jueves, 15 de febrero de 2018

Y EL DÍA COMENZÓ A OSCURECERSE

Y todos se quedaron asustados, sin moverse, no sabían qué dirección debían tomar, aquello era como un callejón sin salida, como un laberinto sin modo alguno de salir de él, y todo eran grupos grandes y pequeños que se encontraban en el culo del saco, eran grupos rebeldes a la autoridad, grupos rebeldes a cumplir las normas dictadas por el pueblo, para que la ley fuera cumplida en beneficio de todos ... Y el día comenzó a oscurecerse, parecía que llegaba la noche, muchos regresaron a sus casas pensando que el día se completaba, viendo que sus esperanzas se convertían en desesperanzas, en una inmensa frustración y fracaso, debían abandonar la rebeldía que les conduciría a la libertad, ¿y a la libertad de qué? ... se preguntaron muchos, mientras que la batuta del déspota les dirigía.

Eclipse parcial de Sol en Acuario de día 15 febrero 2018,
punto culminante a las 21,52 h. de España,
20,52 h. en GMT y las Islas Canarias.

"Alea jacta est"

Y EL DÍA COMENZÓ A OSCURECERSE

Y mientras que el sol parecía agonizar, y después de 24 lunas sonriéndoles, otros comenzaron a darse cuenta de que había llegado su momento, ¡no se podía permitir esta sublevación, no se podía permitir la rebelión!, que algunos grupos pretendían, en contra de todo lo establecido por las leyes humanas. Y el día comenzó a oscurecerse, para muchos grupos, todos querían el poder de hacer lo que les viniera en gana, y sin ningún respeto hacia los demás y mucho menos hacia la autoridad establecida. Ellos se habían buscado ese callejón sin salida, ese callejón que les había llevado a su propio encierro, y a una encerrona buscada por ellos mismos, basada en sus criterios de libertad, ¿y libertad de qué?, ... tal vez se habían equivocado, y tal vez buscaban la libertad en el lugar equivocado, en un lugar donde no podían encontrarla nunca.

Y sí, y mientras tanto el sol seguía perdiendo su brillo, las expectativas no se estaban cumpliendo, las expectativas frustradas habían llegado a un momento, de declive tal, que ya nada más se podía hacer, para ir en contra del orden establecido, por las leyes, por el pueblo, por la sociedad y por la autoridad ... Y mientras el día comenzó a oscurecerse, muchos de ellos tiraron al suelo sus armas, sus voces y sus discursos, y muchos se rindieron ante una evidencia, que no habían querido ver antes, ante una evidencia que estaba flotando en el aire, pero ante una evidencia y realidad que ya no tenían marcha atrás, mientras que la batuta del déspota, bien camuflado bajo su disfraz, aún les dirigía.

Y uno tras otro comenzaron a claudicar, a rendirse, a abandonar la lucha, ¿para qué habían de luchar? ... ¿para la libertad de hacer lo que les viniera en gana? ... La libertad absoluta no existe, la libertad de uno acaba donde comienza la libertad del otro, y por lo tanto es un círculo sin fin ... La libertad debe buscarse siempre dentro de cada uno, es la libertad de permitir que el espíritu se exprese, que el alma quede libre de los condicionamientos del ego individual de cada uno ... Y por esto buscaban la libertad afuera, porque así se ocultaban a sí mismos la prisión en la cual se habían condenado, la prisión en la cual habían condenado a su alma, mientras que la batuta del déspota les dirigía.

Y el día se oscureció un poco más, mientras que dentro de ellos se estaba produciendo un apagón del ego, del ego tan inmenso que tenían, de pensarse que podían hacer lo que les viniera en gana, ¡pobres ilusos!, ¡de ilusión también se vive!, pero solamente es eso, ilusión, en un mundo de ilusión y fantasía como el que ellos se habían creado en su propia mente. Una mente que les había conducido al fracaso total de sus expectativas, eran expectativas del ego, no eran los anhelos del alma, por ser libre, por ser libre del fastuoso ego que habían entronizado en las alturas. De repente el ego cayó por los suelos, se rompió en mil pedazos, y no tuvieron más alternativa que rendirse, rendirse ante su propia alma, y bueno, no todos, muchos no quisieron hacerlo, de momento, eran los que tenían el ego más gordo.

Y el día dejó de oscurecerse, ya estaba pasando el momento cumbre del eclipse parcial de Sol, en el signo de Acuario, el signo de los grupos y de los grupitos, el signo de la libertad y de la rebeldía, el signo de las expectativas y de las esperanzas, el signo de los déspotas disfrazados ... Y entonces el día comenzó a recuperar la luz del sol, que había perdido antes, y así las sombras se iluminaron un poco más, ya no era necesario correr a esconderse en ningún lugar, todos los grupos rebeldes y todos aquellos revolucionarios, que querían burlar las leyes establecidas, todos se arrodillaron y sufrieron la vergüenza y el escarnio de una gran parte del pueblo. Bueno, no fueron todos, pues solamente fue un eclipse parcial de sol, muchos se mantuvieron en pie, negándose de nuevo su frustración y su fracaso, ... y esperando una nueva oportunidad en el futuro, para buscar afuera lo que no se puede encontrar, mientras que el déspota perdió su batuta y su disfraz. 

No querían reconocer y admitir, que la libertad nunca debe buscarse afuera sino adentro, y que la libertad de afuera es una ilusión, ¡no existe! ... Y así después unos entraron en prisión, otros se recluyeron en un convento, y otros en su propia casa, para tener la oportunidad de pasar el tiempo de purgatorio, que les correspondía por ley divina y por ley humana ... Otros ya lo habían hecho pocos meses antes y habían comenzado a comprender, la ilusión y el engaño en el cual estaban viviendo, y fue precisamente a través de la privación de libertad, y paradójicamente, alguno ya había empezado a descubrir la verdadera libertad ... Y mientras tanto, y en apenas tres días más, el mes de los Santos Rebeldes iba a dar paso al mes de las Santas Víctimas, y además de los Santos Verdugos y los Santos Salvadores, por supuesto, dirigidos por la batuta de la Santa Mano Invisible. Amén.

Y colorín, colorado, este cuento no ha acabado, este cuento continuará, y aún no sabemos si comerán perdices y vivirán felices  ...

Reservados los derechos de autor. D.F. Nomemientas Gavilán.

Nota aclaratoria: Cada eclipse dura unas horas en el cielo, es la visión física que tenemos, pero, como algunos sabemos, el reflejo se siente durante todo el periodo de la lunación completa, y sus efectos se viven durante un tiempo de 6 meses lunares, hasta los siguientes eclipses, y en este caso hasta los que vendrán en agosto de 2018 ... Con esto puede entenderse que no todo transcurre en un periodo de horas, y me refiero a lo que he escrito.

Un eclipse parcial de Sol, que debido a la hora no podrá verse en España, pero que muy bien podrá verse en la Antártida y en el sur de Sudamérica, solamente nos queda verlo por Internet y también nos queda sentirlo en algún rinconcito de nuestro ser.



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