lunes, 11 de septiembre de 2017

LOS TRES HERMANOS HEREDEROS


La unión o la separación (con uno mismo y con los demás)
La unión construye, la separación destruye
(dicen que la unión hace la fuerza)

LOS TRES HERMANOS
(Cuento de los Hermanos Grimm)
-Cuentos de familia-

Érase un hombre que tenía tres hijos y, por toda fortuna, la casa en que habitaba. A cada uno de los tres hermanos le hubiera gustado heredarla, mas el padre los quería a todos por igual y no sabía cómo arreglárselas para dejar contentos a los tres. Tampoco estaba dispuesto a vender la casa, pues había pertenecido ya a sus bisabuelos; de no ser así, la habría convertido en dinero y lo habría repartido entre los mozos. Ocurriósele, al fin, una solución y dijo a los mozos: "Salid a correr mundo y que cada cual aprenda un oficio ... Cuando regreséis, la casa será para el que demuestre mayor habilidad en su arte"...

Aviniéronse los hijos. El mayor resolvió aprender la profesión de herrador; el segundo quiso hacerse barbero, y el último, profesor de esgrima. Luego calcularon el tiempo que tardarían en volver a su casa, y partieron, cada uno por su lado. Tuvieron la suerte de encontrar buenos maestros, y los tres salieron excelentes oficiales. 

El herrador llegó a herrar los caballos del rey, y pensó: "Ya no cabe duda de que la casa será para mí".  El barbero tenía entre su clientela a los más distinguidos personajes, y estaba también seguro de ser el heredero. En cuanto al profesor de esgrima, hubo de encajar más de una estocada, pero apretó los dientes y no se desanimó, pensando: "Si temo a las cuchilladas, me quedaré sin casa"

Transcurrido el tiempo concertado, volvieron a reunirse los tres hermanos con su padre, ... pero no sabían cómo encontrar la ocasión de mostrar sus habilidades. Mientras estaban deliberando sobre el caso, vieron una liebre que corría a campo traviesa.

"¡Mirad!" - dijo el barbero -. "Esta liebre nos viene al dedillo" ... y, tomando la bacía y el jabón, preparó bien la espuma. Cuando llegó a su altura el animal, lo enjabonó y afeitó en plena carrera, dejándole un bigotito, y todo ello sin hacerle un solo corte ni el menor daño.

"Me ha gustado" - dijo el padre -, "y si tus hermanos no se esmeran mucho, tuya será la casa".

Al poco rato llegó un señor en coche, a toda velocidad. "Padre, ahora veréis de lo que yo soy capaz" - dijo el herrador, y, sin detener al caballo, que iba lanzado al galope, arrancóle las cuatro herraduras y le puso otras nuevas.

"¡Muy bien!" - exclamó el padre -. "Estás a la altura de tu hermano. No sé a quién de vosotros voy a dejar la casa"

Dijo entonces el tercero: "Padre, esperad a que yo os muestre mis habilidades"

En esto empezó a llover, y el mozo, desenvainando la espada, se puso a esgrimirla sobre su cabeza,  con tal agilidad que no le cayó encima ni una sola gota de agua. La lluvia fue arreciando hasta caer a cántaros; pero él menudeaba las paradas con velocidad siempre creciente, quedando tan seco como si se encontrase bajo techado.

Al verlo el padre, no pudo por menos de exclamar: "Te llevas la palma; tuya es la casa"

Los otros dos hermanos se conformaron con la sentencia, como se habían obligado de antemano. Pero los tres se querían tanto, que siguieron viviendo juntos en la casa, practicando cada cual su oficio; y como eran tan buenos maestros, ganaron mucho dinero ... Y así vivieron unidos hasta la vejez; y cuando el primero enfermó y murió, tuvieron tanta pena los otros, que enfermaron a su vez y no tardaron en seguir al mayor a la tumba. Y como habían sido tan hábiles artífices y se habían querido tan entrañablemente, fueron enterrados juntos en una misma sepultura.

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

😮😮😮

No todos los cuentos, o tal vez ninguno, se corresponde con la vida real, tal vez los cuentos son tan solo una ilusión más, pero todos los cuentos tienen siempre su moraleja, pero como dijo alguien: "No se debe dar la comida masticada", .. y así que quien quiera que la busque y que la encuentre ... No es difícil de encontrar, dicen que la unión hace la fuerza, entre hermanos o entre personas, entre familias o entre pueblos, entre comunidades o entre países, ... y que la separación los destruye.

Lo mismo se puede decir para cada uno de nosotros, la unión con uno mismo CONSTRUYE, pero la separación con uno mismo DESTRUYE.
 

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