jueves, 14 de abril de 2016

"VENGO A HACERTE COMPAÑÍA" ...

17 julio 2008

 
131.- “VENGO A HACERTE COMPAÑÍA” …

Día más o menos normal, esta mañana he acompañado a mi madre al Centro de Día, donde ha pasado toda la jornada hasta las 17,30 h. que la he ido a buscar, y ha sido algo más tarde que antes pues tenía un montón de cosas que hacer en la calle, pendientes desde hacía varios días, nadie colabora para el cuidado de mi madre y mucho menos para atender mis asuntos. 

El Caos de hoy ha empezado a las 19 h., desde que ha salido hasta esta hora todo ha ido más o menos bien. Había bajado el calor y estábamos a punto de salir a la calle a dar un paseo, pero en este momento ha sonado el teléfono, era una de sus nietas para preguntar por ella y apenas han hablado 2 minutos … El problema ha salido justo después y cuando hemos salido a la calle, parece que esta llamada le ha removido la rabia, ya que no la llamaba su hija, y durante todo el tiempo que hemos estado paseando no ha parado de molestarse por cualquier tontería, y como era rozarse con las plantas de los jardines que dan a la acera. La cosa es que en cada momento me estaba echando a mí la culpa de su cabreo, y como siempre y así ha sido durante 1 hora. Al final me ha salido un grito de enfado y así le he dicho: “¡mamá, entre las plantas y tú me estáis amargando la vida!”, … y se ha callado durante el resto del camino.

Ya estamos en casa otra vez y yo escribiendo en el ordenador, … no para de hablar sola y no se quiere separar de mí, y ni siquiera me deja escribir esto con tranquilidad, emocionalmente está muy revuelta, su caos quiere salir pero ella no lo deja salir, o no sabe o no quiere dejarlo salir, y todo ha sido a causa de una llamada telefónica hipócrita de su nieta, que le ha revuelto el alma. Normalmente seguiremos así durante varias horas más, tal como ha pasado en otras ocasiones, pero mientras tanto no se atreve a decirles, su verdad, a quienes corresponde decirlo, actúa de la misma forma que cuando yo era niño y descargando la rabia que siente, contra su hija, pero sobre mí, quien no tiene por qué tener vela en este entierro. Esta noche será de Luna Llena.

Ahora parece que se da cuenta, de que no es contra mí con quien tiene que descargar la rabia, no quiere estar sola en la sala y se acaba de instalar en la cama de mi estudio, tiene miedo de estar sola. Salgo a la terraza y ya me está buscando … No me importa en absoluto que ella esté conmigo en mi cuarto, pongo música mientras yo escribo en el ordenador, y a ella le gusta estar aquí porque se siente acompañada y cómoda, lo más curioso es que, cuando viene, me dice tal como otras veces ha dicho: “vengo a hacerte compañía”, … y a mí me encanta su compañía, le pongo unos grandes cojines, se sienta en la cama, muchas veces se queda dormida escuchando la música. Es muy curiosa la frase que dice cuando viene, y sencillamente porque podría decirlo de otra manera, como por ejemplo: “no quiero estar sola” 

Mientras que estoy escribiendo todo esto, mi ordenador está cantando las canciones de Antonio Molina, son las que ella escuchaba muchas veces a través de la radio, mientras estaba haciendo “sus labores” en la casa, en los tiempos que no había televisión, yo sé que le gusta escucharlas y cantarlas, es una forma de recordar el pasado … Por un lado ella se siente feliz pero al mismo tiempo, por el otro lado sé que también le traen añoranzas de otros tiempos, y ésta es la eterna contradicción que todos tenemos, esta dualidad que nos acompaña siempre, a veces no sé qué es mejor hacer, solo sé que hay que vivir todo, ¡pero me siento mal por ella, cuando veo que la pena la invade! … Ahora se ha puesto a cantar “soy minero”, es una de sus preferidas y no se la sabe de memoria, hay momentos en que se queda parada, y esperando oír la letra, después ya continúa con la canción, hasta que llega, … “el sonido de una taranta”, … es cuando se hace tan largo que tiene que inspirar antes muy hondo, pero me encanta escucharla aunque también me hace sentir triste, yo también tengo esta misma dualidad, este sentir cosas contrarias al mismo tiempo, y aunque sé que es algo muy normal en todas las personas.

Texto del libro "Tres hermanos y una madre" - Diario de un karma familiar (I) - El Juego del Escondite (la pérdida), inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (España), y protegido por derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.


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Esta canción la hemos escuchado muchos de nosotros, al menos en España, y también la escuchaban nuestros padres. Para los nostálgicos y para quien quiera escucharla. Una canción del año 1955. "Soy minero" (Antonio Molina).
 
Yo no maldigo mi suerte, porque minero nací, aunque me ronde la muerte, no tengo miedo a morir, no me da envidia el dinero, porque de orgullo me llena, ser el mejor barrenero, de toda Sierra Morena, de toda Sierra Morena. Bajo a la mina cantando, porque sé que en el altar, mi madre queda rezando, por el hijo que se va, y cuanto tengo un pena, lanzo al viento mi ................................. cantar.

Soy minero, y templé mi corazón con pico y barrena, soy minero, y con caña, vino y ron me quito las penas, soy barrenero porque a mí nada me espanta, y solo quiero el sonido de ..................................... una taranta. Compañero, dale al marro "pa" cantar mientras garbillo. que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero, yo, yo soy minero.

Soy barrenero porque a mí nada me espanta, y solo quiero el sonido de ........................................una taranta, compañero, dale al marro "pa" cantar mientras garbillo, que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero, yo, yo soy minero, yo soy minero.

6 comentarios:

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Un beso y un gran recuerdo para mi madre, allí donde se encuentre. Ella no tuvo miedo a la muerte, lo mismo que el minero, que tantas veces ella cantaba

Anónimo dijo...

Una bella historia, bellísima historia. Muchas de nuestras madres y abuelas también se deleitaron con canciones de este estilo, y ésta era también una de las preferidas de mi madre, que en paz descanse. Me hubiera gustado hacer lo mismo que ha podido hacer usted por su madre, cuidarla como si de una hija se tratara. Mi enhorabuena.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Agradezco tus palabras, cuando se llega a la vejez, yo pienso que todos nos convertimos otra vez en niños. Yo cuidé a mi madre, como madre que fue, pero también como si fuera mi hija. No me arrepiento de ello, la satisfacción ha sido enorme, poder hacer por ella, pero también, el dolor de lo sucedido durante su último tiempo de vida, no podré olvidarlo nunca. En mí quedan todos los recuerdos, los buenos y los malos también.

Mirando al mar dijo...

Soñé que mi madre también estaba conmigo en mi habitación, que había venido a verme como hizo con usted, que yo también le ponía la música que le gustaba, soñé que ella venía a hacerme compañía, soñé que yo le preparaba la cena, soñé que después yo le daba un beso de buenas noches, soñé que otra vez estaba conmigo, hasta que me doy cuenta de que no es así y las lágrimas acuden a mis ojos. Son lágrimas guardadas desde hace tiempo, yo sigo añorando a mi madre. Me gusta lo que usted escribe, hace regresar a mi mente lo que en su tiempo no pude sentir. Gracias por esto.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Gracias a usted por leerme, yo sé que todo lo escrito puede remover muchas conciencias, pero también sé que otras preferirán seguir dormidas, es preferible para muchos, no sentir el dolor, por lo que nunca hicieron por sus padres ancianos. Buenas noches.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Ahora mismo se han pinchado las 10.000 páginas de este blog, en este caso he sido yo quien lo ha hecho, dejando 10.000 rosas para mi madre. Dicen que Internet es como Dios, que está en todas partes, y así espero que le llegue este mensaje y el olor de las rosas, son para ella, yo me he quedado con 10.000 claveles.