jueves, 28 de enero de 2016

LA DESHEREDACIÓN A LOS HIJOS (I)

Mendigo como soy, 
también soy pobre en agradecimiento. 

(William Shakespeare, escritor inglés, siglo XVI)


14 agosto 2008

A veces no entiendo la Justicia, yo me pregunto: “¿cómo es posible, que las leyes obliguen a los padres a cuidar de sus hijos menores, pero sin embargo, no obliguen a los hijos a cuidar de sus padres ancianos?”, … “¿cómo es posible que las leyes obliguen a dejar una parte de la herencia a los hijos?” … Yo entiendo que cada uno ha hecho crecer su patrimonio con su propio trabajo y sudor, y por tanto, así tiene todo el derecho del mundo de dejarlo en herencia, a quien le dé la realísima gana, y por esto yo me pregunto: “¿qué derecho puede tener un hijo, para recibir una herencia que no se ha ganado?” …

Pienso, que si tienen derecho a una parte de la herencia, también tienen la obligación de cuidar a sus padres, en esa misma parte, pero parece que muchas veces hay leyes, que no comprendo para nada, y de las cuales se benefician personas que no corresponden, y no lo entiendo: “¿por qué hay algunos hijos que se creen con ese derecho de recibir una herencia?”Yo pienso que hay personas, que no saben, que para recibir algo, también deben dar algo a cambio, y que hay que estar “a las duras y a las maduras”, … para lo bueno y para lo malo, … en la riqueza y en la pobreza, … y en la salud y en la enfermedad … De alguna manera es algo muy parecido a las palabras, que se citan en el matrimonio entre 2 personas, y porque no puede existir derecho sin obligación, de lo contrario, la balanza de la Justicia, que tantas veces he visto dibujada en algún lugar, ¡¡no tendría ninguna razón de ser!! … Por algo tenemos dos manos, una es para dar y la  otra es para recibir, de lo contrario deberíamos haber nacido mancos de una mano o de otra.



"Come a gusto y placentero,
y que ayune tu heredero".

(Refrán español)

2 septiembre 2014
 
El pasado día 7 de agosto apareció una noticia en el periódico, que me agradó muchísimo leer y que decía, el Tribunal Supremo ha dictado una sentencia muy importante, que establece, que el maltrato psicológico a los padres es “justa causa” para desheredar a los hijos. La sentencia, del mes de junio 2014, desestima las pretensiones de unos hijos de anular parte del testamento del padre, que les desheredaba e impedía cobrar la legítima, tras verse maltratado psicológicamente y abandonado en sus últimos años de vida. La sentencia confirma la desheredación de dos hijos que incurrieron en “maltrato psíquico y reiterado”, contra su padre, “y del todo incompatible con los deberes elementales de respeto y consideración, … que se derivan de la relación jurídica de filiación”.

Me llama la atención que uno de los dos hijos fuera una hija, la sentencia añade un detalle muy interesante, “su hija había negado injustificadamente al testador asistencia y cuidados, también le injurió gravemente de palabra”, mientras tanto que su hijo además, “le maltrató gravemente de obra”. Al haber perdido el recurso, ahora ambos hermanos deberán pagar las costas que se correspondan. Me parece una sentencia cojonuda, esto debería ser así en todos los casos, no es necesario que se repitan más recursos por un testamento similar, como bien pudiera haber sido nuestro caso, ya me decía mi madre que quería desheredar a sus otros hijos, pero no lo hizo, y no lo hizo porque yo intenté y conseguí que no fuera así. Ahora me arrepiento mucho de haber hecho lo que yo no debería haber hecho.

Esta sentencia analiza la cuestión “de fondo”, lo cual es siempre muchísimo más importante, lo importante es el fondo y nunca la forma, la forma siempre puede ser muy falsa, el fondo sigue siendo lo único válido, lo único real, lo único verdadero. El fondo que analiza la sentencia es el maltrato psicológico a los padres, lo cual es causa muy justa para desheredarles, aquí no sirven de nada las partes “legítimas”, y una palabra absurda, ¿qué legitimidad puede tener un hijo que hace esto a un padre? … A pesar de esto ya lo dice el artículo 853.2 del Código Civil, es cuando dice que se establece como causa de desheredación: “haber maltratado de obra o injuriado de palabra a los padres”El Tribunal Supremo remarca el menosprecio y abandono de los hijos, y causalidad o no casualidad, también se trata de un asunto muy similar al nuestro, y también se ha tratado de los últimos 7 años de vida del padre, y también fue cuidado por una tercera hija, lo cual es un caso exacto al nuestro, pues además añade que esos dos “hijos” no se interesaron ni tuvieron contacto alguno con el padre, hasta que ya la situación cambió tras su muerte, está claro que lo hicieron “a los solos efectos de demandar sus derechos hereditarios”.

Uno de los magistrados del Tribunal Supremo, que firmó la primera sentencia, que considera el maltrato psicológico como causa de desheredación, cree que era absolutamente muy necesario establecer esta jurisprudencia, y para así adaptar el Código Civil a la realidad actual. Hace poco tiempo declaraba: “Antes había un respeto al anciano que no hay ahora” … “He visto sentencias espeluznantes”,  … refiriéndose a casos en los que se había aplicado al pie de la letra el Código Civil de 1889. Graves situaciones, y es que la familia puede matar, con lo cual se prepara el conflicto del perdón.

Reservados los derechos de autor. DF. Nomemientas Gavilán.


Diario El País (España): Quiero desheredar a mi hijo
Diario La Vanguardia (España): Crece la voluntad de los padres por desheredar a los hijos

Recomendado en este blog:  
LA DESHEREDACIÓN A LOS HIJOS (IV)

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12 comentarios:

Anónimo dijo...

Los hijos que no quieren atender a sus padres en la vejez, NO DEBERÍAN TENER DERECHO ALGUNO SOBRE SU HERENCIA, hay que saber estar en lo bueno y en lo malo, no solamente en el dinerito que les pueda tocar, sino también en lo más duro, en cuidar a los padres ancianos. Hay muchos hijos cabrones en el mundo. ¿verdad o no?

Anónimo dijo...

Yo diria que demasiados. Seguramente, cuando ellos estén necesitados de esos cuidados que no dieron a sus padres, sus hijos actuarán de la misma manera que lo hicieron ellos. La vida no perdona.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, el mundo está lleno de cabrones, sean hijos o sean también otras personas, los que se olvidan muy rápidamente de lo que recibieron, a quienes les importa un pimiento devolverlo, y que solamente han sabido utilizar a sus padres, o a otras personas, chupando de la teta lo que han podido y abandonándoles después. De cualquier forma, generalmente los hijos aprenden de lo que han visto hacer a sus padres, de modo que la historia se puede seguir repitiendo en la siguiente generación, la vida no perdona las deudas contraídas, sean de esta vida o de otra vida anterior, hay que saber dar y recibir en la medida justa. Gracias a los dos comentarios.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Respuésta que dio la abogada de la Dirección General para la Dependencia, a mi madre: “nada puede hacer para obligar a sus hijos a cuidarla … y la única salida que tiene, es modificar el testamento a favor de quien la cuide, … decírselo a ellos para que modifiquen su actitud, … ¡y así les puede obligar a atenderla a usted, a partes iguales con su hijo mayor!”

También le dijo: “puede usted cambiar el testamento cuantas veces quiera, si lo hace a favor de su hijo aquí presente, y él deja de atenderla, puede revocarlo cuando usted quiera a favor de otras personas” …

Anónimo dijo...

Yo también pienso lo mismo, los hijos que no atienden a sus padres en su ancianidad no deberían tener derecho a su herencia. Las leyes deberían cambiar en este sentido, y si las leyes son del siglo XIX, ya va siendo hora de que se cambien, estamos en el siglo XXI y ahora los hijos pretenden que el Estado se encargue del cuidado de los viejos. Así pues, yo pienso, que si el Estado (nosotros) se encarga, también debería ser el beneficiario de las herencias. Yo tendré que cuidar a mi madre porque los hermanos no quieren, pero ninguno ha dicho una sola palabra sobre la herencia, ninguno ha dicho que sea para mí, esperan recibir su parte y no me parece justo. Un saludo, me encanta su blog por muchas cosas.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Hay cosas que no interesan hablar, cuando un hermano se hace cargo de un padre anciano, mientras que los otros se desentienden, y la cosa que no interesa hablar es justamente la herencia. Todos quieren su parte de herencia, pero no todos su parte de trabajo en el cuidado de los padres. Esto es un asunto que se debería hablar entre los hermanos, y si uno se encarga del trabajo duro, también debería tener mayor parte de la herencia que le pudiera corresponder. Los padres deberían tenerlo en cuenta a la hora de hacer su testamento. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

También hay hijos que se desentienden de sus padres sin ser estos ancianos.
Suele pasar en las separaciones matrimoniales. Se acostumbra a ponerse del lado del que se considera más débil. Por supuesto no me refiero a los hijos menores de edad sino mayores y "muy mayores".

Habiéndose sacrificado toda la vida para que no les faltara de nada, ayudándoles siempre.

¿Cuánto daño se puede hacer a un padre ó madre ?
¿Hasta dónde llega el grado de egoismo?
¿Qué falta de diálogo y comprensión con las personas que más nos quieren?
¿Qué poco interés por nuestros familiares más cercanos?

Me da mucha pena de esta sociedad que no se preocupa de arreglar sus propios conflictos familiares o al menos entender por qué pasan.

La Condesa de la Sierra.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Pues sí, como decía mi madre: "hay de todo en la viña del Señor", ... también hay padres que se desentienden de los hijos, o padres que hacen demasiado por los hijos. Los extremos siempre son "malos", tan malo es hacer demasiado como no hacer, tanto de hijos a padres como de padres a hijos, así lo veo yo y creo que no me equivoco. En el fondo es una cuestión de límites, de encontrar el punto entre lo que se da y lo que se recibe, entre lo que se debe dar y lo que no se debe dar. Si un padre da demasiado a un hijo, se está dando poco a sí mismo, y viceversa, como me sucedió a mí. Buenas reflexiones las tuyas, pero no hay que olvidar que todo comienza siempre por uno mismo, que la caridad comienza por uno mismo, y que el respeto también. Piensa que para encontrar el centro, cuando se ha vivido en un extremo, hay que vivir después el extremo contrario y en la misma medida, es como el péndulo de un reloj. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

No hay que olvidar algo muy importante. Cuando una persona soltera fallece, sin haber testado, también la familia es legalmente quien deberá recibir su herencia. En muchos casos no queremos que así sea, no queremos que un hermano o los padres, o los sobrinos, reciban ni un céntimo. Hay que tener en cuenta esto, todos deberíamos hacer testamento antes de que nos marchemos de este mundo, dejándolo a quien queramos, y no a quien la ley oblige. En esto creo que estarás de acuerdo. JotaJota.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Hola JJ, me has encontrado en el ordenador, yo también pienso como tú, estoy de acuerdo, pero normalmente la gente no piensa en esto, no lo sabe o no quiere saberlo. También te digo que existen legítimas para los padres, en algunos casos, hay que mirar esto con lupa y acudir a un buen abogado, si es que los hay. Gracias por avisarnos.

Anónimo dijo...

Es muy cabreante que nuestra herencia pueda pasar a alguien de la familia, cuando no queremos que así sea, porque no se lo han ganado o porque no se lo merecen. Muchos esperan la muerte de algún tío sin hijos, para ver lo que les puede caer, pero solo esto, saber qué les puede caer. Ojo con esto, HAY QUE HACER TESTAMENTO ANTES DE QUE PETEMOS.

DF. Nomemientas Gavilán dijo...

Sin pensión ni herencia para los malos hijos: los padres han ganado la batalla. Cada día más jóvenes están perdiendo sus pensiones y sus herencias por no cumplir con sus obligaciones.
https://www.elconfidencial.com/espana/2019-08-05/pension-alimentos-divorcio-padres-hijos-herencia_2158907/