alma o espíritu
(Parte de un capítulo del libro "La enfermedad como camino"
de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke)


III. LA RESPIRACIÓN
 
      La respiración es un acto rítmico. Se compone de dos fases, inhalación y exhalación. La respiración es un buen ejemplo de la ley de la polaridad: los dos polos, inspiración y espiración, forman, con su constante alternancia, un ritmo. Un polo depende de su opuesto, y así la inspiración provoca la espiración, etc. También podemos decir que un polo no puede vivir sin el polo opuesto, porque, si destruimos una fase, desaparece también la otra. Un polo compensa el otro polo y los dos juntos forman un todo. Respiración es ritmo, el ritmo es la base de toda la vida. También podemos sustituir los dos polos de la respiración por los conceptos de contracción y relajación. Esta relación de inspiración–contracción  y  espiración–relajación se muestra claramente cuando suspiramos. Hay un suspiro de inspiración que provoca contracción y un suspiro de espiración que provoca relajación.

      Por lo que se refiere al cuerpo, la función central de la respiración es un proceso de intercambio por la aspiracion el oxígeno contenido en el aire es conducido a los glóbulos rojos y en la espiración expulsamos el anhídrico carbónico. La respiración encierra la polaridad de acoger y expulsar, de tomar y dar. Con esto hemos hallado la simbología más importante de la respiración. Goethe escribió:

En la respiración hay dos mercedes,
una inspirar, la otra soltar el aire,
aquélla colma, ésta refresca,
es la combinación maravillosa de la vida
 
      Todas las lenguas antiguas utilizan para designar el aliento la misma palabra que para alma o espíritu. Respirar viene del latín spirare y espíritu, de spiritus, raíz de la que se deriva también inspiración tanto en el sentido lato como en el figurado. En griego psyke significa tanto hálito como alma. En indostánico encontramos la palabra atman que tiene evidente parentesco con el atmen (respirar) alemán. En la India al hombre que alcanza la perfección se le llama Mahatma, que textualmente significa tanto «alma grande» como «aliento grande». La doctrina hindú nos enseña, también, que la respiración es portadora de la auténtica fuerza vital que el indio llama prana. En el relato bíblico de la Creación se nos cuenta que Dios infundió su aliento divino en la figura de barro convirtiéndola en una criatura «viva», dotada de alma.
      
      Esta imagen indica bellamente cómo al cuerpo material, a la forma, se le infunde algo que no procede de la Creación: el aliento divino. Es este aliento, que viene de más allá de lo creado, lo que hace del hombre un ser vivo y dotado de alma. Ya estamos llegando al misterio de la respiración. La respiración actúa en nosotros, pero no nos pertenece. El aliento no está en nosotros, sino que nosotros estamos en el aliento. Por medio del aliento, nos hallamos constantemente unidos a algo que se encuentra más allá de lo creado, más allá de la forma. El aliento hace que esta unión con el ámbito metafísico (literalmente: con lo que está Detrás de la Naturaleza) no se rompa. Vivimos en el aliento como dentro de un gran claustro materno que abarca mucho más que nuestro ser pequeño y limitado —es la vida, ese secreto supremo que el ser humano no puede definir, no puede explicar— la vida sólo se experimenta abriéndose a ella y dejándose inundar por ella. La respiración es el cordón umbilical por el que esta vida viene a nosotros. La respiración hace que nos mantengamos en esta unión.
      
      Aquí reside su importancia: la respiración impide que el ser humano se cierre del todo, se aísle, que haga impenetrable la frontera de su yo. Por muy deseoso que el ser humano esté de encapsularse en su ego, la respiración le obliga a mantener la unión con lo ajeno al yo. Recordemos que nosotros respiramos el mismo aire que respira nuestro enemigo. Es el mismo aire que respiran los animales y las plantas. La respiración nos une constantemente con todo. Por más que el hombre quiera aislarse, la respiración lo une con todo y con todos. El aire que respiramos nos une a unos con otros, nos guste o no. La respiración tiene algo que ver con «contacto» y «relajación».
      
       Este contacto entre lo que viene de fuera y el cuerpo se produce en los alvéolos pulmonares. Nuestro pulmón tiene una superficie interna de unos setenta metros cuadrados, mientras que el área de nuestra piel no mide sino entre metro y medio y dos metros cuadrados. El pulmón es nuestro mayor órgano de contacto. Si observamos con más atención, distinguiremos las diferencias existentes entre los dos órganos de contacto del ser humano: pulmones y piel; el contacto de la piel es inmediato y directo. Es más comprometido y más intenso que el de los pulmones y, además, está sometido a nuestra voluntad. Uno puede tocar a otra persona o no tocarla. El contacto que establecemos con los pulmones es indirecto, pero obligatorio. No podemos evitarlo, ni siquiera cuando una persona nos inspira tanta antipatía que no podemos ni olerla, ni cuando otra nos impresiona tanto que nos deja sin aliento. Existe un síntoma de enfermedad que puede pasar de uno a otro de estos órganos de contacto: una erupción cutánea abortada puede manifestarse en forma de asma que, a su vez, con el correspondiente tratamiento, se convierte en erupción. El asma y la erupción cutánea corresponden al mismo tema: contacto, roce, relación. La resistencia a establecer contacto con todo el mundo por medio de la respiración se manifiesta, por ejemplo, en el espasmo respiratorio del asma.
 
      Si seguimos repasando las frases hechas relacionadas con la respiración y con el aire veremos que hay situaciones en las que a uno le falta el aire, o no puede respirar a sus anchas. Con ello tocamos el tema de la libertad y la cohibición. Con el primer aliento empezamos nuestra vida y con el último la terminamos. Con el primer aliento damos también el primer paso por el mundo exterior al desprendernos de la unión simbiótica con la madre y hacernos autónomos, independientes, libres. Cuando a uno le cuesta respirar; ello suele ser señal de que teme dar por sí mismo los primeros pasos con libertad e independencia. La libertad le corta la respiración, es algo insólito que le produce temor. La misma relación entre libertad y respiración se advierte en el que sale de una situación de agobio y pasa a otra esfera en la que se siente «desahogado» o, simplemente, sale al exterior: lo primero que hace es inspirar profundamente, por fin puede respirar con libertad.
 
      También el proverbial ahogo que nos aqueja en circunstancias agobiantes es ansia de libertad y de espacio vital.
 
      En resumen, la respiración simboliza los siguientes temas: ritmo, en el sentido de aceptar «tanto lo uno como lo otro»
Contracción
Relajación
Tomar
Dar
Contacto
Repudio
Libertad
Agobio
 
 
Símbolo del Yin y del Yang (la polaridad)