La unión o la separación (con uno mismo y con los demás)
La unión construye, la separación destruye
La unión construye, la separación destruye
(dicen que la unión hace la fuerza)
LOS TRES HERMANOS
(Cuento de los Hermanos Grimm)
-Cuentos de familia-
-Cuentos de familia-
Érase un hombre que tenía tres hijos y, por toda fortuna, la casa en que
habitaba. A cada uno de los tres hermanos le hubiera gustado heredarla, mas el
padre los quería a todos por igual y no sabía cómo arreglárselas para
dejar contentos a los tres. Tampoco estaba dispuesto a vender la casa,
pues había pertenecido ya a sus bisabuelos; de no ser así, la habría
convertido en dinero y lo habría repartido entre los mozos. Ocurriósele,
al fin, una solución y dijo a los mozos: "Salid a correr mundo y que cada cual aprenda un oficio ... Cuando
regreséis, la casa será para el que demuestre mayor habilidad en su
arte"...
Aviniéronse los hijos. El mayor resolvió aprender la profesión de
herrador; el segundo quiso hacerse barbero, y el último, profesor de
esgrima. Luego calcularon el tiempo que tardarían en volver a su casa, y
partieron, cada uno por su lado. Tuvieron la suerte de encontrar buenos
maestros, y los tres salieron excelentes oficiales.
El herrador llegó a
herrar los caballos del rey, y pensó: "Ya no cabe duda de que la casa
será para mí". El barbero tenía entre su clientela a los más
distinguidos personajes, y estaba también seguro de ser el heredero. En
cuanto al profesor de esgrima, hubo de encajar más de una estocada, pero
apretó los dientes y no se desanimó, pensando: "Si temo a las
cuchilladas, me quedaré sin casa"
Transcurrido el tiempo concertado, volvieron a reunirse los tres hermanos con su
padre, ... pero no sabían cómo encontrar la ocasión de mostrar sus
habilidades. Mientras estaban deliberando sobre el caso, vieron una
liebre que corría a campo traviesa.
"¡Mirad!" - dijo el barbero -. "Esta liebre nos viene al dedillo" ... y,
tomando la bacía y el jabón, preparó bien la espuma. Cuando llegó a su
altura el animal, lo enjabonó y afeitó en plena carrera, dejándole un
bigotito, y todo ello sin hacerle un solo corte ni el menor daño.
"Me ha gustado" - dijo el padre -, "y si tus hermanos no se esmeran mucho, tuya será la casa".
Al poco rato llegó un señor en coche, a toda velocidad. "Padre, ahora veréis de lo que yo soy capaz" - dijo el herrador, y, sin
detener al caballo, que iba lanzado al galope, arrancóle las cuatro
herraduras y le puso otras nuevas.
"¡Muy bien!" - exclamó el padre -. "Estás a la altura de tu hermano. No sé a quién de vosotros voy a dejar la casa"
Dijo entonces el tercero: "Padre, esperad a que yo os muestre mis habilidades"
En esto empezó a llover, y el mozo, desenvainando la espada, se puso a
esgrimirla sobre su cabeza, con tal agilidad que no le cayó encima ni una
sola gota de agua. La lluvia fue arreciando hasta caer a cántaros; pero
él menudeaba las paradas con velocidad siempre creciente, quedando tan
seco como si se encontrase bajo techado.
Al verlo el padre, no pudo por menos de exclamar: "Te llevas la palma; tuya es la casa"
Los otros dos hermanos se conformaron con la sentencia, como se habían
obligado de antemano. Pero los tres se querían tanto, que siguieron
viviendo juntos en la casa, practicando cada cual su oficio; y como eran
tan buenos maestros, ganaron mucho dinero ... Y así vivieron unidos hasta
la vejez; y cuando el primero enfermó y murió, tuvieron tanta pena los
otros, que enfermaron a su vez y no tardaron en seguir al mayor a la
tumba. Y como habían sido tan hábiles artífices y se habían querido tan
entrañablemente, fueron enterrados juntos en una misma sepultura.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
😮😮😮
No todos los cuentos, o tal vez ninguno, se corresponde con la vida
real, tal vez los cuentos son tan solo una ilusión más, pero todos los
cuentos tienen siempre su moraleja, pero como dijo alguien: "No se debe dar la comida masticada",
.. y así que quien quiera que la busque y que la encuentre ... No es
difícil de encontrar, dicen que la unión hace la fuerza, entre hermanos o
entre personas, entre familias o entre pueblos, entre comunidades o
entre países, ... y que la separación los destruye.
Lo mismo se puede decir para cada uno de nosotros, la unión con uno mismo CONSTRUYE, pero la separación con uno mismo DESTRUYE.
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