viernes, 4 de diciembre de 2015

QUIERO MORIR EN CASA, ¿PUEDO? ...

Y si en las fases cambiantes de la vida humana, 
caigo en la enfermedad y en la miseria, mis muñecas parecen rotas, 
muerto el corazón y desaparecida la fuerza, y mi vida, ... 
no es más que un resto de la vida ...
Entonces debo saber, 

que aún estoy en manos del Dios desconocido, 
Él me desintegra hasta su propio olvido, 
para enviarme a un nuevo amanecer, un hombre nuevo.


D.H. Lawrence (Shadows-Sombras)
 
3 diciembre 2010

QUIERO MORIR EN CASA, ¿PUEDO? …


Un excelente artículo que me confirma, que no soy el único que pienso de esta manera, y que hice bien cuando firmé el documento de voluntades anticipadas, lo mismo que hizo mi madre 2 años antes de su muerte. Parece que no nos dejan morir tranquilos y me pregunto: “¿qué clase de culpabilidad pueden sentir, tanto el Estado como la medicina, para no dejarnos morir?” …

El artículo del periódico es realmente buenísimo, dice que los españoles desean pasar el último tiempo de su vida en el hogar, pero que la mayoría acaban en el hospital, parece ser que no se dispone de los medios necesarios para que se pueda hacer así, y es más fácil que se trasladen a un hospital. De acuerdo con las encuestas dicen, que un 45% de la población en España quiere pasar sus últimos días en casa, mientras que un 32% prefiere un centro especializado, y el otro restante 18% elegiría un hospital, así que falta un 5% que no sabe qué quiere … Después habla de los datos del Instituto Nacional de Estadística, y dice que en el año anterior, 2008, fallecieron un 48% de personas en un centro hospitalario, y con lo cual la diferencia es brutal, pero lo más grave es que la cifra va en aumento, en lugar de menguar, pues habla de que en el año 1999 la proporción era del 35%.

Después de esto solamente puedo ver, que no interesa que las personas se mueran en su casa, está claro que también es un negocio para determinadas personas, parece que en este mundo loco, en el cual vivimos, solamente prima la parte material y económica. Está claro que también es un negocio para los hospitales privados, no así para los hospitales públicos, que a fin de todo lo pagamos nosotros. Hay varios comentarios de las personas entrevistadas, uno de ellos dice: “tienen que tener claro que no se va a recuperar, que ingresarlo solo va a alargar 2 ó 3 días la muerte, … un ingreso es adecuado cuando podemos mejorar la vida, pero hay un cierto riesgo de entrar en un encarnizamiento, aunque sea involuntario, porque está en la dinámica per se de los hospitales” …

La verdad es que el artículo no tiene desperdicio alguno, me confirma totalmente tal y como yo he estado actuando en los últimos tiempos, de la vida de mi Madre del Alma, y sé muy bien que actué de una forma impecable, a pesar de que haya algunos idiotas que piensen lo contrario. Tener a una persona moribunda en un hospital, donde nada más pueden hacer por él, me parece algo absurdo total, más bien me parece una forma de desprecio, hacía la misma persona que se está muriendo, dejarla en un hospital como si fuera un desperdicio, a mí me parece totalmente una forma de “quitarse el muerto de encima”, y con perdón por la expresión, pero así es la realidad. Uno de los comentarios, que hace el técnico de un hospital, ya lo dice todo: “la familia no tiene apoyo, y los médicos de primaria lo que quieren es quitárselos de encima, porque tienen miedo a hacer algo y que les acusen de haber actuado como en cierto hospital” … Está muy claro que todo el mundo quiere evitarse cualquier tipo de responsabilidad, pero, y también es debido a su miedo ante lo que después les puedan recriminar, pero si la persona ha llegado ya a los últimos tiempos de su vida, ¿por qué hay que martirizarla más con traslados de casa al hospital? …

La respuesta que me parece más precisa y real, y pues es exactamente igual me ha sucedido a mí, es la que da un médico o psicólogo: “antes, la sociedad tenía asumido que los hijos iban a hacerse cargo de los padres, que los mayores eran lo primero, ahora eso no parece tan claro” … Así es la vida, cada individuo tiene su parecer en cualquier cosa que atañe a los demás, parece que todos sabemos lo que queremos hacer, cuando se nos muere alguien de la familia, pero así parece también, que nadie quiere tener en cuenta, ¡¡lo que piensa o lo que ha dicho la persona que se nos va!!. Esto me hacer ver que en general somos unos egoístas con máscara, que nos ponemos y quitamos cuando más interesa, aunque yo sé bien que no ha sido mi caso, en todo momento yo he seguido las voluntades anticipadas, que firmó mi madre en su testamento vital, por lo cual me importa un pepino lo que puedan decir sus otros hijos, han sido los únicos que han dicho lo contrario que dicen los médicos, tal vez se creen saber más que ellos.

Texto del libro "Tres hermanos y dos herencias" - Diario de un karma familiar (II) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Autor DF. Nomemientas Gavilán. Reservados los derechos de autor.


¿Queréis conocer el secreto de la muerte? … 
Pero ¿cómo vais a descubrirlo,
si no buscáis en el corazón de la vida? …

El búho, cuyos ojos limitados a la noche,
 se ciegan durante el día,
no puede desvelar el sagrado secreto de la luz.
 Así que, si en verdad queréis ver el espíritu de la muerte,
abrid vuestro corazón al cuerpo de la vida.
Porque la vida y la muerte son uno,
 como son uno el río y el mar.

En la profundidad de vuestro esperar y querer,
está vuestro tácito conocimiento del más allá;
y como la semilla sueña bajo la nieve,
así sueña vuestro corazón con la primavera.
Soñad vuestros sueños,
porque la puerta de la Eternidad se oculta en ellos.

Vuestro miedo a la muerte,
 no es más que el temblor del pastor,
cuando está ante el rey,
 cuya mano se posa sobre él en señal de benevolencia.
¿No está el pastor, bajo su temblor,
lleno de alegría de poder llevar la señal del rey? … 
Y aun así, ¿deja de ser consciente de que tiembla? …

Porque, ¿qué otra cosa es la muerte,
mas que estar desnudo al viento y fundirse al sol? …
¿Y qué otra cosa significa el pararse de la respiración,
que su liberación del incansable flujo,
 sobre el que se alza y despliega,
 y busca a Dios, sin ser molestada? …

Solo si bebéis del río del silencio,
 cantaréis en verdad.
Y solo si escaláis la cumbre de la montaña,
 empezaréis a subir.
 Y solo cuándo la tierra reclame sus derechos,
sobre vuestros miembros,
bailaréis en verdad
.

El Secreto de la Muerte (Khalil Gibran)


Para leer otras entradas del blog, diferenciadas por etiquetas y temas: enlaces directos
Si quieres leer mi experiencia completa escrita en un libro: TRES HERMANOS Y UNA MADRE

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo recomiendo a todos que firmen un documento de voluntades anticipadas, para que se tengan en cuenta en el momento de llegar al final de la vida. Pienso que es muy degradante la forma en que se quiere mantener con vida a las personas moribundas en un hospital. Si la persona ya se va ¿para qué alargarle su tiempo aquí?. Los cuidados paliativos siempre es lo que no debería faltar. Cada vez hay más gente que quiere morir dignamente, todos tenemos derecho a morir de forma digna y sin tubos. En España hay una asociación que se dedica a esto, se llama Derecho a morir dignamente, den un vistazo a su página de Internet.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Cierto, antes se moría tranquilamente en casa, era lo más natural del mundo, ahora es al revés. Cuando la vejez ha llegado a su final, yo pienso que hay que dejar que lo complete, con todos los cuidados y con todo el amor del mundo, pero de nada sirve alargar una situación, que por supuesto en muchísimas ocasiones ya quiere ver finalizada la persona. No se trata de eutanasia, se trata de acompañar un proceso natural como es la muerte en este mundo físico, para llegar a la vida en otro mundo. Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Todos tenemos derecho a morir de una forma digna, en el momento que nos corresponda, con las personas que amamos y nos aman, sin máquinas que nos prolonguen una muerte inevitable. Esto no siempre es así, cuando se llega a la vejez, se crea un gran negocio, mucha gente se lucra de esto y no interesa que nos muramos rápido. Como suele suceder siempre, por desgracia, primero es el dinero y después las personas, y por supuesto yo no estoy de acuerdo en esto.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Muy cierto que la vejez es un gran negocio para muchos, también la juventud es un gran negocio para otros, pero siempre hay quien la vive con todo el amor, hacia las personas que necesitan el cuidado de otros. Gracias por tu comentario.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Comentario que traslado aquí, escrito en el blog de Permaysal: https://mayoresenmitierra.blogspot.com.es/2016/06/curar-las-heridas-del-alma.html.

Nuestra falta de preparación ante la muerte, nos anula en la toma de decisiones correctas para nuestro familiar moribundo. Es importante, tener nuestro Testamento Vital, nuestra voluntad ante la enfermedad estará garantizada.