NO, ... NO, ... NO, ... Y NO, ... NO, ... NO
Una de las lecciones más difíciles de aprender, por el signo de Virgo y por la casa VI, que lo representa, la casa del servicio a los demás, es decir NO, cuando corresponde decirlo, y sin miedo, sin ese miedo, inconsciente generalmente, que nos hace buscar la aceptación de los demás, a través del servicio, el cual en su lado exagerado se convierte en servilismo ... Hay mucha gente que se merece que le digan NO, NO Y NO, a sus peticiones, a sus pretensiones o a sus exigencias, ¡¡porque nadie es la chacha de los demás!!, ... pero siempre hay quien se piensa que los demás son su chacha, la cual ha de cumplir, con el SERVILISMO O LA SERVIDUMBRE, no con el servicio que todos, o solo algunos, nos damos de vez en cuando, y hay una diferencia abismal.
Alegoría del signo de Virgo |
Aprende y atrévete a decir NO, cuando te corresponde decirlo, a quien te trata como si fueras su chacha o su doncella o su esclava o su criada, o su puta para todo, y sin ningún tipo de miramiento y sin apreciar tu valor, aunque te lo pida por favor, que no suelen hacerlo, ni aunque te paguen, que tampoco suelen hacerlo, porque si tú no lo haces, y te dejas, te estarás tratando como alguien que no vale nada, te estarás tratando como se hace a las mierdas.
Y bien, haz lo que tú quieras, ¡no faltaría más!, ya sabrás que sarna con gusto no pica, pero mortifica, y también sabrás que aquí no se admiten cacaegos ni cacamonedas, ni cacabesos de Judas, ni cacaabrazos de demonio, ... y por muy supuesto, tampoco se aceptan egovirus humanos ni cacavirus diabólicos.
Este no, no, no, nada tiene que ver con la triple negación, que según la Biblia, hizo San Pedro cuando le interesó, traicionando a Jesús de Nazaret, y tampoco tiene que ver con "la negación" que se trata en psicología, este es otro tema ... Si yo he escrito tres veces NO, es porque hay que dar un poco de tiempo, a esta gente que te trata como a su chacha, pues suelen necesitarlo tres veces, y si no ya sabes que a la tercera va la vencida y le puedes mandar a paseo definitivamente, por no decir a otro lugar, al lugar que corresponde a este tipo de gente.
Extraído de otra entrada de este blog: La Servidumbre Voluntaria (I)