miércoles, 11 de abril de 2018

HIJO MÍO, NO TE PASE COMO A MÍ ...

Mientras no hayas muerto, y vuelto a levantarte, 
extranjero eres para la tierra oscura.

Johann W. Goethe


HIJO MÍO, NO TE PASE COMO A MÍ ...
(El karma y las herencias familiares)

(dedicado al Conde de las Tinieblas Oscuras)

Un día de domingo, hace ya unos 10 años, estaba el padre hablando con uno de sus hijos, en su lecho de muerte, de donde partió unos días después, hacia donde todos vamos algún día, seamos ricos o pobres, seamos listos o tontos, y seamos lo que seamos ... No se puede evitar, por mucho que no lo deseemos y por mucho dinero que tengamos para pagar a la Parca ... El dinero y los bienes materiales en absoluto sirven en este caso, solamente hubiera servido retroceder en el tiempo, una serie de años atrás de la vida, para rectificar los errores que cometió, y que todos hemos cometido, y lo cual tal vez le podría haber ayudado a vivir mejor y más tiempo, y lo cual tampoco es importante cuando uno ya se da cuenta de que nada más se puede hacer, que esperar a que llegue ese momento, el que muchos ansían, y el que muchos temen también, para acabar con el dolor de la vida, de su propia vida.

Y estas palabras le dijo, el padre al hijo:

"Hijo mío, no te pase como a mí, ... que solo supe trabajar, trabajar y trabajar" ...

Y efectivamente, en esta vida no todo es trabajar, no todo es hacer dinero, no todo es tener una buena profesión, y no todo es todo, pero lo más importante, que es uno mismo, y no me refiero al ego por supuesto, debería ser todo ... Él se había pasado toda su vida trabajando y trabajando, para acumular riquezas que no se llevaría al otro mundo, él lo sabía pero pensaba que así podría eludir la muerte, al no tener tiempo de pensar en ella, pero la cuestión es, que de no pensar en la muerte, se fue muriendo lentamente en vida, sin darse cuenta por supuesto, pero muriendo ... Aquel que no sabe morir en vida, de forma consciente, tampoco sabrá morir en la muerte, ... y por esto es importante y necesario aprender a vivir y a morir.

Pasados los años el hijo se hizo igual al padre, continuó con el karma recibido, a pesar de las palabras de su padre, él sabía lo sabio de estas palabras, él sabía que podía acabar muy mal, lo sabía muy bien, pero después de 10 años su vida se había convertido en la misma vida de su padre ... No es nada fácil cambiar lo aprendido de la familia, no es nada fácil superar el karma familiar, no es nada fácil y lo sé muy bien por experiencia propia, pero en este caso del que yo hablo, estoy viendo que, tal vez, el nieto escuchará las mismas palabras del abuelo, ... pero dichas por su padre: "Hijo mío, no te pase como a mí, ... que solo supe trabajar, trabajar y trabajar" ...

Y bien, yo no lo crítico, cada uno es libre de hacer de su vida lo que prefiera, pero eso sí, aceptando todas las consecuencias derivadas de su decisión, a veces muy difícil de tomar, pues muchas veces los miedos a la supervivencia pueden más, y yo lo puedo entender muy bien, yo la tomé a mis 33 años y no me arrepiento de ello. Yo era más importante que el dinero y que el mundo de la materia, pero sí critico algo, porque tengo el derecho de criticarlo, y es que se me diga una cosa y que después se haga otra, porque yo no soy responsable de los miedos de nadie, porque yo no debo pagar los miedos de nadie, y porque yo no quiero ni debo ser víctima de los miedos de nadie.


"Las palabras se las lleva el viento" ...

Hechos, no palabras

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