Mientras no hayas muerto y vuelto a levantarte, extranjero eres para la tierra oscura.
J.W. Goethe
Mes de Escorpio (entre 23 octubre y 22 noviembre 2017)
EL MES DE LOS FIELES DIFUNTOS
Como sucede cada año, estamos en el mes de Escorpio (el signo de la muerte), en el mes de los Fieles Difuntos y también en el mes de Todos los Santos, y esto es debido al tránsito del Sol por este signo, pero es que este año es mucho más que otros, puesto que Júpiter también se encuentra situado ahí, y esto solamente puede suceder una vez cada doce años ... A partir de esto, se multiplican los efectos de la muerte, relacionados con los procesos internos y personales de cada uno, procesos de muerte y de regeneración, de muerte y de resurrección, en algún área de nuestra vida, allí donde tengamos situado el signo de Escorpio en nuestra carta natal.
He escrito bastantes cosas relacionadas con Escorpio, yo considero que se trata de un signo especial, especial porque es la salida del Teatro de la Vida, especial porque es la forma que tenemos de dejar de representar los diferentes actores que llevamos dentro, y así salir de tanta farsa como la que vivimos a diario, en un mundo que pienso que no nos gusta a nadie ... Se trata de un planeta Tierra que estamos matando lentamente, y lo mismo que nos estamos matando nosotros mismos, y sí, todos nos estamos suicidando lentamente pero no sumaremos en la lista de suicidios.
Hoy es día 1º de noviembre, es el día de Todos los Santos y mañana es el día de los Difuntos, pero es hoy el día en que la gente suele acudir al cementerio, para llevar flores a los suyos, sean familiares o sean amigos. En este año, al caer hoy en miércoles, pues la gente ya comenzó a llevar las flores desde el sábado, se ha repartido bastante en cinco días y todos hemos tenido tiempo de recordar a nuestros queridos difuntos, aunque creo que muchos de nosotros los recordamos a menudo, no solamente en el día de hoy, pero es que también hay gente que no los recuerda nunca.
He llegado a casa hace ya una hora, ya he cenado y aquí estoy con Piticlín, no sé muy bien para qué, tal vez para que sea otra vez mi confidente más fiel, nunca me protesta y siempre se deja escribir sin poner impedimentos ... He regresado del cementerio, he querido ir a última hora de la tarde, cuando ya había oscurecido, me apetecía que fuera así, es la hora en que hay menos gente, puesto que la gran mayoría lo hace durante el día. Y todo hay que decirlo, también porque a esas horas ya bajan a mitad de precio las macetas de crisantemos, en un centro de jardinería donde suelo comprarlos cada año, así que mi bolsillo ha salido beneficiado también.
Cada vez que voy es con cierta alegría, por ver la tumba de mis padres, por llevarles unas flores y por estar allí un rato con ellos, tengo la sensación de estar más cerca, es una tontería mía, pero así soy yo, soy un poco tonto para estas cosas. También voy con cierta pena, porque ya no están aquí, y también porque me veo venir la gran tristeza y pena después, porque, hoy, como siempre sucede en esta fecha señalada, y lo mismo que en otras fechas, como son sus cumpleaños, sus aniversarios de muerte o en Navidad, veo que yo soy el único que les lleva flores ... Y hoy ha sucedido lo de siempre, lo que está sucediendo desde hace años, allí no había flores de nadie más, y en concreto de sus otros hijos y de sus nietos.
Soy un bobo con esto, no es masoquismo, o tal vez lo es, pero es lo que toca cada año en esta fecha, la frustración, la frustración de ver que mi expectativa tampoco se ha cumplido, una expectativa muy simple, ver que alguien más se ha acordado de ellos, pero no ha sido así, de modo que he vuelto con más depresión de la que he ido, qué le voy a hacer. Escrito está que deba ser así debido al tránsito del Sol por mi casa V, por la casa de la alegría, pero que en estos días, debido al aspectario que coincide cada año, se convierte en lo contrario, pena y tristeza, además de frustración, y no lo puedo evitar y no lo podré evitar nunca. Soy un tonto sentimental, pero también tengo derecho a ir al cementerio con cierta ilusión, de encontrar que alguien más ha dejado flores a mis padres.
El contraste en un día como hoy es impresionante, miles de flores en todas partes, y no sé si decir que son millones, y también tumbas que no las tienen, He querido pasear un rato por allí, hoy cierran más tarde de lo normal y todavía se veía gente que acudía con flores y velas. Una noche tranquila tendrán las velas, no hay viento y las había a cientos o miles, pequeñas, grandes, velones y un colorido que vale la pena disfrutar, tal vez para darme cuenta de que todavía mucha gente se acuerda de sus fieles y queridos difuntos ... Ha sido la contrapartida para mí, de la pena que ya había comenzado a salir y que todavía sigue saliendo, no la puedo evitar.
Hay un lugar llamado la Plaza del Recuerdo, no hay tumbas, tan solo una gran cruz y unos escalones, que estaban llenos a rebosar de ramos de flores y un mogollón de velas encendidas, es el lugar donde la gente recuerda a sus difuntos, que no están enterrados en el cementerio de Palma, y sino en otros lugares de este mundo ... Es un espacio que llama muchísimo la atención debido a esto, ver que hay personas que incluso estando lejos se siguen acordando, mientras que otros, que los tienen muy cerca, a 20 minutos a pie, ni se acuerdan ni quieren acordarse, pero en fin, allá cada uno con su conciencia, si es que la tienen.
Como siempre, lo que más me ha llamado la atención son las "corralas", que se montan junto a las tumbas de las personas de etnia gitana, muchos llevan sus sillas plegables y allí se instalan durante horas, tal vez durante todo el día, para velar a sus muertos, limpiando los nichos, adornándolos con flores y con otras cosas, y haciendo además su cháchara, tal vez para que sus difuntos se sientan más acompañados, y tal vez también para no sentirse ellos tan solos ... Yo no voy a decir que sienta una envidia "sana", para mí es igual, no existe envidia sana o insana, pero siento envidia, de ver lo que nunca he visto en mi familia.
Dejo aquí la foto de más arriba, son macetas de crisantemos, éstas no son para mis padres, son para mis tíos difuntos, de aquí y de la Península, también para mi primo de Barcelona, y para M., yo no puedo olvidarme de ella, tampoco se merecía lo que le hizo su familia. Dejo también flores para otras personas que no son de la familia, gente que he conocido y de quien guardo un buen recuerdo, hoy he estado acordándome de todos, de aquí y de allá.
Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.
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| Zona antigua del Cementerio de Palma de Mallorca/ Foto Empresa Funeraria Municipal |
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