La educación religiosa nos enseña a perdonar a aquellos que nos ofenden. ¿Debemos perdonarlos realmente?, ¿Es eso posible?
Es comprensible que queramos perdonar y olvidar para no tener que sentir dolor, pero esta vía no funciona. Más pronto o más tarde nos damos cuenta de que nos hemos equivocado de camino y de que así no solucionaremos nada. Fíjese en la cantidad de sacerdotes pedófilos. Perdonaron a sus padres los abusos sexuales y otros abusos de su autoridad. Y ¿qué hacen ahora? Repiten los "pecados" de sus padres, precisamente porque se los han perdonado. Si hubiesen juzgado de forma consciente los hechos reales, no se habrían visto forzados a hacerles lo mismo a otros niños, abusando de ellos, confundiéndolos y condenándolos al silencio. Las religiones tienen mucha influencia sobre nuestra forma de pensar y pueden empujarnos al autoengaño de muchas y diferentes maneras. Pero no tienen ninguna influencia sobre nuestro cuerpo, que conoce con exactitud nuestras emociones más intensas e insiste en que sean respetadas.
"Pensar en positivo" es tan perjudicial como los preceptos religiosos que exigen de nosotros que perdonemos y queramos a aquellos que nos odian. ¿Qué opina de estos consejos de autoayuda?
Tiene toda la razón. "Pensar en positivo" no es en modo alguno un remedio, porque constituye una forma de autoengaño, una huida de la verdad. No nos puede ayudar, porque nuestro cuerpo conoce mejor la realidad".
Una continuación de una entrada anterior: El conflicto del perdón (I)
Una página para reflexionar, no solamente para leer
El pasado 12 de agosto de 2016 escribí una entrada titulada "El conflicto del perdón (I)", quien tenga interés en leerla puede pinchar el enlace anterior, yo lo recomiendo antes de leer lo que escribiré a continuación, para mejor comprensión de lo que sigue, y así como de los 30 comentarios que desde entonces se han escrito sobre esto. Antes debo decir que ha sido una entrada bastante leída, mucha gente está metida en conflictos de perdón, y lo cual es lógico porque la vida nos obliga a ello, forma parte también del arquetipo de Piscis y de su regente Neptuno, y el cual nos mueve con mi querida amiga Mano Invisible y con la Mano Invisible de cada uno, metafóricamente hablando.
Tal como dice Alice Miller: "Repiten los "pecados" de sus padres, precisamente porque se los han perdonado" ...
30 comentarios:
- AnónimoYo pienso que solamente puedes perdonar cuando se te ha restituido el daño hecho, de lo contrario todos podríamos estar haciendo mal a los demás y sin consecuencias, así la vida sería un cachondeo total. JM
- Demasiadas preguntas hechas desde el razonamiento. El perdón debe analizarse con el corazón, creo que ese debe ser su origen de no ser así sería un perdón interesado. Aquí va otra posible pregunta para la colección, si los demás son nuestro espejo ¿ habría que agradecerles las putadas que nos han hecho? y si es así ¿ necesariamente ya conllevaría el perdón?
Pienso que si muchas veces no perdonamos es porque preferimos el papel de víctima, siempre es un arma a utilizar contra el otro pero también contra nosotros mismos. Me gusta el tema del perdón. Hay mucho que rascar.
- Esto se está poniendo muy interesante, espero y deseo con el corazón, que llegues a tus conclusiones finales, ya sabes que estoy deseando conocerlas. Un abrazo para ti y otro para mí.
- Decía Khalil Gribran, en uno de sus escritos, cuando se refería a la alegría y a la tristeza. "Pero yo os digo que son inseparables. Llegan juntos y cuando uno de ellos se sienta con vosotros a la mesa, el otro espera durmiendo en vuestro lecho".
Yo pienso que pasa lo mismo con el niño bueno y el niño malo que todos llevamos dentro, cuando el niño malo ha sido reprimido, para que solamente el niño bueno pudiera existir, ya se ha creado un sentimiento contra uno mismo. Yo entiendo que esto es lo que nos debemos perdonar, el no habernos dado la oportunidad de ser "malos", por esto otras personas deben despertarnos cuando somos adultos, y por esto deberíamos agradecerles que nos despierten, digo "agradecer", no digo "perdonar", esto es más complicado. Yo entiendo que primero deberemos perdonarnos a nosotros mismos, tal vez después lo podamos hacer con los demás, si nos lo piden, pues si no lo piden, no hay por qué darlo, así no podremos sentirnos superiores al otro, no usaremos nuestra soberbia espiritual.
Aquí podríamos decir lo mismo que decía Gibran sobre la alegría y la tristeza, algo así: "Pero yo os digo que son inseparables. Cuando el niño bueno se sienta con vosotros a la mesa, el niño malo espera durmiendo en vuestro lecho". Es mi manera de verlo. Salud.
- AnónimoBien, desde Argentina sabéis la gran mayoría de las personas, como la sociedad se ha tenido que enfrentar al tema de " Ni olvido ni perdón" cuando se han indultado los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar , allí una parte de la sociedad debió darse cuenta de que con su silencio había sido cómplice mientras que otros de nada quisieron darse cuenta, Jesús también debió mostrar su ira contra los mercaderes del templo en una oportunidad. Y ¿acaso no dice Jesús también aquello de "Corrige a tu hermano?"
No acepto así como así lo de la otra mejilla , pienso que se trata de una metáfora del perdón y nada más que eso ,porque si no terminaríamos aceptando por ejemplo a la violencia doméstica, o le daríamos otra niña del barrio al violador de una de ellas, lo cual sería directamente una locura !
No es bueno para nadie acumular odio,porque se va a ir al propio cuerpo, pero de ahí a poner la otra mejilla "a la letra" eso no es así , al menos para mí, pero el que hizo algo que altere los diez mandamientos que son màs o menos los mismos en todas la religiones lo pagará quiera o no , porque es como pasa con las leyes herméticas , así que se puede perdonar,para que no nos haga a nosotros mismos enfermar el hígado el resentimiento, pero el ser humano no puede olvidar , salvo que padezca la enfermedad del olvido, o el síndrome de Estocolmo, donde la persona por haber perdido ya totalmente su identidad, termina aliándose con su verdugo.
Ya lo decía Freud, padre del Psicoanàlisis, en su texto Recuerdo,Repetición y Elaboración "Recordar , para no repetir"
Muy buen tema el que has planteado.
Ana no Duerme, desde Argentina. - Fe de erratas : "En todas las religiones ", con el artículo en plural.
Ana No Duerme.Desde Argentina.
- ¿Qué pasaría si todos pecáramos, jodiéramos, robáramos, violáramos y matáramos a quien nos diera la gana? .... para eso existen las leyes humanas y las divinas, debe haber un respeto, y de no haberlo bien que se debe castigar, nunca perdonar hasta que no se haya cumplido la penitencia establecida por el Dios de arriba o por el juez de abajo. Yo no creo en el perdón sin haber pagado el daño hecho, sin haber pagado un precio, sin haber pagado un desagravio o una penitencia, pues entonces todos haríamos lo que nos diera la gana y sin consecuencias después, hay que restituir el daño hecho, aunque sea pequeño, no puede quedar "cojo" como bien dices. Hay mucho que meditar sobre lo que has escrito, para mí es bastante difícil de asimilar, que debamos perdonarnos a nosotros mismo por algo, pero lo puedo comprender. Un saludo.
D.F. Nomemientas GavilánPensando un poco más en la cuestión del perdón, hay algo que debemos tener muy en cuenta, el agravio puede ser muy gordo o simplemente pequeño, puede ser material, pero también puede ser moral, y este último hace muchísimo daño a la sensibilidad de las personas. Justamente este daño moral no suele denunciarse a la justicia, y por lo tanto tampoco puede ser condenado o sentenciado por un juez.
No hay que olvidar esto, y muy en particular cuando este agravio moral te lo ha hecho alguien de la familia o alguien muy íntimo, justamente quienes menos imaginabas que lo hicieran, quienes no tenían ningún motivo para calumniarte o injuriarte, pero quienes buscaban desahogar su venganza y su sentimiento de culpabilidad, por supuesto para no sentirse culpables de un mal que anteriormente ellos hicieron, es su mecanismo de defensa, proyectar sobre otros lo que realmente se deberían decir y pagar consigo mismos.- Hay muchísima gente que ha hecho daño a otra persona, sea un daño pequeño o grande, y tal vez se daba cuenta o no se daba cuenta, pero si él era inconsciente de este mal, yo sé que la vida se lo despertará en algún momento, la conciencia se lo recriminará constantemente y no podrá dormir, posiblemente hasta que la persona que ha jodido le perdone, o el desagravie a esa persona, mientras tanto el "pecador", tal como dices, estará cumpliendo su propia penitencia, al no poder dormir ni vivir en paz, y quizás hasta el día de su muerte, y tal vez porque su propio orgullo le impida solicitar ese perdón a la persona agraviada, o tal vez también porque el agraviado no se lo quiera dar, también pudiera suceder. Un saludo.
- ¿qué duele más, el resentimiento que pueda sentir la persona jodida, o el remordimiento que pueda sentir la persona jodedora? No sé si alguien pueda contestarme esto. Imagino que todos hemos jodido a alguien y que también nos han jodido otros. MJ.
- Cuando uno hace daño a otro, queriendo o sin querer, y muy principalmente si se trata de familia, ha de tener la humildad suficiente, para bajarse del burro de su orgullo, pedir disculpas y perdón, resarcir el daño hecho y esperar que el otro le perdone, salvo que quiera vivir toda su vida con ese cargo en su conciencia. Desgraciadamente no suele ser así, pero quien hace daño y no pide perdón, lo pagará siempre consigo mismo, y es muy duro lo que puede arrastrar durante toda su vida. Es mi opinión.
- D.F. Nomemientas GavilánEn estos días se está hablando mucho en Mallorca sobre la destitución del obispo, ha sido por orden del Vaticano, ya que "no le han perdonado" cierta aventura amorosa con su secretaria. El obispo "ha pedido perdón" a sus feligreses, por si alguien se ha sentido ofendido, asegura que en la vida "no hay lugar para el resentimiento", e insiste en "la importancia del perdón". El dice que busquemos el perdón de Dios, pero lo curioso es que el Papa, quien se supone es el representante de Dios en la Tierra, no le ha perdonado su aventura y le ha impuesto una "penitencia", al ser bajada su categoría a obispo auxiliar de Valencia. Yo no juzgo nada, solamente informo de esto, puede dar un poco más para pensar en el conflicto del perdón. El obispo nació en el año 1948, con una conjunción entre Saturno y Plutón en Leo, con esto ya está todo dicho, para los astrólogos que lo sepan interpretar.
- Las cuatro chicas y dos chicos, que a finales de mes SERÁN JUZGADOS en la Audiencia de Palma, por interrumpir de manera abrupta una misa en la iglesia de San Miguel de Palma, NO ESTÁN DISPUESTOS A PEDIR PERDÓN al Obispado, que ha ofrecido retirar la acusación contra ellos si admiten que erraron .......... (La Iglesia no perdona a quien no se arrepiente)