-Un conflicto por oposición, entre los signos de Leo y Acuario-
-La casa V del centro y los hijos, y la casa XI de los objetivos y expectativas-
-La Luna en Acuario como sombra y espejo del Sol en Acuario-
-La Luna en Acuario como sombra y espejo del Sol en Acuario-
ÉRASE UNA REINA ... "SIN TRONO"
En un país multicolor, similar a donde vivía la abeja Maya, nació hace muchos años una muchacha que quiso ser reina, ya antes de nacer lo tenía decidido así, pero cometió un error muy grande, pues nació en el mes de Acuario, ¡¡justamente en la sombra del mes de Leo!! y además con el Sol muy mal aspectado y situado en la casa V de Leo (hay que recordar que ahí está en detrimento), y así por tanto no era el mes más conveniente para convertirse en una reina, la única posibilidad que entonces podía tener es convertirse en una reina sin trono, como "casi" sucedió después. Ella nació de padres plebeyos y por tanto no podía heredar un trono familiar, otra cosa hubiera sido nacer en el mes de Leo, pues así ella tenía la posibilidad de convertirse en una verdadera reina, con su trono, pero esto no fue así y la frustración se hizo paso en su vida, poco a poco no tuvo más alternativa que darse cuenta de esto, sus expectativas fallaron, pero ella hizo todo lo imposible para vivir su sueño, mientras pudo y se lo consintieron.
Durante la infancia fue tratada como una princesa por parte de su familia, de sus padres y de sus dos hermanos, en cierta forma era comprensible porque era la menor y era como una muñeca, pero esto fue nefasto para ella en el futuro, no en su infancia y adolescencia pues muy bien lo disfrutó. Uno de los hermanos había nacido en un mes de Leo, y por tanto ya estaba predestinado para convertirse en rey, aunque sus padres no lo fueran, y lo cual nunca le gustó a ella pero tampoco pudo hacer nada para evitarlo, y salvo sabotearlo siempre que pudo para impedírselo. Pero la vida no le perdonó sus conspiraciones y ella se quedó sin su preciado trono, mientras que su hermano Leo consiguió ser rey y sin necesidad de trono alguno, él no necesitaba de un trono para demostrarse que era alguien. El otro hermano fue tratado como un vasallo por la princesa, y él encantado de la vida le siguió el juego, y es lógico, teniendo en cuenta que nació con la Luna en Acuario, es decir, que era una sombra de su hermana Acuario y por lo tanto siempre necesitaron estar juntos, para mirarse uno en el otro, de no haber sido así no hubieran tenido más remedio que mirarse cada uno a sí mismo.
Durante su adolescencia ella fue educada y estudió en un convento de monjas, uno de los mejores que había en su ciudad, fue tratada como una princesa porque allí las trataban así, todas lo eran, tenían unos hermosos vestidos, sus clases de música, varias carrozas que las recogían en sus palacios y que las llevaban al convento cada día, un gran comedor donde disfrutaban de los mejores manjares, y además de muchos privilegios y prebendas, como eran viajes para conocer otros lugares, y de los que no podían disfrutar sus hermanos. Sus hermanos estudiaron en un convento de frailes, pero no de tanta alcurnia, allí nunca tuvieron música, ni carrozas, ni lacayos, ni alberca para mojarse el culo durante los meses de calor, solamente tuvieron un teatro de títeres donde se representaban obras de vez en cuando, y además debían ir vestidos con unos horribles ropajes, era una especie de bata con rayas, que más bien les hacía parecer presidiarios.
Con el tiempo la princesa sin trono quiso convertirse en una reina, cuando se casó con un plebeyo que consentía la autoridad de su esposa, además de los despotismos típicos cuando alguien quiere ponerse por encima de los demás, pero bueno, esto es otra historia, que por supuesto acabó muy mal, pues con el tiempo se separaron, y por tanto la reina divorciada se quedó sola con sus dos hijas. Una de ellas era también una princesa sin trono, con aspiraciones a reina y con trono, por supuesto, pero también con ella sucedió lo mismo, pues se equivocó de mes y nació en un mes inadecuado, en otro mes de Acuario, ¡¡justamente!!, no podía ser otro para así continuar con el karma familiar, pero con su sombra situada en el signo de Leo, allí estaba su Luna, y por tanto también con una sombra de pretender ser reina en el futuro, lo había heredado de su madre y su madre también quiso convertirla en una futura reina, era su modo de compensar su frustración, al no haberlo podido ser ella.
Ya pasado el tiempo, la reina sin trono pudo darse cuenta de que nunca conseguiría su objetivo, no podría ser reina en toda su vida, a pesar de ejercer su pésima autoridad sobre sus hijas, la princesa sin trono y la otra, la Cenicienta, sí, porque, como en todos los cuentos de princesas y reinas, siempre hay una de ellas que es una Cenicienta, y le tocó, ... ella debía ser la criada y así también cumplió con su trabajo en el tiempo futuro. el que ya tenía predestinado antes de nacer. Mientras tanto recibió todo tipo de órdenes, gritos, maltratos y mucho más por parte de su madre, la reina sin trono, y de su hermana, la princesa sin trono, quien con el tiempo pudo sentarse en el trono de una bicicleta, y hasta que llegó un día en que alguien encontró su zapato de cristal (era el zapato de la Cenicienta).
Para acabar el cuento, la reina sin trono solamente pudo conseguir un trono en su carro, el cual le llevaba al trabajo cómodamente, a una oficina donde también había otro trono preparado para ella, una silla moderna y con ruedas, y además de giratoria, para que pudiera moverse más fácilmente, así tenía la sensación de que sus lacayos la estaban llevando de un lado a otro, pero no, nadie la portaba sobre sus hombros. La desilusión la ocultaba como mejor podía, la frustración era enorme, pero se lo ocultaba como mejor sabía, recordando los cuentos que había escuchado en su infancia, y los que había leído durante su adolescencia, sobre reinas y princesas que tienen su palacio, su corte y su trono, que siempre se encuentran con su principe azul, y que viven felices y comen perdices hasta el final de sus días, en este mundo cruel, ... que no siempre permite al ego que cumpla con sus objetivos y sus expectativas.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado ...
No siempre uno puede ser rey o reina, puede ser que se herede de los padres, si son reyes, pero son muy pocos los casos, son poquísimos, la grandísima mayoría deben hacerse a sí mismos, deben hacerse reyes o reinas de sí mismos, deben encontrar su centro, olvidar su corona, su trono y su cetro, y nunca deben pretender ser reyes o reinas de los demás ... No se debe pretender ocupar un trono o un pedestal, para así tener la sensación de ser reyes y la falsa percepción de que se está por encima de los demás ... No debe uno verse reflejado en los demás, nunca debe uno verse reflejado en el espejo de los demás, ni de un hermano, ni de un padre, ni de un maestro, ni de nadie, porque entonces es imposible que se vea a sí mismo tal y como es, ya que en todo caso se verá al revés de lo que es, tal como la imagen que nos devuelve un espejo, y si uno se ve al revés de lo que es, ... pues nunca se entenderá a sí mismo, igual que nunca entenderá el mundo, ya que lo estará viendo al revés.
Texto del libro "Tres hermanos y un final - Diario de un karma familiar (IV) - El Juego del Escondite (el encuentro). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.
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Plaza de la Reina (Isabel II de España, con trono). Palma de Mallorca |