domingo, 27 de octubre de 2019

EL OBJETIVO DE LA VIDA ESPIRITUAL

El ser humano, igual que todo en este mundo, está regido por la Ley Hermética de la Polaridad, ... es materia y también es espíritu, y ambos son necesarios para su existencia en la Tierra, lo que sucede es que ambas polaridades, materia y espíritu, se viven en diferentes momentos de la vida. Primero el Ego desciende al plano material, hasta que le llega el momento de regresar al Yo, y entonces vivir el plano espiritual. Es el trabajo personal de cada uno de nosotros, integrar el plano de la materia con el plano espiritual, así lo veo yo, y esto no se consigue separando ambos, sino uniéndolos, vivir en el centro de uno mismo, con los brazos elevados al Cielo pero con los pies bien anclados en la Tierra.

Pico de Galatzó (1.027 m) en la Sierra de Tramontana (Mallorca/España)


EL OBJETIVO DE LA VIDA ESPIRITUAL

(Neptuno, Piscis y la casa XII)

El objetivo de la vida espiritual, entre otras cosas, significa ganar la libertad ... Sí, esta es la única libertad total que existe, liberarse del ego.

Y esto no es adquirir, sino liberarse,
           no es apoyarse, sino liberarse,
           no es aumentar, sino vaciar,
           no es aprender, sino desaprender,
           no es ir hacia afuera, sino hacia dentro,
           no es rechazar, sino aceptar,
           no es separar, sino unir.

Porque libertad no es actuar impunemente, libertad es depender solo del aire ... Y cuando el ser humano actúa sin libertad, es decir, condicionado por todos sus intereses personales, sus apegos, sus dependencias, tanto físicas, emocionales como mentales, es decir, por su ego, ... no puede ser justo, ni sabio, y ni siquiera medianamente objetivo.


Como dos pájaros dorados, posados en un mismo árbol, amigos íntimos, 
el Ego y el Yo habitan el mismo cuerpo. 
El primero come los frutos dulces y agrios del Árbol de la Vida, 
mientras el segundo observa con desapego.

Mundaka-upanishad (texto hinduista, siglo III a.C.)


Piscis, el final del camino, la casa XII
A ti, Piscis, te doy la tarea más difícil ... Te pido que recojas toda la pena del hombre y que me la devuelvas ... Tus lágrimas serán, finalmente, mis lágrimas ... Las penas que absorberás serán el producto de la mala comprensión de mi Idea por parte de los hombres, pero tienes que mostrar compasión para que vuelvan a intentarlo ... Para esta, la más difícil de las tareas, te doy el más grande de los dones ... Serás el único de mis 12 hijos que me conocerá y comprenderá ... Pero este DON DE LA COMPRENSIÓN es para ti, porque cuando intentes difundirlo, el hombre no te escuchará.

Y Piscis volvió a su lugar.

(La Alegoría del Zodiaco)


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