miércoles, 30 de marzo de 2016

AUTONOMÍA DEL PACIENTE TERMINAL

Miró de frente a la muerte, fue generosa con ella y con los que estábamos a su lado. Es lo más desgarrador que me ha pasado. En esta sociedad, la muerte se oculta. Es un regalo vivir con alguien capaz de morir de forma valiente. Se le puede dar la vuelta al dolor”


20 diciembre 2010

AUTONOMÍA DEL PACIENTE TERMINAL

Leyendo los periódicos de hoy, he encontrado un artículo muy bueno y muy completo, y escrito por alguien que debe tener una sensibilidad especial ante la muerte, y mucho en concreto hacía la muerte de personas que la buscan, que la necesitan, o que la quieren cuanto antes, para así hacer que disminuya esa angustia de vivir, ese dolor inmenso que a veces nos toca vivir en esta vida, que quisiéramos eliminar de nuestra mente, pero lo cual es imposible. Se trata de un texto muy completo sobre varias experiencias vitales en otras tantas familias, situaciones que puedo comprender bastante bien, al haber tenido que vivir yo también una experiencia algo similar, no tan dura como las que se cuentan en el artículo, la verdad es que bastante menos, pero no por eso me ha afectado menos que a los demás, en mi caso yo pienso que ha sido más.

El primer caso es de una mujer, de 82 años de edad, quien tuvo una caída y sufrió un derrame cerebral. Una situación que me resulta algo difícil de imaginar, pues en el caso de mi madre fue bastante más simple, o quizás ambos lo hicimos mejor, no lo sé, pero lo que sí puedo entender, es la angustia que debió vivir esta mujer y su familia, o al menos una parte de su familia, pues imagino que no sucedió con todos los demás. La cosa es, que después de ese derrame cerebral, esta mujer ya no podía comer por sí misma, y tampoco podía hablar, tenía convulsiones y otros síntomas más, que a cualquier persona le pueden impedir leer el resto del artículo.

Cuando estaba ingresada en el hospital, los médicos ya la consideraron en coma irreversible, y aquí tenemos lo de siempre, saber si sufría o no sufría por esta situación, nadie puede saber lo que sucede en el interior de una persona. La cosa es que la familia pidió que le dieran algo para calmar el dolor, yo no sé qué dolor, puesto que tampoco se sabía si lo tenía, pero los médicos lo negaron y la familia puso una queja contra el hospital … Yo no acabo de entenderlo, porque se supone que los médicos debían saber más que toda la familia junta, pero en fin, esto cuenta, e incluso hubo un juez en medio del asunto, pero tampoco supo qué decidir … Lo que más me ha llamado la atención es que esta mujer, que además nació en el mismo año que mi madre, había dicho a su hija que nunca se quería ver en una situación así, y unas palabras muy exactas a las que me dijo mi Madre del Alma, varios años antes de morir ella y poco tiempo después de morir mi padre, ésta fue la razón de que ella quisiera firmar un documento de voluntades anticipadas, lo cual hizo 2 años antes de su muerte, y lo cual yo acepté cumplir en su momento. 

En el caso de esa mujer, después de estar en ese primer hospital, también fue trasladada a otro hospital, mientras tanto habían pasado una veintena de días, en ese coma irreversible, seguían manteniéndola con vida, pero qué vida, hasta que al final salió del hospital y la llevaron a casa de su hija. A partir de ese momento la trató un médico de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, quien la durmió, ya nunca más se despertó, y ya nunca más continuaría “viviendo” de la forma que ella no quería. La cuestión es la de siempre, ¿hasta cuándo se debe mantener la vida de alguien, que ya está desahuciada y sin cura posible? … Mientras tanto su agonía fue larguísima, tanto para ella como para su hija, a quien me hubiera gustado conocer, porque también quiso hacer por su madre, lo imposible para que se cumpliera lo que ella había querido en vida, no acabar de esta manera su paso entre la vida y la muerte, ¿de qué pudo servir alargar el tiempo de vida? …

Habla también de otro caso, otra mujer de 84 años, que padecía el mal de Alzheimer desde ya hacía 10 años, habiendo pasado los últimos 5 años en un estado muy lamentable, una especie de vegetal a quien había que hacer todo tipo de cosas, pues era incapaz de todo. En este caso también la mujer había dicho a su hija, que acabaran con ella cuando fuera necesario limpiarle el culo. La historia terminó también de la misma forma, otro médico de la misma asociación se ocupó de dormirla, para que dejara de sufrir … Yo puedo entender lo que hacen en un hospital, están siguiendo también las normas que deben cumplir, y la vida está por encima de todo, pero volvemos a lo mismo, ¿hasta cuándo se debe mantener esa vida? … Es de esperar que la nueva Ley de Muerte Digna, dé por finalizado este grave conflicto, que no solamente es de tipo legal, sino principalmente moral y religioso.

Habla de otros casos más, situaciones que se repiten constantemente, y en cualquier lugar y en cualquier momento, el problema es que cerramos los ojos ante estas vivencias, tenemos cierto miedo de verlas de cerca, y hasta que se presentan, como me ha sucedido a mí, y mientras que yo he tenido los ojos bien abiertos, los otros hermanos han preferido tenerlos muy cerrados … Las palabras de uno de los hijos me han emocionado mucho, y también sería de estas personas que yo quisiera conocer, el hombre dice de su madre: Miró de frente a la muerte, fue generosa con ella y con los que estábamos a su lado. Es lo más desgarrador que me ha pasado. En esta sociedad, la muerte se oculta. Es un regalo vivir con alguien capaz de morir de forma valiente. Se le puede dar la vuelta al dolor” 

La Ley de Autonomía del Paciente habla de los derechos del enfermo, y entre ellos, el decidir a qué tratamiento quieren someterse y cuál quieren rechazar, está claro que no se puede obligar, a que sea como el médico o el hospital quiera, y cada uno es libre y autónomo de hacer de su vida lo que quiera. A pesar de esto, parece ser que no siempre se cumple con la voluntad de los pacientes, pues estoy muy seguro de que hay situaciones, y en las cuales el mismo enfermo no tiene la capacidad de comunicar lo que quiere, de manera que debe ser la familia quien lo haga por él. En este caso último la familia tiene también una decisión que tomar, y la cual puede ser imposible y debido a muchas circunstancias, cada individuo de la familia puede pensar de una forma distinta, entonces, ¿quién deberá decir la última palabra? … Son los eternos conflictos de siempre, para esto existe el testamento “ante mortem”, o sea, las voluntades anticipadas, y son las que la persona firma en vida, para expresar lo que quiere en su momento final, así se evitan este tipo de situaciones, y aunque siempre puede quedar algún detalle, que impida saberlo con la exactitud y certeza que se quisiera.

Texto del libro "Tres hermanos y dos herencias" - Diario de un karma familiar (II) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.


Aquí hay un modelo de testamento vital o "ante mortem", tal vez te interese leerlo,

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1 comentario:

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

El Papa Francisco critica el "ensañamiento terapéutico" en los enfermos terminales.
http://www.elmundo.es/papel/historias/2017/11/17/5a0dea8a22601ddc798b467a.html