LA HERENCIA DE LOS REYES MAGOS

Todo se hunde en la niebla del olvido,
pero cuando la niebla se despeja,
el olvido está lleno de memoria.

Mario Benedetti (escritor uruguayo)

5 enero 2012
 

Con todo el amor del mundo, al niño que yo fui, a mi niño interior herido, 

en el día de Reyes 2016

   
LA HERENCIA DE LOS REYES MAGOS

Las heridas de Quirón en la infancia (las expectativas)

El tránsito de Quirón en la casa IX (la supraconsciencia)

Una regresión espontánea a la infancia

Una víspera de Reyes que puede tener unas consecuencias muy importantes, a partir de ahora, porque la regresión emocional que he tenido a la infancia, esta tarde, ¡¡ha sido muy grande!! … Estoy acostumbrándome a los efectos de Quirón, que ya comenzó a transitar hace pocos meses por mi casa IX, la casa que tiene que ver con la iluminación y supraconsciencia, y que poco a poco está haciéndome ver las heridas que conozco desde hace años, porque he revisado mi vida en varias  ocasiones. Pienso que no me he olvidado de ninguna herida ¡¡pero tampoco me sirvió de mucho más!!. En el fondo eran tan solo los recuerdos que la mente guardaba, en el hemisferio cerebral izquierdo, pero no habían tenido su compensación emocional con el hemisferio derecho, ¡¡como parece ser que ha sucedido esta tarde!!, esto es algo que no me esperaba, porque tampoco me había parado a mirar mi carta de hoy, y aunque ya esta mañana algo ha comenzado a moverse en mi interior, cuando estaba escuchando un antiguo villancico: “Ya vienen los Reyes Magos” …

Ya vienen los Reyes Magos,
ya vienen los Reyes Magos,
caminito de Belén,
olé, olé, Holanda y olé,
Holanda ya se ve, ya se ve, ya se ve …
cargaditos de juguetes,
cargaditos de juguetes,
para el niño de Belén,
olé, olé, Holanda y olé, Holanda ya se ve, ya se ve, ya se ve …

El hemisferio cerebral derecho guarda siempre todas las emociones, que por cualquier razón no pudieron ser procesadas correctamente en la consciencia, y en mi caso, teniendo en cuenta un Saturno conjunción Luna en la casa V, que rige precisamente la infancia, y en un signo como es Escorpio, que las mantiene sin acceso y bajo control, resulta muy difícil llegar a ellas. Por esto la liberación que he experimentado esta tarde, ¡¡¡me ha parecido el mejor regalo!!!, que los Reyes Magos hubieran podido hacerme en el día de hoy. No dejo de darle vueltas a todos los bloqueos emocionales, que mantengo desde el día en que nací, aunque es lógico que así sea, si tengo en cuenta que esa zona de mi cabeza se vio presionada, y por lo tanto bloqueada, en el momento del parto cuando, tal como me contó mi madre, estuve 2 horas con mi cabeza que quería salir y ella que no llegaba al hospital, algo que parece me ha marcado enormemente desde entonces, y aunque pareciera que nunca había tenido ninguna consecuencia, ¡pero era imposible!, que mi mundo emocional pudiera ser procesado correctamente desde entonces. 

Las heridas quironianas de la infancia

La mañana ha comenzado como muchas otras más, tal vez la única diferencia era que hoy es la víspera de Reyes, por lo cual he pensado: “quiero ir a verles llegar esta tarde al Muelle Viejo”, … tal y como hice en varios años de mi infancia, ya que siempre parte su cabalgata desde allí, y a donde llegan en un antiguo barco velero, y que se puede decir que está justo delante de la casa donde vivía aquel tiempo, que tanto me marcó para el resto de mi vida. En aquellos tiempos, mi madre nos llevaba a verlos allí, y en otras ocasiones les veíamos en la Plaza de la Reina, era un lugar donde en muchas ocasiones tenía que estar mi padre, haciendo su trabajo de municipal, y en una fecha en que era necesario mantener el orden y hacer un servicio especial, y por lo cual generalmente no nos acompañaba, aunque siempre le encontrábamos por la zona. El gentío se acumulaba y todos los niños estábamos deseosos, de verles pasar con sus regalos, y esperando poder cargarnos de caramelos, para así volver rápidamente a casa, esperando que al llegar nos encontraríamos con los juguetes, que habíamos pedido, pero no siempre fue así, pues no siempre yo encontré los regalos que había pedido, y aquí continuó una buena parte de mi experiencia, y de las graves heridas de Quirón en el signo de Acuario, el signo que rige las expectativas, ¡¡pero nunca se cumplieron mis expectativas!!.

En aquellos tiempos de la infancia nos decían, que debíamos ser buenos y obedientes, porque los Reyes Magos tan solo traían regalos a los niños que se habían portado bien, y que los niños malos no recibían regalos y únicamente recibían carbón. Ahí comencé yo a formarme mi propio sistema de creencias, y muy equivocado, yo pensé que debía ser bueno y así lo hacía, pero mis expectativas no se cumplían … Comencé a leer y a escribir muy chiquito, tuve una gran facilidad para hacerlo, muy pronto yo escribí mi primera carta a los Reyes Magos. No puedo recordar qué les pedía, solamente recuerdo que yo mismo las llevaba hasta el buzón de Correos, para que no se perdieran en algún lugar y pudieran llegar a su destino ¡¡sin perderse por donde no debían!!. Yo escribía la dirección muy clara para que llegaran, pero, parece ser que en más de una ocasión se perdieron, ¡porque no me traían lo que yo les había pedido! … No podía entender lo que pasaba entonces y en mi mente surgía la idea de que, tal vez, ¡¡no había sido lo suficientemente bueno para recibir todas las cosas!!, y así que no tuve otra alternativa, que ser todavía más bueno que el año anterior, porque en mi mente estaba claro, que yo no lo había sido suficiente, y por esto no atendían mis cartas.

Siempre me dejaban algo, pero nunca eran las cosas que yo había pedido, yo me había pasado el año haciéndolo lo mucho mejor posible, estudiando mucho y sacando buenas notas, ayudando en casa, yendo a hacer la compra para mi madre, obedeciendo a mis padres … No me peleaba con mis hermanos ni con nadie, no mentía, no decía palabrotas, no hacía enfadar a nadie, tenía mis cosas siempre en orden, hacía todo lo que se supone que debe hacer un niño, y también yo hacía muchas otras cosas, que se supone no debería hacer un niño … La cuestión es que cada vez hacía más y más cosas, esperando ser mejor que el año anterior, y para que en la próxima llegada de los Reyes, yo pudiera recibir lo que había pedido ¡pero nunca fue así! … 

Ahí comenzó mi gran frustración, una frustración por no verme reconocido, ni tampoco agradecido, en todo lo que yo estaba haciendo, un resentimiento y un rencor hacia esos Reyes Magos, que se suponía, debían pagarme por todo lo que yo estaba haciendo, y por haber sido “bueno” … El gran problema era, que esa frustración y resentimiento, no se podían procesar, porque mi cerebro emocional estaba muy bloqueado ¡y desde que nací! … Mi sistema nervioso central, regido por la casa V, no podía completar su trabajo porque Saturno tiene una conjunción con la Luna, y los bloqueos se fueron acumulando uno encima de otro, siempre por la misma causa, la falta de amor, reconocimiento, y valoración por mi persona y mi trabajo.

Creo yo recordar, que sobre los 7 años de edad fue cuando yo supe, que los padres se ocupaban de esconder los regalos, en algún lugar de la casa, y que todo era una gran comedia, o tal vez era una tragicomedia, porque al menos en mi caso me afectó para el resto de mi vida, y de una manera que pienso que ha sido bastante trágica. Yo pude comprender después de esto, que los regalos, que me habían traído, estaban en relación con la economía familiar, la cual en aquellos años no era demasiado buena. Mis padres no eran millonarios, aunque nunca nos faltó nada en absoluto y siempre tuvimos todo lo que necesitábamos. Mi viejo padre tenía pluriempleo pero él también había comenzado desde 0, nadie le ayudó nunca en su viaje por la supervivencia, pues cuando él se casó con mi madre, ambos tuvieron que hacerlo y sin ninguna herencia, por parte de mis abuelos.

En mi mente de aquella infancia, yo podía comprender muy bien todo esto, y de hecho ya hacía varios años que yo había comenzado, a crearme mi propia y pequeña economía, alquilando mis tebeos y haciendo la compra diaria a una mujer mayor, quien no podía subir las escaleras de su casa … Yo mismo ayudaba todo lo que podía en la casa, para que mi madre tuviera un rato de descanso, no era fácil para ella tener que cuidar a 3 niños al mismo tiempo, aprendí muy pronto a saber lo que era la economía, a administrar muy bien las pocas pesetas que entraban en mis bolsillos, en esos tiempos difíciles, sobre el año 1960. Todavía recuerdo que cada día ayudaba a mi padre, a repasar las sumas de lo que había ganado con el taxi, y que él también conducía la mitad de la jornada, yo aprendí muy rápido a sumar, a restar y comprobar si las cuentas salían bien. Yo pienso, que después de saber la verdad sobre los Reyes Magos me sentí mejor, porque podía entender muy bien la causa de que no me trajeran los regalos que había pedido, era algo imposible para una economía que no lo permitía, y mi mente supo asimilarlo muy bien, pero tan solo pudo asimilar una parte.

La parte emocional se había quedado completamente enterrada, durante varios años, en algún recóndito lugar de mi cerebro derecho, regido por la Luna, y algo que por supuesto en aquellos tiempos yo no hubiera podido nunca saber, y porque las ciencias naturales que estudiábamos en el colegio, no aportaban la información suficiente para poder entenderlo … He debido esperar y muchos años, para entender este funcionamiento de mi cerebro, que a fin de cuentas, funciona del mismo modo y para todo el mundo, pero no todo el mundo tiene sus circuitos abiertos del mismo modo, y muchos de nosotros permanecemos con una parte dormida, o medio muerta, hasta el mismo día en que morimos y deben enterrarnos. No hemos buscado más allá de lo que la vida nos ha estado reclamando, de una forma o de otra forma, ante todas estas experiencias emocionales que vivimos, muchas de las cuales nos producen un dolor que generalmente todos preferimos enterrar, aunque, tal vez, esto es lo único que podemos hacer, porque no queremos complicarnos más la vida en averiguar más de nosotros mismos, algo que en mi caso, y hace bastantes años ya, decidí no hacer cuando descubrí la forma de liberar mi cerebro derecho.

La sanación de las heridas quironianas en el presente

He salido de mi casa sobre las 17,30 h. para llegar a tiempo al embarcadero del Muelle Viejo, en donde llega la barca de los Reyes Magos, ya se veían un montón de niños acompañados de sus padres, se dirigían hacia el centro de la ciudad y para situarse en algún punto del recorrido. No he podido dejar de recordar los años de mi niñez, en que también hacíamos lo mismo, aunque siempre podíamos encontrar un buen sitio, porque mi padre se encargaba de que fuera así … El sol ya se estaba poniendo, no hacía frío en absoluto, más bien se puede decir que la tarde era algo calurosa, teniendo en cuenta el mes de enero en que nos encontramos, no había ninguna previsión de lluvia sino todo lo contrario, el cielo tenía algunos cirros blancos, que con la puesta de sol estaban ya  cambiando de color, y así que podría ser una cabalgata muy buena para ellos y para todos los niños, ¡¡que estaban ya con sus prisas para que llegaran de una vez!!.

Muelle Real (Palma de Mallorca, España)

A las 18 h. en punto de la tarde yo llegaba al Muelle Real, que está situado justo en frente de la Lonja y al lado del Muelle de Pescadores, una zona que conozco perfectamente de toda la vida, porque allí íbamos de niños “a tomar la fresca”, como decía mi madre, en las noches calurosas del verano y a tomarnos un helado, cuando muy pocas otras cosas se podían hacer, eso sí, eran helados de corte de una gran barra y que tenían buen precio, en aquellos años era lo mejor que había después de los polos … Entonces, había algunos niños que se lanzaban al agua, desde el Muelle, para refrescarse, y aunque éstos eran los menos pero también los más atrevidos, tal vez porque necesitaban demostrar algo a los demás, pero yo era incapaz de hacerlo. Allí se reunían muchas personas del barrio y para hacer su cháchara nocturna, entonces no había televisores como ahora y era la mejor distracción que se podía encontrar. En la actualidad no sucede igual, ahora la mayoría de la gente se queda en su casa, con su aire acondicionado y viendo películas de vídeo, ya no existe esa comunicación vecinal que había entonces.

Y ha sido llegar y comenzar la música y los fuegos artificiales, que ya nos anunciaban la llegada de los Reyes Magos, yo iba rápido porque se acercaba la hora, me sentía como el niño que fui, hace 50 años, quería verles bajar de su barco y estar en primera línea. He llegado muy a punto y he podido ponerme en primera fila, tal y como si esperara que alguno de los Reyes Magos me dijera: “¡hola guapo, qué bueno has sido, te traemos muchos regalos!”, … pero después de esta “especie de visión”, que he tenido por un momento, la decepción ha venido ¡porque ninguno de ellos ha venido a decírmelo! … Han seguido saludando a todos los demás y han pasado de largo delante de mí, como si no les importara nada, ni tan siquiera una mirada.

¡¡¡Ha sido una visión exacta de mi infancia, y también una especie de regresión!!!, … ¡de alguna vez que yo también había ido allí a recibirles! … pero en esta ocasión había una gran diferencia, ¡¡¡ha pasado ya medio siglo!!! … En cuestión de pocos segundos, las lágrimas han comenzado a aparecer, pero eran las lágrimas guardadas desde la niñez, las lágrimas de un niño, que nunca vio reconocido ni agradecido su trabajo y su esfuerzo, y sobre todo haber sido “un niño bueno”. En este momento, he visto toda la frustración de mi infancia, y todo el resentimiento que tenía guardado contra ellos ¡¡¡porque nunca me trajeron los regalos que yo les había pedido!!! … Han comenzado su cabalgata hacia el Paseo del Borne y yo he seguido mi camino hacia El Molinar, para dejarme llevar por toda esta tormenta emocional que estaba sintiendo. Algo que hace años yo conocía, en el recuerdo, estaba en ese preciso momento saliendo y con fuerza, mi mente se estaba iluminando y necesitaba de la soledad, como compañera, para poder procesar todo esto, y así ha sido durante el par de horas de la caminata.

El recuerdo del villancico de “¡ya vienen los Reyes Magos!”, … había comenzado a resonar en mi mente, mientras se iluminaba un poco más, a cada momento, y me venían todos los recuerdos, de situaciones posteriores de mi vida, en las que nunca se me agradeció, ni nunca se reconoció, mi trabajo y mi esfuerzo. Las situaciones en que nunca se me valoró, como se correspondía, las situaciones en que tuve que hacerme valer y valorar siempre, y porque los demás no lo hacían, las situaciones en que más bien me sentía tratado como una mierda. He estado preguntándome muchas cosas: “¿por qué he necesitado que me valoraran?”, … “¿por qué yo he necesitado que me reconocieran?”, … “¿por qué yo he necesitado que se me agradecieran las cosas?”, … y sobre todo, la gran pregunta, a la que le estoy intentando encontrar una respuesta, y que me importa más en este momento: “¿y por qué siempre ha sucedido así?”,  … y mucho más en definitiva: “¿por qué he tenido que nacer con un karma tal en la casa V?” …

Un paso más en el Juego del Escondite, en el encuentro conmigo mismo de la tercera parte, ya después de pasar por la segunda parte, pero en este caso ha sido de una búsqueda totalmente inconsciente, yo no la buscaba conscientemente, yo no sabía que pudiera llegar, pues también ha llegado de forma totalmente espontánea y sin buscarla ... Bueno, es un decir, pues yo buscaba esto sin darme cuenta de ello, mi inconsciente estaba dirigiendo el momento, la Mano Invisible también estaba manejando los hilos para que así fuera, le había llegado el momento de actuar y así yo le he permitido que lo hiciera, por muy dolorosa que haya sido la regresión emocional, y por muy dolorosa que pueda ser la regresión de homotoxicosis, que se pueda producir en mi cuerpo físico y en los próximos días.

Texto del libro "Tres hermanos y dos herencias" - Diario de un karma familiar (II) - El Juego del Escondite (la búsqueda). Reservados todos los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

Atardecer desde El Portitxol (Palma de Mallorca)

Tras la puerta de sentir tu debilidad reside tu fuerza.
Tras la puerta de sentir tu dolor residen tu alegría y tu placer.
Tras la puerta de sentir tu miedo reside tu seguridad.
Tras la puerta de sentir tu soledad reside tu capacidad,

de gozar de plenitud, amor y compañía.
Tras la puerta de sentir tu desesperanza reside
la esperanza verdadera y justificada.
Tras la puerta de aceptar las carencias de tu infancia,

reside tu satisfacción del presente.

Eva Pierrakos (psicóloga y médium austriaca)

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Si quieres conocer mejor el mundo real en el que vivimos: EL CRUEL ENGAÑO DE LA VIDA 
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