LA DEPRESIÓN DE S'ESPALMADOR

La isla balear de S’Espalmador, una de las pocas privadas que existen en España, ha encontrado comprador después de varios meses a la venta. Una familia luxemburguesa ha adquirido este espacio natural protegido, entre Formentera e Ibiza, por 18 millones de euros con la obligación de respetar la normativa, tanto estatal como autonómica, que regula los usos del espacio y prohíbe llevar a cabo cualquier tipo de construcción. El Consell de Formentera y el Gobierno Balear rechazaron hace unas semanas pujar por el islote debido al elevado precio exigido por la familia y la falta de apoyo económico del Gobierno Central.

La isla era hasta ahora propiedad de dos hermanos, que la heredaron hace años de su abuelo. Este la compró en 1932 por 42.500 pesetas (unos 256 €) al que entonces era su propietario, un hombre de Ibiza. El islote cuenta con 137 hectáreas de terreno (con casi tres kilómetros de longitud y apenas 800 metros de anchura) enclavadas en el parque natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera y cuenta con un elevado nivel de protección que restringe al máximo la edificación en la zona.

Isla encantada de S'Espalmador (Islas Baleares/España) - Autor de la foto: Coniferous en Wikipedia - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:S%27espalmador.jpg

LA DEPRESIÓN DE S'ESPALMADOR

La cuestión es que el Gobierno Autonómico de las Islas Baleares no la ha comprado, teniendo como tenía preferencia, y además habiendo sido rebajado el precio, que originalmente era de 24 millones de euros, se dice que por motivos económicos, yo no lo entiendo bien, pero también la culpa la tenemos los baleares, o baleáricos, que nos hemos gastado (yo no), durante el año 2017, la cantidad de casi 12 millones de euros en la compra de ansiolíticos y antidepresivos, es decir, que con un año y medio de no consumir toda esa porquería, podríamos haber comprado la hermosísima isla de S'Espalmador.

¡¡¡ ALLÍ SE NOS QUITARÍA LA DEPRESIÓN A TODOS!!!

PERO NO, AHORA SERÁ PEOR,

¡¡AHORA MUCHOS TENEMOS LA DEPRESIÓN DE S'ESPALMADOR!!

Unas hermosas playas de arena blanquísima, aguas cristalísimas, los ocho vientos que soplan, el sol del mar Mediterráneo, en fin, con los cuatro elementos al completo, fuego, tierra, agua y aire. No hay hoteles allí, no vive nadie, no hay chiringuitos ni restaurantes, no hay coches, no hay puerto, no hay aeropuerto, y en fin, qué voy a contar, pero eso sí, tiene una laguna en el interior, donde la gente que va en barca se da sus baños de fango, que los dejan más negros que el azabache, y después lo dejan en el mar, por lo cual allí donde se bañan enguarran el agua, pero ahora está prohibido hacerlo. Tan solo hay 2 casas de estilo ibicenco que se encuentran ya construidas en la isla, S’Alga y Majoral. El primer inmueble tiene capilla, 12 dormitorios, 8 baños y 3 porches. Majoral es más pequeño porque allí vive el mayoral. Cuenta con 4 dormitorios y un solo baño.

Y en fin, que ya me ha entrado la depresión, la depresión de S'Espalmador, al saber que no será una isla de uso público, pienso que podría haberse reservado, para aquellos que no se gastan un céntimo en antidepresivos y ansiolíticos, con lo cual lo ahorran a las arcas del Sistema de Salud, yo creo que hubiera sido el mejor premio y el mejor aliciente para que todos nos cuidemos, sin necesidad de tanta química y de tantos intereses creados, en torno al mundo de la depresión ... No podrá ser, en un archipiélago de 1.000.000 de habitantes, seguiremos gastando sobre los 12 millones de euros anuales, y más en el futuro, en antidepresivos y ansiolíticos, cuando podríamos haberla comprado al contado rabioso y amortizado en tan solo un año y medio.

Podríamos ir allí de vez en cuando, para la fangoterapia de la laguna, que obliga a que las toxinas del interior del cuerpo salgan hacia el exterior, y por tanto eliminemos venenos corporales y cerebrales, para la talasoterapia de los baños de mar, saladitos y algo calentitos en verano, que relajan un montón los nervios, más fresquitos en invierno pero que ayudan a que la circulación sanguínea sea mejor y evitan la depresión, para la helioterapia del sol mediterráneo que aporta vitamina D para alimentar los huesos, para hacer senderismo, no mucho porque la isla es pequeña, pero dando la vuelta al perímetro son unos 8 kms. que se hacen en dos horas y que ayudan a mantener la flexibilidad de las piernas y a mejorar también la circulación sanguínea, y por tanto a la oxigenación del cerebro deprimido.

Podríamos ir allí de vez en cuando, para sentir en la piel cada uno de lo 8 vientos que tenemos en estas islas, encantadas y desencantadas, la tramontana, el gregal, el siroco, el mistral, el levante, el ostro, el lebeche y el poniente, y con esto se nos irían volando de la cabeza, esas ideas depresivas y de suicidio, tal vez volando se irían y nos dejarían como nuevos ... Nos alojaríamos en una de las dos casas de la isla, tanto da si es la grande o la pequeña, esto es lo de menos, mientras nos den de comer no es importante, y también podríamos quedarnos a dormir en la playa, bajo las estrellas, y mientras que contemplamos en la cercanía la isla de Ibiza y la de Formentera, bien enterrados en la arena, para utilizarla también como un desintoxicante del cuerpo, eso sí, con la cabeza afuera, no sea que nos quedemos sin aire y entonces no podamos regresar a nuestra isla de origen.

Para aprovechar bien los días allí, podríamos hacer ejercicios espirituales y corporales, esto va muy bien para curar la depresión y la ansiedad que nos provoca vivir en un mundo desbaratado, podríamos hacer ejercicios de yoga, de tai-chi, estiramientos, relajaciones, meditaciones y cosas por el estilo. No provocan efectos secundarios como las drogas, legales o ilegales, naturales o químicas, y después nos encontraríamos muchísimo mejor, dispuestos de nuevo a enfrentarnos con la locura del mundo, por lo menos durante un tiempo, y en la espera de regresar en otra próxima ocasión a la isla encantada de S'Espalmador, ya que las otras islas están desencantadas, pues de no ser así, no se gastarían cada año y a lo tonto, la cantidad de 12 millones de euros en antidepresivos y ansiolíticos.

Bueno, es una utopía, creo yo, porque está claro que ahora no se podrá hacer, pero de ilusión también se vive, y también se muere ... Una pena, no podremos salvarnos de la depresión de S'Espalmador.

Reservados los derechos de autor: D.F. Nomemientas Gavilán.

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