sábado, 31 de octubre de 2020

SIN CITA PREVIA EN EL CEMENTERIO

En unos días en los cuales hay que pedir cita previa, 
en el cementerio de nuestra ciudad,
para dejar flores a nuestros difuntos
debido a la pandemia del coronavirus covid-19.
 

Tristes días de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos,
y también de quienes no podremos ir a visitarles,
pero no importa mucho,
siguen estando en el recuerdo, en el corazón y en el alma.
 
 
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor, cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor. 

Pues si vemos lo presente, como en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera, más que duró lo que vio, pues que todo ha de pasar por tal manera.
 
Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir, allí van los señoríos, derechos a se acabar y consumir, allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales a los que viven por sus manos y los ricos.
 
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar, mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos y llegamos al tiempo que fenecemos, así que cuando morimos descansamos.

Coplas a la muerte de su padre - I, II, III y V - Jorge Manrique  - poeta español del siglo XV.