miércoles, 3 de agosto de 2016

ÉRASE UN PRÍNCIPE "ENCANTADOR"


ÉRASE UN PRÍNCIPE "ENCANTADOR",
y también un príncipe "desencantado".

"Quien bien te quiere, ... te hará llorar"
"Porque te quiero, ... te aporreo"


Nadie ha venido a este mundo,
para cumplir con las expectativas de los demás.

  
Un ejemplo práctico de relación entre la casa V de Leo y la casa XI de Acuario
-El amor dado, el amor recibido, los hijos y las expectativas-

Érase una vez, en una isla cercana a la costa de Francia, un pequeño reino, que como todos los reinos tenía a su rey y a su reina, y hasta que poco a poco llegaron los vástagos, … 3 príncipes que como su padre aspiraron a ser reyes, pero la Vida tenía preparado su plan, para que algún día se dieran cuenta, de que no por ser hijos de rey, podían ser reyes también … Los 3 príncipes tuvieron una vida regalada, como suele ser siempre la vida de sucesores al trono del reino, una vida fácil, una vida donde todo les fue dado hecho, y nada tuvieron que luchar para trabajar su herencia … Allí, en aquel palacio, estaba también la reina que se ocupó de su educación, y aunque realmente no fue ella en su totalidad, pues estuvieron estudiando en un monasterio de frailes, durante una serie de años de su vida. 

El rey padre apenas tenía tiempo para sus hijos, y ya que siempre estaba fuera del palacio y del reino, con sus batallas para conseguir más tesoros, que le dieran aún más poder y más riqueza, eran tesoros, oro y dineros que después le hacían sentirse alguien importante. Eran los tesoros que algún día debían ser de sus hijos, y esto les decía él, pero realmente no era así, la realidad no era ésta, la realidad real es que le servían a él para compensar su falta de valor y su falta de seguridad, en lo que la Vida le podría proporcionar para su supervivencia … Como todos, tanto si son reyes como plebeyos, el rey decía "que lo hacía por sus hijos", y para que así tuvieran un mañana lo más placentero y seguro posible, pero no era ésta la realidad real, él se engañaba a sí mismo tal como mejor podía, y del mismo modo engañaba a los 3 príncipes.

La reina, debido a que hubo de encargarse de la educación de los príncipes, y debido a que no podía descargar su rabia contra el rey, pues la descargaba contra los príncipes en cuanto podía, y de manera que se convirtió en una reina déspota, como la mayoría, tratando a sus hijos como nunca se debía hacer, y así convirtiéndoles en unos "calzonazos", … en unos personajes con los pantalones abajo y con el miedo a que los gritos de la reina les bajaran además los calzoncillos también. Triste destino de 3 príncipes, que algún día deberían ser reyes, y que algún día debían ser reyes de sí mismos … Mal asunto, porque cuando en la edad adulta encontraron a sus tres princesas, estas princesas también eran como su madre, sí, eran unas déspotas y autoritarias, que continuaron ejerciendo el papel de la reina, y es decir, que se convirtieron en otras "reinas sin trono", tratando a sus consortes también como unos "calzonazos", y porque los príncipes se dejaron, está claro.

Debido a que el rey nunca estaba en su palacio, ya que apenas paraba pocos días debido a sus viajes fuera del reino, pues los tres príncipes crecieron sin la figura paterna, la que todos, tanto niños príncipes como niños plebeyos necesitan, así que no tuvieron más remedio que crecer sin él, sin el Sol que les ayudaría a ser ellos mismos, pero eso sí, con la "sombra" de la reina madre ocultándoles siempre su brillo y su esplendor … La reina reinaba y dirigía la corte a su manera, y a los 3 príncipes también, manipulando las situaciones y ejerciendo su poder sobre ellos, mal asunto, verse siempre sometidos por alguien, que en cada momento ordenaba que se hicieran las cosas, tal como ella quería, y porque sí, porque "yo ordeno y mando". Durante la infancia no tuvieron más alternativa que vivirlo, pero ya en la época de adolescentes bien pronto intentaron salir del palacio real, para así encontrar a sus princesas, pero está claro, todas las princesas que encontraban eran como su madre la reina, otras futuras reinas, ... pero sin trono, aunque sí con su despotismo y su necesidad de someterles a su poder.

En otra isla del Mediterráneo habitaba el rey León, él era conocido de la realeza de esa otra isla, su isla era un reino independiente y donde el rey León tenía establecida su corte y su palacio ... Debido a que el rey León era un gran padrazo, siempre estuvo atendiendo algunas necesidades de los tres príncipes, y a unos más y a otros menos, pero siempre lo estuvo, él siempre estuvo viendo esta carencia de padre que ellos padecían, siempre estuvo haciendo de padre, y cuando no era su deber hacerlo, pues el deber era de su padre el rey … Ya con el tiempo sucedió lo que tenía que suceder, la Vida nunca nos perdona lo que no se hizo en su momento, y lo mismo que nunca nos perdona lo que también se hizo en su momento, … y quiero decir, que no perdona lo que no se debería haber hecho en su momento, yo me entiendo. A veces, aunque parezca que haces un bien, realmente estás haciendo lo contrario, y la Vida no lo perdona nunca, y lo mismo que nosotros tampoco nos lo perdonamos, … lo que hicimos, lo que no hicimos, … y lo que nos dejamos hacer.

Pasados los años, los tres príncipes abandonaron el palacio real y se establecieron con sus tres princesas y en sus propios palacios, quedándose la reina sola y sin ningún príncipe sobre quien proyectar su frustración … Los tres príncipes se habían podido librar del despotismo real, pero tal y como sucede siempre, ya que no supieron sanar estas heridas, ellos se encontraron con lo mismo en las tres princesas con las cuales se casaron, y es muy lógico, la "sombra" de ellos era la misma y así tenían que encontrarse con ella, y en otras princesas iguales a su madre la reina. Inconscientes de ello hicieron sus vidas, … y totalmente inconscientes de ello, también siguieron produciéndose las mismas situaciones de la infancia y adolescencia en el palacio real, no podía ser de otro modo, el karma familiar se debía continuar a sí mismo, la familia puede matar y es necesario vivir el conflicto del perdón.

Mientras tanto, el rey León veía todo esto, veía lo que estaba sucediendo y tampoco él le podía poner algún remedio, era Ley de Vida y así debía ser, de nuevo se veía impotente de cambiar un destino que ya estaba escrito, se veía impotente de hacérselo ver a los tres príncipes, y quienes todavía seguían siendo como niños en su carácter, ya que la reina madre no les había permitido ser adultos, y es lógico, ella debía continuar ejerciendo su poder sobre ellos, y de haberse ellos convertido en adultos, ya no podría haberlo hecho, pues se hubieran rebelado contra ella. Ellos lo intentaron en muchos momentos, pero el poder de la reina madre era superior, y de tal modo que no tuvieron más solución que esconder las colas bajo las piernas, es lo mismo que hicieron también con las princesas "encantadas".

Uno de los tres príncipes era un príncipe "encantador", y lo fue durante mucho tiempo, aunque estuviera el menor tiempo posible en el palacio real, pues aquello era como un infierno para él, y continuó siendo "encantador" durante muchos años, y hasta que le llegó el día en que esto se convirtió en una armadura que le ayudaba a esconderse de sí mismo, y una armadura que no le permitía mostrarse tal cual era, era una armadura de príncipe "encantador", pero que tal como todas escondía a un príncipe "desencantado" … La apariencia no lo demostraba pero la desazón interna le carcomía por dentro, sin entender bien el porqué, y sin saber cómo debía él quitarse la coraza, aunque tampoco era consciente de ella, porque ya se había convertido en parte de él mismo, ya se había convertido en su propia piel.

Un día y bastantes años después, su conocido el rey León quiso hacérselo ver, ya que el príncipe "encantador" estaba pasando una crisis existencial profunda, pero ya había una gran diferencia con los tiempos anteriores, y es que el rey León ya no debía ser el padre de este príncipe ni de nadie más … El príncipe "encantador", … y también el mismo príncipe "desencantado", buscaba inconscientemente al padre que nunca tuvo, lo buscaba afuera, pero sin él darse cuenta de que debía buscarlo y encontrarlo dentro de sí mismo, así y mientras tanto, y ya que su padre el rey había fallecido, lo buscaba en su conocido el rey León … Mal asunto, y porque ya no se trataba de que el rey León ejerciera un papel que no le correspondía, … ya se trataba de que el príncipe "encantador y desencantado" se diera cuenta de esto, y descubriera su propio padre interno, su propia responsabilidad con él mismo, y no que otro fuera el padre y responsable de lo que no le correspondía.

Debido a que la Vida no perdona nunca, lo que se hizo y lo que no hizo, pues el rey León tuvo que decirle las palabras que no le apetecieron escuchar al príncipe "encantador", quien por muy supuesto no pudo comprenderlas, ¡y esto es muy lógico!, … cuando todavía no se ha madurado lo suficiente, la consciencia está muy dormida, y uno no se entera del verdadero significado de las palabras. Dicho de otra forma, el príncipe "encantador", quien ya estaba "desencantado" de sí mismo, también se desencantó de su conocido el rey León, es lógico también, y era de prever para alguien con su experiencia, es algo que el rey León esperaba que llegara en su momento, y llegó porque tenía que llegar, … y llegó porque en algún momento del futuro de cada uno se giran las experiencias, y ya el salvador debe convertirse en el verdugo … No tiene otra solución, pues la única hubiera sido continuar jugando al “juego del salvador-víctima”, lo cual no hubiera llevado a ningún lugar, y salvo a confirmar más al príncipe "encantador" en su papel de víctima, en ese momento y para el resto de su vida.

Las consecuencias son bien fáciles de imaginar para unos pocos, y son difíciles de comprender para otros muchos, pero sí lo son para quien la edad les ha dado la experiencia suficiente, para darse cuenta de dónde han estado sus errores, y en dónde han hecho más de lo que deberían haber hecho. Sucede una cosa muy simple, … dado que el rey León hizo de padre, con aquéllos que no eran sus hijos, pues ellos se lo tomaron por costumbre y tal como si fuera su obligación, pero no era así, y entonces la frustración y la rabia nacieron en el príncipe "encantador", ya que no obtuvo aquello que buscaba, consciente o inconscientemente, … pero es que "nadie en este mundo ha venido para cumplir con las expectativas de los demás"Cada príncipe, y bien sea "encantador", "encantado o desencantado", debe encontrar a su propio rey dentro de sí mismo, a su propio Sol, a su propio Yo, … y sin esperar nunca a que otros se hagan responsables de él, responsables de su irresponsabilidad y de su inmadurez.

Texto del libro "Tres hermanos y un final" - Diario de un karma familiar (IV) - El Juego del Escondite (el encuentro), reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.

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22 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bello es este relato, es realmente hermoso ... es para todos aquellos que estèn buscando a su propio "Rey Leòn " interno, para todo aquel que busque la verdad a la cual tiene accceso, la conciencia por despertar , el amor a sì mismo ... Nativa.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Me alegra que te haya gustado, a veces hemos de hacer aquello que no quisiéramos hacer, y a veces debemos decir lo que no se quiere escuchar, so pena de mantener una situación que no lleva a ningún lugar, salvo a la dependencia de una persona hacia otra. Hay un tiempo para cada cosa, un tiempo para ser padre y otro tiempo para que el hijo encuentre a su padre interior, a su sol interior, a su rey interior, para que así pueda brillar sin "sombras" ajenas. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Y la rabía y el sentimiento de abandono, que el principe encantador guardaba contra su padre biológico, aparecieron ..... Así debía de ser, no podían quedar guardados eternamente. Un buen relato, con un final triste pero necesario. Puedo entenderlo muy bien. Un padre sin hijos.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, ésta es la forma que tiene la vida, para despertarnos de un largo sueño, para despertar aquello que tenemos guardado en nuestro inconsciente personal. Todo lo que quedó guardado y no quisimos ver ni sentir, algún día deberá salir, pero siempre es más fácil proyectarse sobre otro, que no verlo en uno mismo, a fin de cuentas son también sentimientos contra uno mismo. Buen comentario, has dado en el clavo.

Juanca dijo...

Buena respuesta. Como dice un viejo dicho: "la letra con sangre entra", por supuesto no hay que tomarlo al pie de la letra pero se puede entender muy bien.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, se puede entender muy bien. Cuando algo es imposible de comprender por la mente, en la teoría, no queda más alternativa que vivirlo a través de la práctica en el cuerpo, incluido el terremoto emocional que ello comporta. Es la forma que tiene la casa VIII para transmutar el plomo en oro, es la alquimia de las emociones. Gracias por comentar y que tengas un buen día playero.

JuanSinMiedo dijo...

Siempre me ha gustado leer cuentos y relatos de este estilo, siempre tienen una moraleja o lección que darnos, pero no siempre se sabe descubrir y en este caso resulta muy fácil de entender para un adulto, pero no para un niño que presume de ser adulto. En ciertas tribus, que llamaríamos salvajes, obligan al adolescente a quedarse solo en el bosque, para que así aprenda a enfrentarse con sus peligros y sobre todo con él mismo, así se hace hombre. Aquí hacemos lo contrario, les mantenemos en casa durante muchos años y además les damos todo hecho. ¿cómo pueden convertirse en hombres?

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, buena pregunta la tuya, es imposible que se conviertan en hombres si han estado siempre bajo el paraguas de papá. Este tipo de relatos, lo mismo que las parábolas de Jesús, las fábulas de Esopo, y otros, nos despiertan el cerebro derecho (el analógico), el cual las puede interpretar muy bien, y esto es algo que no puede hacer el otro hemisferio cerebral. Gracias por comentar y estar aquí. Saluditos para ti.

Anónimo dijo...

Hay un dicho que dice algo así: quien con niños se acuesta, mojado se levanta. Lo mismo se puede extender a adultos que son como niños, hay muchos que buscan al padre que no tuvieron.

Dominguín dijo...

Un relato magnífico, me ha gustado mogollón, parece que lo he escrito yo mismo. Saluditos para ti y para Nativa.

Anónimo dijo...

Un gran ejemplo del amor que saben dar los Leo, en general, aunque no siempre es reconocido ni valorado, normalmente la ingratitud suele ser lo que predomina en aquellos que lo recibieron y muy a menudo suele ser con los propios hijos. Me ha gustado este relato, hay un tiempo para dar y otro para recibir, pero volvemos a lo de siempre, la gente siempre está dispuesta a recibir y no a devolver lo recibido antes. Hay personas que cierran los ojos y el recuerdo a un pasado, se olvidan muy fácilmente de lo que les interesa y solamente saben ver una parte de la realidad. Hay también hijos que no maduran y esperan que su padre se responsabilice de ellos, y esto no debe ser así. Hay muchos que todavía visten el traje de Peter Pan, aunque vayan disfrazados de personas adultas. Un Leo.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Así son los Leo, derrochan amor por todas partes, hasta que llega el momento en que se dan cuenta de que dan demasiado y de que reciben muy poco. Siempre habrá hijos y otras personas que quieran chupar del bote, hasta que le dejen seco, pero como todo en este mundo, cada cosa tiene un límite y hay que ponerlo cuando corresponde. Te agradezco el comentario, la ingratitud y la gente desagradecida abundan en este mundo, por desgracia, pero también así nos damos cuenta de que hemos dado demasiado. Un rúgido de león para ti, tú comprendes el lenguaje de los leones.

Anónimo dijo...

Hay mucho niño pijo en este mundo, muchos a quienes se les ha dado todo hecho por su papá, y después se piensan que los demás también deben darles todo hecho, gratis y además sin ningún esfuerzo por su parte. Gente que no sabe valorar ni reconocer lo que ha recibido y que después de usarte te tiran a la papelera, bien apretujado antes, como si fueras una hoja de papel inservible ya, o como papel higiénico después de limpiarse el culo, aunque en este caso dudo que lo apretujen, porque entonces tocarían su propia caca, o su popó ya que son como niños. Lo más interesante de esto es que normalmente "la cagan" siempre, es el tipo de personas que suele decir y hacer muchas "paridas", a veces se dan cuenta después, cuando ya la "han cagado". Gracias por dejarme comentar y disculpe usted si uso palabras malsonantes.

Anónimo dijo...

Disculpe usted otra vez, pero es que hace unos días tuve un enfado muy grande con un sobrino y todavía lo llevo encima, después de que durante años yo le traté como a un hijo, porque su padre es un golfo y no se ocupa de él, después de haberle dado incluso cobijo en mi casa, después de muchos favores que en teoría me debe, se le ocurrió echarme en cara que un día él me hizo un favor y yo se lo debo, ¡¡¡¡SOLAMENTE UNO!!!! después del montón que él me debe. Hay que tener una mente muy corta y olvidarse muy pronto de lo que le interesa, en fin, ya me he desahogado, gracias otra vez por dejarme escribir esto. Tal vez no hará falta que vaya a un psicólogo para que me aclare las ideas, ya veo que otros también lo ven como yo. Ya no tengo sobrino ni quiero tenerlo más. Un saludo.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

No hay nada que disculpar, puede usted escribir todo lo que quiera y utilizar las palabras que prefiera, para eso están en el diccionario y para esto están los comentarios. No suenan muy bien algunas palabras, pero es igual, es verdad que hay gente muy CAGONA, además de muchos MALPARIDOS. Ya ve usted que yo también conozco el diccionario. Nunca es tarde para remediar lo mal hecho, pero es verdad que hay mucha gente con la consciencia dormida y muchos también con la consciencia moribunda o muerta. Solamente guardan en su mente la información que más les interesa, la otra la olvidan, es un modo de comenzar a padecer "la enfermedad del olvido". Qué pena de hijos, sobrinos, primos, nietos y otros individuos. Un saludo y no le importe escribir lo que considere.

La ex-Bella Durmiente dijo...

Durante años he sido la Bella Durmiente, la Princesa Encantada, esperando encontrar a mi Príncipe Encantador, no ha llegado y no llegará nunca. Ya no quiero ser la Bella Durmiente ni la Princesa Encantada, ahora ni soy la Durmiente ni la Encantada, ahora soy la ex, la Desencantada. He dejado de creer en príncipes encantadores. Me ha gustado el cuento, me hace ver cuántas veces todos hacemos cuento.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Me alegra que te haya gustado y que te haya despertado. Recuerda que todo encanto algún día se convierte en desencanto, para no caer en lo mismo en otra ocasión futura. Gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Gracias Rey León por tu escrito, como dicen es un bonito cuento para muchos, para mi fue una triste realidad que viví en mi edad infantil, y que como bien cuentas añoré a un padre encantador , único , trabajador, responsable, serio, admirado, y quizás podría usar el mismo diccionario al que hacíais referencia para copiar los diferentes adjetivos maravillosos con los que describiría a mi Padre, si bien tambien se olvido de los valores mas importantes, despedir a su hermano mayor estando en vida, desde aqui quiero pedir perdón por que me veo reflejado en el karma familiar y lo que fue antes ahora sería yo, lo triste del maravilloso cuento es que el protagonista fui yo, un niño encantador, bueno, noble, ... o así lo creo yo, aquel niño que encontró en falta semana tras semana a su padre, quien viajaba para tratar de vender y comisionar para poder mantener su casa, o darnos lo mejor a nosotros, creo que no lo tubo fácil y creo que vino a esta vida para trabajar, pues así lo hizo con 7 años en su pequeño pueblo de Cuenca, edad en la que iba a contar pinos, o cortarlos para extraer resina, o plantarlos ,... en fin que supongo que en su siguiente vida estará restaurando lo que en esta no supo hacer, recuerdo que era el pequeño de 8 hermanos (bueno 10, pero dos fallecieron jovencitos)...y un aries ( con el don de la autoestima, y el trabajo de plantar la semilla para que la tierra la multiplique..."alegoría del zodiaco",.El intentó darnos lo mejor, y dentro de sus posibilidades lo hizo, pero la diferencia es que nos dio todo lo material y se olvidó de la emocional, esa es la falta que mi padre no supo ver, y que como bien cuentas a mi me marco muchísimo. Recuerdo el último domingo en vida de mi queridísimo padre que me dijo una cosa que no se me olvidará, "hijo que no te pase como a mí, que solo supe trabajar trabajar y trabajar,...", eso me caló muy profundo, creo que es hora de hacerle caso, y reparar aquello que el karma familiar nos trasmite, así pues pediré perdón aquel heredero que continuo con el karma familiar para poder reparar o cortar el karma familiar y que este no se repita. "DESDE AHORA PERDON POR LO ACONTECIDO Y NO SABER ENTENDER LA VIDA DE OTRA FORMA QUE NO SEA EL TRABAJO" Referente a mi madre, poco podia hacer la mujer, pues su madre falleció cuando tenia 6 años, y de estudios careció, que pudo hacer la reina si no trabajaba y su única misión fue alimentarnos y llevarnos limpios? Posiblemente si que en algún momento podía descargar su malestar con nosotros, pero que se hubiera dejado la vida por nosotros tambien estoy seguro

YSTQ Y STQ

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

No lo olvides nunca, por el recuerdo y el amor que se merece tu padre, por el recuerdo y el amor que te mereces tú, y por el recuerdo y el amor que se merecen tus hijos. Tu padre hizo lo que sabía hacer, tú hiciste lo que sabías hacer, nadie está obligado a más de lo que sabe, pero siempre hay un momento para rectificar los excesos, para compensarlos con el opuesto, para darnos toda la autoestima posible, en nuestra alma o espíritu, no es nuestro ego, no los confundas nunca, el ego sabe disfrazarse de muchas formas.

Aprovecho yo también para recordar a mi padre y también a mi madre, ahora están juntos en algún lugar, esperando a que yo llegue algún día, espero encontrarles. Mi padre fue un León en todo lo que supo, también trabajó mucho pero supo parar cuando tocaba, mi madre luchó toda su vida por el cuidado de su familia, de sus hijos y de sus nietos, ... nadie se lo agrdeció ni reconoció nunca, yo fui el único, y 12.404 rosas tiene aquí.

Ten siempre en cuenta las palabras de tu padre, tal vez fueron las más sabías de su vida: "hijo, que no te pase como a mí, que solo supe trabajar trabajar y trabajar,..."

Dominguín dijo...

¡Qué hermoso lo que ha escrito el Príncipe Encantador! ... No todos los hijos recuerdan así a su padre o a su madre, yo conozco a una familia de tres hijos, dos de ellos reniegan y critican a sus padres, otro nunca lo ha hecho. Para algunos hijos sus padres les importan un pepino, se olvidan muy pronto de todo lo que hicieron para criarles, solamente recuerdan una parte, la parte más negativa, y se olvidan de la más positiva. No puede existir una sin la otra, sucede en todas las familias, pero hay un grave error que muchos comenten, ver tan solo la mitad de la realidad y negar la otra. Grave error que algún día pagarán, grave error que perpetuarán en sus hijos. Saludos para el Rey León y para el Príncipe Encantador.

El Principe Valiente dijo...

si algo nunca se me va a olvidar es aquellas palabras que suenan como si las escuchara ahora mismo, (hijo que no te pase como a mi...)y que 8 años más tarde he acabado entendiendo, lo que no entiendo es como he tardado tanto en entenderlo, y mira que es sencillo...
saludos para el Rey de Reyes

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

No han sido exactamente 8 años, algún día entenderás el porqué has tardado tanto, yo te lo podría explicar, pero ... taquilla, jijiji.